FICHA
TÉCNICA
Título: Cobra Kai.
Dirección:
Josh
Heald (Creador), Jon Hurwitz (Creador), Hayden Schlossberg (Creador),
Jon Hurwitz, Josh Heald, Hayden Schlossberg, Jennifer Celotta, Steve
Pink, Michael Grossman, Lin Oeding.
País:
Estados
Unidos.
Año:
2018.
Duración:
30
min (2
temporadas de 10 episodios).
Género:
Comedia.
Acción.
Interpretación:
William
Zabka, Ralph Macchio, Courtney Henggeler, Xolo Maridueña, Tanner
Buchanan, Mary Mouser, Jacob Bertrand, Gianni Decenzo, Martin Kove,
Nichole Brown, Vanessa Rubio, Rose Bianco, Hannah Kepple, Griffin
Santopietro, Diora Baird, Randee Heller, Ed Asner, Dan Ahdoot, Bret
Ernst, Joe Seo, Annalisa Cochrane, Kwajalyn Brown, Bo Mitchell,
Jonathan Mercedes, Owen Morgan, Ken Davitian, Candace Moon, Vas
Sanchez, Peyton List, Paul Walter Hauser, Aedin Mincks, Khalil
Everage, Nathaniel Oh, David Shatraw, Kim Fields, Rob Garrison, Ron
Thomas, Tony O'Dell, Cameron Markeles.
Guion:
Josh
Heald, Jon Hurwitz, Hayden Schlossberg, Stacey Harman, Luan Thomas,
Michael Jonathan Smith (Personajes: Robert Mark Kamen)
Producción:
Will
Smith, Jon Hurwitz, Hayden Schlossberg, Josh Heald, James Lassiter,
Caleeb Pinkett.
Música:
Leo
Birenberg, Zach Robinson.
Fotografía:
Cameron
Duncan, Paul Varrieur, D. Gregor Hagey.
Distribuidora:
YouTube
Red, Netflix.
CRÍTICA
SINOPSIS: Treinta
años después de la derrota en el campeonato de All Valley, Johnny
Lawrence se encuentra en una etapa desastrosa de su vida. Pero al
ayudar a un chico que sufre bullying, despierta en él sentimientos
pasados y decide reabrir Cobra Kai, lo que desata de nuevo la
rivalidad con Daniel LaRusso.
LO MEJOR: Para
nada voy a decir que es una de las mejores series del año porque
francamente no lo es. Pero sí que es una de las que más rápido he
consumido porque es sumamente adictiva, y la duración de media
hora por episodio ayuda a ello. Si, es nostálgica y apela
descaradamente nuestro corazoncito. No lo esconde ni le importa. De
hecho, los flashback a la saga de películas son constantes. Y,
aunque se desarrolla en la actualidad, la apuesta por el tono
ochentero, apoyado por gran cantidad de canciones de la época
acompañando, es total. No solo recurre a la nostalgia sino que hace
de ella su bandera, por lo que es sincera y no pretende engañar a
nadie. Es más, tiene méritos propios y lecturas en los que supera a
las películas. Que tampoco es que “Karate kid” fuera “Rocky”.
Era un producto de entretenimiento juvenil. Pero la serie se decanta por una inversión en el protagonismo. Aunque intenta
mantener un paralelismo a este respecto, es bastante evidente que
dramáticamente la balanza se decanta de que fue el villano haciendo
un retrato de un perdedor, inadaptado, bruto, inculto, atrapado en el
pasado, que tiene una historia detrás que no conocíamos. Pero
además trata aspectos del bullying mostrado en la película original
desde otro ángulo más interesante, como la transformación del
acosado en acosador.
Interpretación: Como
decía, aunque se intenta que haya un protagonismo bicéfalo y Ralph
Macchio está muy bien, esta vez es William Zabka el verdadero puntal
de la serie y es con él en pantalla cuando mejora. Se gana el
espectador mediante el carisma de un personaje que antaño no lo
tenía y eso tiene mérito. Hay que recordar que Macchio, fuera de la
saga “Karate kid” y de su participación en “Rebeldes”, no ha
tenido demasiado éxito. Se repesca a otros antiguos personajes aunque
casi como invitados. Salvo Martín Kove (Kreese) que si tiene gran
importancia.
Escena (SPOILERS!!): El
final de la primera temporada es casi un revival del final de la
primera película con otro campeonato pero con resultado al revés.
Pero supone el inicio del cambio de mentalidad de Lawrence (Zebka) y
eso da mucho juego en la segunda temporada. De todos modos, es cuando
ambos personajes se juntan cuando se ve que tienen más cosas en
común de lo que parece. El último episodio es un momento doloroso e
injusto para Lawrence, que vuelva a ser cruelmente castigado. Pero
abre una posibilidad interesante, la posible vuelta de Ally (
Elisabeth Shue), que casualmente es cirujana y eso no está puesto ahí
porque si, teniendo en cuenta que su alumno está en el hospital
pendiendo de un hilo.
LO PEOR: Da
la sensación que en un principio no se lo tomaron demasiado en
serio. Hay algunas situaciones tan ridículas que solo se
explican desde el plano de la comedia. Y eso tampoco es que sea malo.
Pero si el guion
estuviera más pulido, el mensaje sería más sutil.
CITAS: “El
dolor no existe en este dojo”. “Pegar primero. Pegar duro. Sin
piedad”. “Ésto solo es pintura negra en una pared blanca”.
“Estrictamente hablando le pateé la cara”. “No sé que te ha
contado pero no creas nada de lo que te ha dicho este tío o acabarás
como él”. “Te
enseñaré a despertar la serpiente que hay en tu interior”. “La
pelea termina cuando tú lo decides”. “No te enseñé a pelear
así”.
REFERENCIAS: Se
ha vendido como un spin-off de la saga “Karate
kid” pero es claramente una secuela. Aunque la idea para la serie
surge de una broma en la serie “Como conocí a vuestra madre”
dónde ambos actores fueron invitados para una escena de un
episodio y se comenta que el verdadero karate kid era Johnny
Lawrence. Y se lanzaron a hacer la serie que circuló por YouTube
durante dos años, hasta que Netflix la ha acogido, doblado y
promocionado.
CONCLUSIÓN: 7. No solo no esconde su apelación a la nostalgia sino que la toma por bandera. Pero si hay novedades interesantes, como la inversión del protagonismo (no tanto de los roles) y una lectura más profunda del bullying y de como el acosado puede convertirse en acosador.
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