Veinte años hubo que esperar para la vuelta a la dirección de Terrence Malick. Y tuvo precisamente que hacerlo con una película sobre la segunda guerra mundial el mismo año que lo hacía Steven Spielberg con “Salvar al soldado Ryan”. Muy diferente hubiera sido el resultado de sus siete nominaciones en los Oscars de no enfrentarse a ella y salir claramente perdiendo, sin conseguir ninguna de ellos.
Sin embargo, ambas películas son muy diferentes, con tratamientos y enfoques totalmente alejados. Mientras “Salvar al soldado Ryan” era un film gris y extremadamente crudo, con un mensaje definitivamente patriótico; “La delgada línea roja” incide en el contraste de la visión del horror, la violencia y la sangre de la batalla con la belleza y los paisajes tropicales donde se desarrolla.
Además, su mensaje es marcadamente antibelicista, con un tono casi diría que poético. Su ritmo pretendidamente pausado invita a la reflexión e, incluso, a una madurez filosófica. Al menos eso vemos hacer a varios de los personajes principales de todas las micro historias.
Si la película de Spielberg se desarrollaba en plena Europa, en las playas de Normandía, la de Malick se iba al otro lado del mundo, al Pacifico Sur, donde el ejército aliado no se enfrentaba a los alemanes sino a los japoneses en una sangrienta pugna por la isla de Guadalcanal que los nipones necesitaban como lugar estratégico para lanzar un bombardeo sobre Australia.
Como decía al
principio, Terrence Malick volvía a la actividad tras abandonarla en 1978, tras
el rodaje de “Días del cielo” y dejar a la crítica con la miel en los labios
con ese trabajo y el anterior a éste, su opera prima, “Malas tierras”,
también excelentemente calificada. A que se debió esta elipsis de nada menos
que dos décadas, nadie lo sabe. De hecho, Malick, aun hoy se le considera un director
enigmático.
Y parecía que volvía atesorando ese talento con el que desapareció con esta impresionante película, a la que siguió uno mucho menos interesante “El nuevo mundo” y la incomprendida “El árbol de la vida”. Éstas le proporcionaron sendas nominaciones al Oscar como director y como guionista, sin transformarlos en premios ninguna.
A partir de ahí, anda un poco a la baja. “To the wonder”, “Knight of cups” y un par de documentales no han estado a la altura, ni mucho menos, de su cine anterior. De hecho, éstas últimas han pasado inadvertidas para el público. Una película de Malick ya no es noticia, no causa expectación y eso es mala señal.
Todo lo que si
fue “La delgada línea roja”, a cuyo rodaje se quisieron apuntar un elenco
interminable de grandes actores, entre ellos varias estrellas del momento. Solo
decir que entre el reparto están nombres con Sean Penn, Adrien Brody, John
Cusack, Jim Caviezel, Ben Chaplin, George Clooney, Woody Harrelson, Elias
Koteas, Jared Leto, Nick Nolte, John Travolta, John C. Reilly.
Como
curiosidad, decir que, aunque en Estados Unidos fue calificada como R, en
España, incomprensiblemente, fue solo “no recomendada para menores de 18 años”,
a pesar de poseer escenas de extremada dureza en la línea de “Salvar al soldado
Ryan”.
Personalmente, la considero una obra
maestra del cine bélico que tuvo la mala suerte de coincidir con otra del mismo
tema de Spielberg, y que logró eclipsarla.
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