AUTOR: Philip Kerr (Edimburgo en 1956). Publicación: 1996. Género:
Ficción/Ciencia-ficción. “Una investigación filosófica” recuerda a autores como
Orwell, Huxley o Bradbury.
SINOPSIS: En un futuro cercano, el gobierno
británico se ha adelantado al europeo en el perfeccionamiento de un programa,
el “Lombroso” (como el criminólogo italiano) para detectar a aquellos
individuos que no poseen activa la zona del cerebro correspondiente a la
inhibición de la agresividad, es decir, se está al corriente quienes tienen un
serio potencial para convertirse en asesinos en serie. Todos ellos reciben
nombres en clave para mantener el anonimato, pero uno de ellos Ludwig
Wittgenstein (como el famoso filósofo austriaco y carátula de la novela con su
foto salpicada de sangre) logra borrarse de dicho fichero policial.
PERSONAJES: Wittgenstein: el asesino de la historia. Aun aceptando una su
predisposición genética a la agresividad, su detonante es la comprobación de su
condición de NVM-negativo (predisposición a cometer actos criminales),
lo que desata su locura y falta de control
que intenta justificar de un modo “filosófico”. Jakowitz (Jake): inspectora de policía experta en
crímenes en serie contra mujeres que se ve inmersa en un nuevo tipo de caso al
tener que descubrir a un asesino en serie que considera sus actividades como un
juego filosófico. Fuerte y valiente, no oculta su r
esentimiento hacia los hombres y es retada por el criminal a un duelo personal e ideológico.
esentimiento hacia los hombres y es retada por el criminal a un duelo personal e ideológico.
LO MEJOR: No estamos ante una sociedad militarizada o
totalitaria al estilo de “1984”, más bien al contrario,
es una sociedad democrática y
perturbadoramente actual. El atractivo de la novela es innegable. Sin
entrar en consideraciones científicas y morales, lo más interesante desde mi
punto de vista es el planteamiento del funcionamiento de la mente de un asesino
que no lo era hasta que descubre que tiene una predisposición genética para
serlo lo que lo convierte en un criminal perverso. "Una investigación filosófica" se
cimenta en la estructura clásica de policía busca asesino, en este caso, un
asesino en serie. La originalidad radica en los perfiles de ambos
protagonistas, nada sencillos y que se alejan de los tópicos, en particular en
el caso del criminal, que apodado como Wittgenstein, desarrolla toda una
sangrienta y maquiavélica visión del propio filósofo y de su aparataje
ideológico. El psicópata presentado por Kerr juega a ser filósofo, como el
Hannibal Lecter de Thomas Harris jugaba a erudito. Además, Kerr compagina la
acción con notas íntimas del asesino repartidas entre confesiones y reflexiones
filosóficas, principalmente centradas en Wittgenstein. Asimismo, hay dos
narradores, por una parte se narra en tercera persona las acciones y los
pensamientos de Jake y por otra, está el diario del asesino. Esta novela es tan
difícil de resumir como de clasificar.
LO PEOR: El
gran hándicap de esta novela es retomar el tema del "psicópata
cautivador", e intentar añadir cosas nuevas a un contexto narrativo ya muy
implantado en el imaginario popular, es decir, la figura del serial killer que
son prácticamente arquetípicos. No obstante, el autor lo supera y su ambición
se ve recompensada.
CITAS: “Tanto la investigación policial como
la filosofía parten de la idea de que hay una verdad que puede descubrirse.
Nuestras respectivas actividades (la de la inspectora y del filósofo) se basan
en la existencia de determinados indicios que debemos reunir para construir la
verdadera imagen de la realidad. El núcleo central de nuestros respectivos
empeños es la búsqueda de sentido, de una verdad que, por algún motivo, está
oculta. Una verdad que existe detrás de las apariencias”. “El intento de
justificación del asesino, se basará en “El sueño de la razón produce
monstruos” de Goya. Los monstruos que aparecen en el grabado – dice el
asesino- son simbólicos”. “Tanto
la investigación policial como la filosofía parten de la idea de que hay una
verdad que puede descubrirse. Nuestras respectivas actividades se basan en la
existencia de determinados indicios que debemos reunir para construir la
verdadera imagen de la realidad”. “mientras la comisión de un crimen es algo natural, la tarea del
detective –al igual que la del filósofo- es antinatural e implica el análisis
crítico de diversas presuposiciones y convicciones, así como el cuestionamiento
de ciertas presunciones e intuiciones”. “Evito utilizar palabras como crimen, asesinato y homicidio por razones
obvias. Las palabras pueden significar cosas distintas. El lenguaje disfraza el
pensamiento, hasta el punto de que en ocasiones no es posible determinar la
acción mental que lo ha inspirado. Así que me referiré a esos actos como
ejecuciones. Es cierto que no cuentan con la sanción oficial de la ley según el
esquema del contrato social, pero la palabra ‘ejecución’ permite evitar
cualquier matiz peyorativo respecto de lo que es, después de todo, la obra de
mi vida”.
CONCLUSION: Considerar si esta novela entra o no de pleno en el
campo de la ciencia-ficción es complicado. Las implicaciones morales del hecho
de restar años de vida a una persona como castigo (algo, evidentemente, más
barato que mantenerle consciente en una cárcel) son ampliamente debatidas en la
novela, así como la popularización de la realidad virtual, que es asumida como
una especie estupefaciente. La propuesta del programa Lombroso que consiste en
suprimir a los criminales natos, adultos o no, es peligrosa, y se encuentra muy
cercana al nazismo. Por otro lado, el lector puede llegar a pensar que para ser
asesino en serie, hace falta mucha inteligencia, y si lo completamos con altas
dosis de acción trepidante, nos encontramos con una novela muy atractiva que no
puede dejar de leerse hasta que se llega al final. En esta novela discute si es
legítimo intervenir de acuerdo a presupuestos genéticos aunque sea para
prevenir la violencia en favor del bienestar social. ¿Es moralmente correcto
que una persona o institución retire a
potenciales asesinos de alta peligrosidad? En la novela se expone que la
filosofía y la investigación policial tienen mucho en común. Es un libro que atrapa al lector. Pedagógico
y sombrío a la vez, brillante y extraño y que obliga a pensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario