Autor: Sarah Waters (Gales en 1966). Género:
gótico, terror. Publicacion:2011. Considerada como una de las mejores
escritoras inglesas del momento. Sus libros siempre cosechan las mejores
críticas y las ventas suelen acreditarlo. Asimismo en sus novelas realiza una
autentica sátira tanto de la sociedad victoriana, como de la Inglaterra, que
resistió la II Guerra Mundial. No obstante y aun cuando maneja esos conceptos
una vez más (como en sus anteriores novelas), en “El ocupante” se ciñe a la
clásica narrativa de fantasmas.
Sinopsis: Hundreds Hall es una mansión desolada
después de la II Guerra, nada queda del lujo ni las fiestas de antaño. Sus
propietarios, la familia Ayres, se resisten a abandonarla superando los
problemas económicos que eso conlleva, pero se ven obligados a contratar a un
doctor para que trate a Betty (la criada), que se encuentra enferma porque
siente que "algo extraño" se cierne sobre la mansión. Cuándo el
doctor llega a la casona, únicamente encuentra una la sombra de lo que fue,
llena de paredes desconchadas, muebles desvencijados y un jardín descuidado,
muy distinto al que conoció en otra época, puesto que había estado allí de
pequeño (al ser su madre una las criadas de la casa) colándose un día en la
mansión, y hechizado por tanta belleza, rompió una moldura de los adornos de
uno de los pasillos, llevándosela consigo como si fuera un tesoro. En la
vivienda se escuchan ruidos inexplicables y se ven sombras fugaces, se
incendian muebles y se mueven los objetos, encuentran marcas de fuego y marcas
de arañazos en las paredes o en el suelo y las cosas más cotidianas se
convierten en perversas, lo que provocara el progresivo trastorno mental de
todos y cada uno de los miembro de la familia.
Personajes: La señora Ayres: Dama elegante, aunque
viva entre paredes desconchadas, que conserva su dignidad rodeada de alfombras
ajadas y ropas viejas. Roderick: Hijo de la Señora Ayres, ha vuelto de la
guerra tullido, lleno de complejos, nervios y sufrimiento. Se ocupa como puede
de la casa y para no tener que renunciar a ella se dedica a vender las tierras
que aun poseen. Caroline: Hermana de Roderick, extravagante y un tanto
andrógina, independiente y encantadora a partes iguales, vuelve a Hundreds Hall
para ayudar a su hermano, pero a su alrededor, parece que habitase otra
presencia. Faraday: protagonista y narrador, que acude a Hundreds Hall para
curar la posible enfermedad de la tierna sirvienta. Betty: la criada de hogar,
la joven no está tranquila en la casa y percibe sombras y voces que no deberían
estar ahí, aunque nadie la cree.
Lo mejor: Escrita con un estilo elegante,
minucioso y detallista, la obra revela la destreza de Sarah Waters para crear y
desarrollar escenas, así como la psicología de sus personajes. Argumento sólido,
trama muy bien fraguada, siniestra y repleta de complejas tramas sentimentales
que atrapan y, que en ocasiones, pueden asfixiar tanto a sus personajes como al
lector, que pese a ello, se encontrará cautivado por todo el entramado. Aquel
que no haya leído la novela está de enhorabuena, puesto que va a afrontar una
lectura aterradora y enormemente manipuladora. Una delicia. El siniestro
“ocupante” va apropiándose paulatinamente de todos los rincones de una
decadente mansión y de la vida de sus habitantes. Como afirma su autora
"En la tradición de las historias de fantasmas, el libro presenta una
brecha entre lo que se narra y lo que acontece”. La obra se desliza a través
del límite entre lo sobrenatural y lo psicológico/patológico, combinando lo
terrible con una sagaz reflexión social. Una novela emocionante, turbulenta e
incomparablemente entretenida. Extraños crujidos y manchas en las paredes de la
mansión, campanillas que suenan sin motivo aparente, muebles que cobran vida
propia desplazándose a su antojo. El clima de la novela se vuelve cada vez más
opresivo y asfixiante, en contraste con el siempre escéptico relato del médico,
que es que el narra la historia al lector, con lo que todo lo sabemos según su
perspectiva. El final de “El ocupante” arrasa y sorprende por su simpleza, y al
mismo tiempo por su tremenda complejidad.
Lo peor: Si el lector espera una novela típica de
apariciones, probablemente se desilusione en las primeras páginas de la novela,
ya que el elemento sobrenatural no aparece por ningún sitio. Asimismo es
probable que decepcione a quienes esperen una historia llena de emociones
fuertes al uso de los cuentos de terror; pero compensará inmensamente a quienes
se entusiasman con las historias de misterio del alma humana y sus recovecos.
Por otro lado, el protagonista puede resultar, en algunos momentos cargante y
pusilánime. Dada la complejidad de tan ambicioso tapiz, supone un reto
narrativo al tiempo que algunas veces parece perderse en detalladas
descripciones de ambiguo valor, o maneja a su protagonista con insuficiente
claridad, hasta el punto que el lector desconoce qué hace o adónde se dirige.
Citas:” Chist! ¿Qué ha sido eso? En el piso de
arriba… Habrá sido el viento. ¡Pero si está todo en calma!” “ Chissst… ¡otra
vez! ¿Quién es? No hay nadie más…”. “Pero, entonces… ¿qué es ese ruido como de
pasos? ¿Y esa mancha negra en medio de la pared…?
Conclusión: Estamos ante una novela de ritmo
acompasado, en que el misterio va llegando poco a poco. La mansión es uno de
los personajes principales, y como un personaje mas, consigue que la
ambientación sea oscura y de corte gótico, aunque actual, administrando
perfectamente las dosis de elementos sobrenaturales. Algunos capítulos son
especialmente perturbadores. Desde luego la autora no se corta a la hora de
describir escenas espeluznantes y el miedo evoluciona in crescendo,
consiguiendo un terror de alta intensidad y muy inquietante. Los personajes
están perfectamente perfilados. Reina un ambiente de confusión, de desconcierto
y tinieblas, típicos de la literatura gótica clásica. Entiendo que las casas
encantadas son un tema trillado hasta la saciedad y sin embargo tienen un
encanto que nos hace volver a ellas una y otra vez. Esta novela, viene a
engrosar la lista de tantas y tantas obras grandiosas, situadas en hermosísimos
caserones, tanto clásicas como" contemporáneas. La autora narra con
sutileza los sucesos acaecidos en la mansión y, sin embargo, se mantiene al
margen al final, dejando al lector que saque sus propias conclusiones. Este
deberá decidir cómo quiere interpretar la historia y su final. Ha sido
considerada por el maestro del género del terror, Stephen King, como el mejor
libro que ha leído durante el año (declaraciones del año 2011), y la propia
autora incluye entre sus referentes a Henry James, Edgar Allan Poe o las
hermanas Brontë, así como las clásicas películas de terror inglesas, y más
recientemente, cita dos títulos firmados por directores españoles: "Los
otros" y "El orfanato".
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