Escenas Míticas: Remakes orientales - Reflejos

   Estoy de acuerdo en hacer remakes para actualizar algunas historias cuando pasa un tiempo prolongado y para acercar esas películas originales a las nuevas generaciones. Dejando aparte la fea costumbre norteamericana de hacerlo con cada película que les gusta pero que no es anglosajona, vamos a repasar algunos remakes que no están mal provenientes de films orientales. Pero aunque la idea se me haya ocurrido tras el estreno de la versión de Spike Lee de "Old boy", veremos las adaptaciones de títulos de terror de esa parte del mundo.

   Adaptación del film coreano "A través del espejo" (en Europa) a cargo de Alexandre Ajá, que tras cruzar el charco desde Francia, se especializó en remakes con bastante buen resultado, lo que ya es difícil, con títulos como "Las colinas tienen ojos" o "Piraña". Un director cuyas obras seguramente caerán en algún especial más de esta sección. Quizá ésta no sea precisamente la mejor de ellas pero, al menos, le quedó un producto bastante digno.

   Digamos que es como una variante del trasfondo de "El resplandor", es decir, de nuevo el vigilante solitario, ante una especie de encantamiento del lugar pero que podría ser confundido con alucinaciones provocadas por las condiciones de ese trabajo, condenado a la soledad y la noche. Pero en realidad, la actividad, digamos, paranormal se localiza más concretamente en los espejos.

   Uno de los rasgos característicos del cine de Ajá se caracteriza por la inclusión de escenas con dosis generosas de sangre. Si bien, probablemente ésta sea su película en la que está más recatado, aquí tenemos una muestra de lo que es capaz de hacer. Además de cargarse a Amy Smart, que inicialmente podríamos pensar que podría ser más protagonista, el director elabora la secuencia más impactante del film.

   Es evidente que los espejos son la clave del argumento. De hecho, el título original de la película es "Mirrors" (espejos). Éstos están omnipresentes durante todo el metraje. Se hace bastante hincapié en que todos los escenarios posean, si no espejos, cualquier tipo de superficie donde se pueda uno reflejar. Así que, a los que les den mal rollito estas cosas que ni se lo piense. 

   Kieffer Sutherland me ha parecido siempre un actor bastante resolutivo. Pero, a priori, me extrañaba verlo en un producto de estas características. Está correcto en el papel. Aquí vemos el enfrentamiento final con el mal que ha estado acechando a los personajes. Es un final visualmente bueno pero más bien típico. Aunque Alexandre Ajá se reservaba un as en la manga.

   Y ese as en la manga era éste. Tras la casi destrucción del centro comercial maldito, Sutherland sale de entre los escombros. La sorpresa viene al salir. Nadie le habla. Nadie le ve. El plano acercándose a un cristal de la calle y colocando la mano en él, dejando su huella pero no reflejándose en él, con esa música de fondo, no se puede negar que es un muy digno giro final para la película.
   Quizá aquí Ajá se sometió al mandato de los productores aplicando un terror más light de lo que a buen seguro le habría gustado pero aún así el film es entretenido y tiene buenos momentos.