Un amigo para Frank

FICHA TÉCNICA

Película: Un amigo para Frank. 

Título original: Robot & Frank.

Dirección: Jake Schreier. 

País: USA. 

Año: 2012. 

Duración: 89 min. 

Género: Comedia dramática, ciencia-ficción. 

Interpretación:  Frank Langella (Frank), James Marsden (Hunter), Liv Tyler  (Madison), Susan Sarandon (Jennifer), Jeremy Strong (Jake), Jeremy Sisto (sheriff Rowlings), Peter Sarsgaard (voz del robot).

Guión: Christopher Ford. 

Producción: Lance Acord, Jackie Kelman Bisbee, Sam Bisbee y Galt Niederhoffer. 

Música: Francis & The Lights.  

Fotografía: Matthew J. Lloyd. 

Montaje: Jacob Craycroft. 

Diseño de producción: Sharon Lomofsky. 

Vestuario: Erika Munro. 

Distribuidora: A Contracorriente Films.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Frank ya es bastante mayor y tiene muchos problemas de memoria. A pesar de ello, él sigue queriendo vivir solo. Sus hijos, preocupados, le compran un robot programado para cuidar ancianos.

   LO MEJOR: No vamos a decir que sea una gran obra de reflexión filosófica de trascendencia en la ciencia-ficción. De hecho, el tono amable en clave mezcla de comedia y drama es fácil de digerir y el mensaje es bastante evidente. Pero eso hace agradable su visionado y no deja de ser una parábola sobre los efectos de la vejez, entremezclando el hecho de hacerse mayor con los supuestos avances tecnológicos que tenemos a la vuelta de la esquina para paliarlos. Sobre todo con el tema de la creciente importancia de los robots en nuestras vidas, ya no solo a nivel industrial sino al más cotidiano, vamos, de tener uno en todas las casas. También toca el factor moral mostrando como uno de estos robots puede convertirse en una compañía muy completa y muy eficiente, incluso rivalizar con las personas, pues nunca estará demasiado ocupado para atenderte (eso es lo que dice la peli, no yo).

   Interpretación: Lo cierto es que el reparto es bastante completo con hasta cuatro caras conocidas del mundillo cinematográfico. Otra cosa muy distinta es el rendimiento que se le saca, sobre todo en los casos de Liv Tyler y James Marsden (como hijos del prota) que son meros secundarios. Y duele ver como no se ha dado mayor protagonismo a un pedazo de actriz como es Susan Sarandon. Sin embargo, Frank Langella está excelente llegando con facilidad al corazón del espectador y empatizando con él (el papel es proclive a ello, eso es verdad) hasta hacernos que su personaje nos guste mucho.

   Escena (spoiler): Me resultó muy graciosa la conversación (absurda) de los dos robots en la fiesta. O el chantaje emocional que somete el robot a Frank en el paseo por el bosque diciéndole que si no le hace caso se lo llevarán y le borrarían la memoria. Más emotiva es la revelación a Frank de que Susan Sarandon es su esposa, simplemente él lo ha olvidado. Pero lo más interesante es como él se resiste a borrarle el disco duro al robot para que no se puedan encontrar pruebas de su culpabilidad en un delito, otorgándole a la memoria del cacharro un valor humano del que no quiere desprenderse para que no se olvide que son amigos.

   LO PEOR: Los temas planteados están muy bien. Son interesantes, es por ello que es una pena que no se hayan metido más a fondo con ellos, tratándolos de una forma más desarrollada y creando situaciones más emotivas. Como que abren la puerta pero se quedan en la entrada. Por otro lado, lo que es el robot no es que esté muy currado, no se han esforzado mucho en su diseño. Quizá también a la vista de las imágenes de los títulos de crédito finales, para asemejarlo con las creaciones que existen actualmente (no perdérselas).

   CITAS: “Dispongo de definiciones de esos términos pero no los entiendo”. “Tú sabes que está vivo. Piensas, luego existes. De forma parecida, yo sé que no estoy vivo”. “- Hola, ¿como estás? – Funcionando con normalidad”.

   REFERENCIAS: Es inevitable acordarse de algunos otros robots del cine. Por la amabilidad del relato y el tono de cierta comedia del argumento, me vino a la mente ”Cortocircuito”. Pero se tratan otros temas, a otro nivel, parecidos a lo de “Yo, robot”.

   CONCLUSIÓN: 6’5. Agradable reflexión sobre el paso del tiempo y la soledad en clave de comedia.