Escenas Míticas: Zombies - Soy leyenda

 

 

   Algunos podrán preguntarse porque incluyo esta película en el especial de zombies. Si, ya sé que los infectados en este caso son vampiros pero creo que el cine zombie se define por más cosas que una pura definición. En primer lugar, este film tiene muchas similitudes con cualquier película de género zombie: ciudad apocalíptica, pandemia masiva sobre la población (que queda en un estado inhumano y sin conciencia). En segundo lugar, no se llega a decir en ningún momento que sean vampiros específicamente (en la novela si, aquí no), lo único que sabemos es que no soportan el sol. Y en tercer lugar, técnicamente un vampiro es también un no muerto.

 

 

 

   Es inevitable que éstas imágenes nos recuerden a las mostradas del Londres de "28 días después". Pero, en realidad, hacen alusión a la anterior adaptación de la novela de Richard Matheson "Soy leyenda" con Charlton Heston en "El último hombre vivo", que dicho sea de paso, tampoco es que fuera muy fiel al texto.

 

 

 

   Aquí tenemos una muy buena secuencia de suspense en la primera aparición de en lo que se ha convertido la humanidad. Advertimos la importancia que tiene para Neville (Will Smith) la vida de su perra Sam, dato que será muy relevante para la siguiente escena.

  

 

   Al igual que ocurría en varias de las secuelas de "Resident Evil", no solo los humanos se ven afectados por el virus. Así que tenemos una serie de perros rabiosos esperando que se vaya el sol para echarle el diente a Neville. La segunda parte de la escena me resulta muy dificil de ver porque soy capaz de ver las lindezas que pueden llegar a vérseles a Leatherface, Michael Myers o Jason Voorhees pero no puedo ver como muere un animal. Curioso.

  

 

   Recuerdo cuando estaba en el cine como se escuchaban risas cuando Will Smith hablaba con el maniquí. Sin embargo, a mí me resulta de lo más dramático. Es el fiel retrato de la deseperación ante la soledad. Es similar a cuando Tom Hanks se hacía amigo de un balón al que llamaba Wilson y lloraba desconsoladamente ante su pérdida.

 

 

 

   Aquí si tengo que decir que me gustó mucho más el final de la novela e incluso de la versión anterior con Charlton Heston. Y es que no entendí muy bien ese giro hacia una especie de desenlace con tintes religiosos. Pero bueno, la escena tiene su fuerza y por eso la pongo.

   La película también fue bastante libre respecto a lo contado en la novela (muy recomendable) de Matheson. Es cierto que es una versión blockbuster del tema pero me impresionaron muchas imágenes de abandono de la ciudad y posee buenas secuencias de acción.