domingo, 19 de enero de 2025
Hombre lobo
FICHA
TÉCNICA
Título:
Hombre
lobo.
CRÍTICA
SINOPSIS: Un
hombre hereda una granja familiar, tras varios años sin tener
contacto con su padre fallecido. Cuando se traslada a la zona con su
mujer e hija, son atacados por lo que creen que es un animal. Él es
herido y comienza a manifestar cambios físicos.
LO MEJOR: Antes
de nada es importante avisar que hay que controlar las expectativas
con las que ir a ver una película que es buena pero muy
probablemente no la que muchos esperan. Leigh Whannell ya le dio una
vuelta total, en su anterior película, a un clásico como “El hombre
invisible”, yendo más hacia la ciencia ficción que a lo
fantástico y acercándose incluso al slasher en el plano del terror.
Aquí hace una jugada parecida, con la que posiblemente sea la
versión más realista hecha del icono cinematográfico del hombre
lobo. Desde luego es la más alejada de la fantasía. Es más, hace
todo lo que puede para huir de los clichés tradicionales del
subgénero y de la tan recurrida explicación del folclore. No, en este
caso, la licantropía, más allá de su prólogo, es tratada como una
enfermedad, que se puede transmitir como la rabia, y que supone unos
cuantos cambios físicos pero no una transformación en toda regla.
Whannell apuesta más por el suspense, donde hace valer lo que mejor
se le dio en su película precedente, la puesta en escena, que el
terror propiamente dicho, con una especie de home invasión en la que
juega con cuál es el peligro más amenazador, si el de dentro o el
de fuera. El director trata de que sea una experiencia lo más
inmersiva posible, incluso mostrándonos la visión subjetiva del
“monstruo”, pero, sobre todo, a través de lo audiovisual, con un
espectacular trabajo de sonido. Por cierto, todos los efectos son
artesanales, hablo en cuanto al maquillaje, porque body horror si
hay, y se agradece la ausencia del CGI.
Interpretación: Hay
muy pocos personajes pero bastante bien interpretados. Especialmente
las dos protagonistas. Christopher Abbott me ha sorprendido. Pero
nuevamente, la atracción es Julia Garner. Me hago cruces cuando veo
que hay quien osa a acusar a esta actriz de inexpresiva, que siempre
tiene cara de pena. Vaya, lo mismo que le decían (y siguen algunos)
a Kristen Stewart. Dos cosas. Primero, quien diga eso no ha visto
todo lo que ha hecho esta chica. Segundo, hay una cosa que se llama
interpretación contenida.
Escenas (SPOILERS!!): Leigh
Whannell dirigen muy bien las escenas de suspense pero también la de
los momentos de acción, como el accidente de la camioneta o el
ataque cuando pretenden huir en el coche. Tampoco se cortan las dosis
de body horror, como cuando se muerde su propio brazo. No obstante,
lo más interesante es como trata ciertos aspectos. Como la lucha
interna del marido para no dañar a su propia familia, incluso enfrentándose al otro hombre lobo para protegerlos. Por cierto, el cual se
revela como el gran giro de la película, pues tras matarle descubre
que era su padre. Me parecen interesantes esos planos en los que nos
muestra cómo ve y percibe su alrededor el licántropo. Bastante
novedoso. En el final, me ha parecido un guiño a “La mosca” de
Cronenberg, cuando parece pedir que le mate su mujer y acabe con todo.
LO PEOR: Los
que vayan buscando espectaculares transformaciones y muchas imágenes
de las recreaciones de los hombres lobo, esta no es su película. Lo
aviso porque a quien vaya buscando a lo típico de este subgénero,
le puede producir un poco de insatisfacción, e incluso decepción.
De hecho, tengo la sensación de que no va a gustar demasiado.
REFERENCIAS: Se
nota que es el mismo director de “El hombre invisible”. Pero en
cuanto al cine de licántropos, está más cerca de “Lobo”, con
Jack Nicholson, o la reciente “La bestia oculta”, que del hombre
lobo clásico.
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