Aunque
hable de la época dorada de los Chicago Bulls, claramente se centra
en Michael Jordan, como no podía ser de otra manera, con lo cual no
he tenido ningún problema. Tengo que decir que para mí Jordan es
Dios. Me parece uno de los mejores deportistas de la historia del
deporte. Él solito consiguió que me interesara la NBA, que no me
había interesado antes de él y me dejó de interesar después de
que se retirara. Sin él, los Bulls nunca habrían ganado lo que
ganaron. Aquí hablan de su situación personal (en lo familiar), de
su arrolladora personalidad ganadora pero también de su lado oscuro,
su poder en el vestuario y sus conflictos con otras figuras del
equipo. No obstante, el documental también le dedica su tiempo a
otros, como Denis Rodman, Scottie Pippen, Steve Kerr o Phil Jackson.
Incluso al manager de la franquicia por ese tiempo, Jerry
Krause, aunque solo para dejarle como un trapo, porque le ponen todos
fino. Hacen un repaso de esa etapa exitosa pero muy focalizada en el
último año en el que todas esas estrellas jugaron juntas y supuso su
despedida de esa era gloriosa. Me ha emocionado porque yo seguí esos
campeonatos y vibré con esas series finales del último anillo que
ganaron. Por tanto, no soy objetivo. Creo que a alguien que le guste
el baloncesto, más concretamente la NBA, más todavía los Chicago
Bulls y, sobre todo, Michael Jordan, le va a encantar esta miniserie
documental. Pero dudo que a alguien que no sea aficionado, le pueda
interesar, es para muy cafeteros. 8.
Por
alguna razón confundía este con el accidente del Challenger por lo
que me ha sorprendido, dado que en aquel la fatalidad se dio a efecto
a los pocos segundos del lanzamiento, por lo que pensaba que todo el
documental trataría de los momentos previos y después a analizar
las posibles causas de la explosión. Sin embargo, en el caso del
Columbia, esta se produjo a la vuelta de la misión, en la reentrada
a nuestra atmósfera. Es un detalle significativo, porque esta
miniserie documental de tres episodios, realiza un análisis
minucioso de los hechos centrándose en la lamentable gestión desde
el momento se sospecha que el transbordador ya había sufrido daños
en los primeros minutos. La gestión desde lo humano porque desde lo
técnico poco se podía hacer. Era imposible que se salvaran. A
través de abundante material de archivo, entrevistas y testimonios
nos lo explican. No hay ni una sola recreación digital, todo lo que
nos enseñan son las imágenes reales. Me ha parecido mucho más
interesante de lo que esperaba. Incluso me ha emocionado en
determinados momentos, no solo por el dolor de las familias de los
tripulantes, no abusa de ese aspecto
para provocar la lágrima fácil, sino por la frustración de unos
ingenieros rotos por no poder hacer nada y aún así, tantos años
después, sentirse culpables de no haber hecho más. A quien le
interesen estos temas, este es un documental muy recomendable. 7’5.
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