Había
que meter una del maestro John Carpenter por narices, porque aunque
venía destacando en los setenta con dos títulos tan incuestionables
como “Asalto a la comisaría del distrito 13” o “La noche de
Halloween”, fue en los ochenta donde el cineasta norteamericano fue
más prolífico con hasta ocho títulos. Y no voy a ocultar a estas
alturas mi predilección por su filmografía y, dentro de esta década, por “Starman”.
Aunque
su llegada a este proyecto fue anecdótica. Su gestación se dilató
hasta los cinco años y por él pasaron hasta siete guionistas y seis
directores, entre los que estaba Mark Rydell, Adrian Lyne, John
Badham , Peter Hyams, Tony Scott y finalmente John Carpenter, qué
fue elegido por uno de los productores ejecutivos, Michael Douglas.
Un
Carpenter que solo aceptó porque “La cosa”, por muy injusto y
llamativo que nos parezca ahora, fue un soberano fracaso de taquilla.
Hoy es considerada una obra maestra. Y para recuperar el crédito
como generador de dinero aceptó “Christine” y “Starman”.
Curiosamente ninguna de las dos fue un éxito de recaudación.
De
hecho, la película costó 24 millones de dólares y obtuvo en
taquilla 28, es decir, no perdió dinero cómo “La cosa” pero
tampoco fue un gran negocio. Hay que aclarar que antes las películas
no gastaban tanto en distribución como ahora. Por eso, actualmente
cualquier producción debe conseguir como mínimo el doble de lo
invertido para ser considerada un éxito. Pero antes, cubrir gastos
era salvar los muebles.
Paradójicamente,
dos años antes, en 1982, había sido un proyecto de Columbia, quién
había enterrado a “La cosa” con su idea contrapuesta
de alienígena y entrañable simpático de Steven Spielberg en “E.T,
el extraterrestre” por la de Carpenter de alienígena, monstruoso y
terrorífico. “Starman” proponía también un extraterrestre
agradable y pacífico en la línea Spielberg.
También
hay que apuntar que tuvo que vérselas con el “Dune” de David
Lynch, que a la postre fue un fracaso pero que al estrenarse ambas en
el mismo fin de semana les restoó impacto. No obstante, “Starman”
tuvo bastantes buenas críticas. Incluso llegó a ser nominada a los
Oscars (la única nominación de toda la filmografía de Carpenter y
fue para Jeff Bridges) y los Globos de Oro, en las categorías de
actor y banda sonora.
Un
Jeff Bridges que está excelente en su interpretación. Aunque no fue
ni la única opción ni la principal siquiera. Antes estuvieron
considerados para el papel Tom Cruise y Kevin Bacon, que incluso
llegó a aceptar. Finalmente fue Bridges, al que acompañó una actriz
muy de moda en la década ochentera con títulos como “Indiana
Jones en busca del arca perdida” o “Los fantasmas atacan al
jefe”, Karen Allen, que está magnífica.
De
todos modos, para no ser un film rompetaquillas, se hizo una serie
secuela donde Starman volvía después de catorce años tomando el
cuerpo de un fotógrafo, Jack Forrester, y junto a su hijo ya
adolescente buscaban a su madre. Solo duró una temporada de 22
episodios y se canceló por baja audiencia. El protagonista era
Robert Hays, que muchos recordarán de “Aterriza como puedas”.
Personalmente
cuando la vi de niño me causó una gran impresión y cuando he
vuelto a revisar ahora me sigue pareciendo una gran película, con
esa mezcla de road movie, historia de amor alienígena-humana y
ciencia ficción, con un final tremendamente emotivo, una bellísima
música y una escena que lo decía todo. Cuando resucita el ciervo, arreglando lo que el hombre había destruido.
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