Seamos
claros, tenía una pinta muy previsible. Lo de una mujer asesina a
sueldo infalible y tal, como que ya se ha visto unas cuantas veces.
Que se lo digan a Luc Besson, que cada cierto tiempo vuelve al perfil
de personaje de Nikita. Pero bueno, que está Jessica Chastain ahí,
y esa tía levanta cualquier película. Además acompañada por un
reparto con Colin Farrell, John Malkovich, Joan Chen, Geena Davis, .
. Pues no. De hecho, he estado pensando todo el rato como se había
metido la Chastain en ésto, y resulta que encima es la productora,
con lo cual, suya fue la decisión de colocar como director a alguien
que no tiene ni el más puñetero pulso para rodar escenas de acción.
Es que se le ve totalmente fuera de su elemento. Hay telefilmes con
secuencias de acción mejor rodadas. Han pretendido hacer una versión
femenina de John Wick (hay ciertos momentos que incluso copia) pero
con problemas familiares para darle mayor empaque dramático y ha
salido un descafeinado. 3.
Pues
supera a todas las películas precedentes. Claro lo que no sé si eso
es decir mucho porque tampoco era muy difícil. Pero sabiendo lo que
se va a ver resulta un entretenimiento bastante divertido. Claro está
que olvidándose de temas como el desarrollo de personajes y guion,
que de eso no quiere saber nada. De hecho, construye una trama lo más
simple posible pero suficiente para justificar lo que realmente han
venido a ofrecer, que es una serie de combates de artes marciales y
demás. Básicamente aparecen un par de personajes en pantalla y se
parten la cara. Pero oye, no engañan a nadie, y hay que decir que
las peleas están muy bien coreografiadas. Y rodadas, porque aquí
se pueden ver, no ponen la cámara a diez centímetros de forma que
uno no se entera de nada. No, se ven bien y son bastante
espectaculares. Porque hay más dinero que en las películas
anteriores y lo hacen notar en los efectos especiales. Además, hay
muchísima sangre y bastante gore (tiene algunas escenas muy
jugosas). 5’5.
Había
leído opiniones bastante negativas pero como no hago caso a los
linchamientos pues le he dado una oportunidad, que tras el prólogo
quedaba suficientemente justificada. Y después apuntaba más alto de
lo que pensaba porque se notaba una producción más generosa con
unos escenarios más espectaculares que en la primera película. Pero
es que de ahí en adelante va cayendo en picado. Cuando “Tren
a Busán”
era un film vibrante, tenso y que no daba un respiro, su secuela me
ha parecido lenta y muy irregular en cuanto a ritmo. Además
que se pierde el factor claustrofóbico de concentrar la trama en un
espacio reducido y sin salida. Ya a los últimos analistas de cine de
zombis (o infectados) les dejo detalles como que los mencionados unas
veces escuchen hasta una mosca y otras tengan el detalle de dejar a
los protagonistas conversar a viva voz y ponerse a recordar sus cosas
en plena calle, o que se lleven visores de visión nocturna aunque se
vea perfectamente sin ellos, porque eso son chorradas que me dan
igual si la película me entretiene. Ese
el problema que en muchos ratos se me ha hecho aburrida, y eso que pica
más en platos de películas de acción como “1997, rescate en
Nueva York”, “Mad Max” e incluso “Fast and furious” que en
títulos de cine zombi. 4.
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