FICHA
TÉCNICA
Título:
Cruella.
Dirección:
Craig
Gillespie.
País:
Estados
Unidos.
Año:
2021
Duración:
134
min.
Género:
Thriller,
comedia.
Interpretación:
Emma
Stone, Emma Thompson, Joel Fry, Paul Walter Hauser, John McCrea,
Emily Beecham, Mark Strong, Kayvan Novak, Kirby Howell-Baptiste,
Jamie Demetriou, Niamh Lynch, Andrew Leung, Ed Birch.
Guion:
Dana
Fox, Tony McNamara. Historia:
Aline Brosh McKenna, Kelly Marcel, Steve Zissis. Novela:
Dodie Smith.
Producción:
Glenn
Close, Kristin Burr, Andrew Gunn, Marc Platt.
Música:
Nicholas
Britell.
Fotografía:
Nicolas
Karakatsanis.
Distribuidora:
Walt
Disney Pictures.
CRÍTICA
LO MEJOR: Es
mucho más satisfactoria de lo que cabía esperar hasta el punto de
considerarla la mejor versión live-action de las que se han hecho de
un personaje de Disney. Quizá porque precisamente no lo sea. Es una
precuela, lo que posibilita abordar un terreno inexplorado y tiene la
libertad de inventar la historia del origen del personaje sin tener
que ajustarse a un texto precedente o una versión anterior. Y eso en
manos de un director con personalidad propia como es Craig Gillespie,
como ya demostró aplicando el tono de comedia negra a una historia
real, bastante trágica y que cualquiera hubiera tratado desde el más
absoluto drama, cómo fue su anterior trabajo, “Yo, Tonya”, pues
ha posibilitado dar una visión bastante menos edulcorada e infantil
de lo que es habitual en Disney. De hecho, Gillespie tira mucho del
método de creación de villanos del cine de superhéroes, por cierto
bebiendo considerablemente del Joker, al menos en cuanto a estética
y sobre todo la puesta en escena de las apariciones de Cruella. Pero
sobre todo jugando con dos aspectos. Por un lado planteando cuál es
la verdadera identidad del personaje, si Estella o Cruella, haciéndonos
pensar quién es la personalidad real y quién es el alter ego. Y luego
fundamentando la creación del villano a partir de su enfrentamiento
con otro, lo que la convierte en antihéroe. Pero básicamente la
película es un notable entretenimiento a pesar de superar las dos
horas, que ni se nota merced a un ritmo endiablado que hace de su
montaje y el movimiento de la cámara sus mayores aliados. Además, el
diseño de producción es absolutamente espectacular. Todo lo que
aparece en pantalla, su estética, está cuidado al detalle, ya sean
objetos, coches, vestuario, peinados, maquillajes o decorados. Y todo
acompañado casi omnipresentemente por una genial selección de
temas musicales, una playlist que hace que parezca un musical sin
números musicales.
Interpretación: Soy
yo o es que Emma Stone es de las actrices que más energía despliega
en pantalla. Es que le da igual lo que le echen. Su capacidad de
saltar de la comedia al drama mientras se mete en un personaje
bastante gamberro sin caer, cómo sería lo más fácil, en la
sobreactuación y el histrionismo, es inconmensurable. Pero eso puede
hacer que se coma crudo a cualquiera que le pongan compartiendo
pantalla. Por eso le han colocado a otra Emma, Thompson, que también
está perfecta. Es el duelo entre ambas Emmas el motor de la
película. A destacar también a Paul Walter Hauser como personaje
cómico. A Mark Strong podría habérsele aprovechado mejor.
Escena (SPOILERS!!): Uno
de los aciertos es la mezcla de géneros porque al final es una
historia de orígenes pero a partir de una venganza que por el camino
toca el cine de estafadores, robos y golpes a lo “Ocean´s eleven”.
Como la escena de los vestidos dentro de la cámara de seguridad. Por
cierto, el vuelo de las polillas recuerda y mucho al de los
murciélagos de Batman (en varias películas). También el planeo en paracaidas del final. No es el único guiño
a DC, la propia Emma Stone me ha recordado varias
veces a la Catwoman de Michelle Pfeiffer en “Batman vuelve”. Pero
cada vez que Cruella aparece como Cruella en estado puro, recuerda a
las apariciones del Joker de Heath Ledger en eventos públicos. No
obstante, el guiño más importante es el de la escena de los post
créditos (bueno a la mitad) con ese regalo de los dos cachorros de
dálmata que dan lugar a los “101 dálmatas”.
LO PEOR: Al
final Disney le habrán puesto sus líneas rojas al director y ha
habido que cumplir con ciertos canon típicos de la compañía por lo
que la historia no se ha atrevido (o no ha podido) a ser realmente
transgresora, oscura y diabólica. Termina justificando todos los
actos de Cruella en pos de echar la culpa a otros, una moralina tan
habitual de Disney como de los personajes de Marvel, con aquello de
que la culpa es de los padres y del mundo que me ha hecho así.
REFERENCIAS: Lo
de “101 dálmatas” es tan evidente que casi no merece la pena
mencionarlo. Sobre todo cuando me parecen mejores referencias
“Maléfica” (creación de villana) y “El diablo viste de Prada”
(trama).
CONCLUSIÓN: 7’5. Notable entretenimiento bastante menos infantil y edulcorado de lo que es habitual en Disney y que lo apuesta todo al duelo de las dos Emmas, Stone y Thompson, que claramente se lo están pasando en grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario