jueves, 26 de abril de 2018

The end of the f***ing world


   FICHA TÉCNICA

Título: The End Of The F***ing World.
Dirección: Jonathan Entwistle, Lucy Tcherniak.
País: Reino Unido.
Año: 2017.
Duración: 20 min (8 episodios).
Género: Comedia, drama.
Interpretación: Alex Lawther, Jessica Barden, Gemma Whelan, Wunmi Mosaku, Steve Oram, Christine Bottomley, Navin Chowdhry, Matt King, Eileen Davies, Jayda Mitchell, Jack Veal, Polly Kemp, Jonathan Aris, Alex Sawyer, Barry Ward, Kierston Wareing.
Guión: Charlie Covell, Chuck Forsman, Jonathan Entwistle (Cómic: Chuck Forsman).
Producción: Kate Ogborn.
Música: Graham Coxon.
Fotografía: Justin Brown, Ben Fordesman.
Distribuidora: Netflix.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Dos adolescentes escapan de sus respectivos hogares, hartos de las vidas en las que están inmersos, y se embarcan en un viaje a lo largo del país, lidiando con toda clase de situaciones y sobrepasando la línea de la ley.
   LO MEJOR: Gran sorpresa la que me h llevado con esta superminiserie (algo más de dos horas y media en total). Una muy británica tragicomedia de pronunciado y ácido tono satírico pero cargada de dramatismo enmascarado por un humor negrísimo que hace que te rías no pocas veces, aunque cuando te paras a pensar te das cuenta de que en realidad la historia es bastante dura y que no tiene nada de gracia. Pero seguidamente vuelves a desternillarte. Una atípica historia de amor entre un chico que está convencido que es un psicópata y una chica muy cabreada con el mundo. Es tan atípico el inicio de su alianza que él solo accede a escaparse con la intención de matarla en algún momento. Es cuando ambos empiezan a advertir que comparten sentimientos parecidos acerca de sus vidas, como infelicidad, frustración y desconexión, además que a los dos les falta una de las figuras parentales. Pero a lo largo de la serie veremos que en realidad no son tan diferentes de cualquier otro adolescente, y que su deseo es encajar en el mundo, compensar sus convulsos pasados que les hacen sentirse incompletos. Y esa sensación solo la consiguen estando juntos. Es por eso que, sin ningún artificio romántico, la historia llega a conmover. Son solo ocho capítulos de unos veinte minutos cada uno, cada uno representa un paso en la historia, lo que contribuye a que se pase volada y se haga cortísima.
   Interpretación: Quien sea seguidor de la serie “Black Mirror” recordará a Alex Lawther en un episodio que también vaya tela “Cállate y baila”. Pues a quien le gustara allí, aquí les va a encantar porque está magnifico. Pero es que luego ves a Jessica Barden y está incluso mejor, que ya es decir. Dos enormes interpretaciones que sorprenden por su frescura. Para colmo, la química entre ambos es total y absoluta, y si bien por separado sus actuaciones no se resienten, es cuando están juntos cuando dan su mejor rendimiento. Tampoco hay que perderse a la pareja de policías, Gemma Whelan (Yara Greyjoy en “Juego de tronos”) y Winmi Mosaki, especialmente la primera.
   Escena (spoiler): No será por situaciones rocambolescas, así que solo destacaré unas cuantas. Como la huida, robando el coche y propinándole al padre un puñetazo para luego una de las escenas más cómicas con el accidente y posterior debate sobre si explotaría o no, siendo finalmente que sí. Como cuando él paga a unos chavales para que le peguen una soberana paliza, ante el dolor del abandono de ella, que duró poco, la verdad. Es bastante importante el flashback donde se narra el suicidio de la madre ante sus ojos. Y es significativa la clase de personas que se encuentran por el camino, como el acosador de menores (al que roban), el psicópata violador, que casi agrede a Alyssa (Barden) y que James (Lawther) apuñala en el cuello y lo mata para defenderla (donde, por cierto, se da cuenta que no es un asesino) o el propio padre de ella, un perdido de la vida que la abandonó, al que piden ayuda y termina traicionándolos, y que también apuñalan en una pierna. El final es muy dramático, donde la pareja se da cuenta que no pueden estar separados. Da lugar perfectamente a una segunda temporada.
   LO PEOR: Hay que sobrepasar los dos primeros episodios, que no es que sean lo más agradable del mundo. Cuesta eso más o menos cogerle el sentido del humor y apreciar el valor de lo que nos cuentan. Pero dos episodios suponen solo cuarenta minutos, tampoco es tanto pedir.
   CITAS: “Soy James. Tengo 17 años y estoy bastante seguro de que soy un psicópata”. “A veces tengo ganas de darle un puñetazo en la cara a mi padre”. “Creo que podría enamorarme de él”. “Adivinas a que huele la libertad”. “Estar cabreada y triste al mismo tiempo realmente me excita”. “Ella hacía que sintiera cosas. Y eso no me gustó nada”. “Alyssa es muy buena para molestar a la gente”. “Nadie se detiene por bichos raros, salvo por otros bichos raros”. “Quien dice que todos los chicos están obsesionados con el sexo no conoce a James”. “Fui bueno en no sentir absolutamente nada. No tuve que intentarlo. Simplemente no lo hice”
   REFERENCIAS: Tiene bastantes nexos con otra road-movie, “Thelma y Louise”. Son una especie de “Bonny and Clyde” novatos, o unos “Asesinos natos” adolescentes. Se basa, en la novela gráfica homónima de Charles S. Forsman.
   CONCLUSIÓN: 7. Brillante tragicomedia en forma de road movie negrísima a lo Bonny & Clyde adolescente.
   


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