El éxito de “Conan, el bárbaro” inevitablemente eclipsó a otras muchas películas del mismo corte de bastante menor calidad, que en la mayoría de los casos eran descaradas imitaciones que trataban de aprovechar el tirón de cimerio entre el público. Quizá una de las más aventajadas, o por lo menos, así la recuerdo, es “El señor de las bestias”.
Sin embargo, como posiblemente supondrá una sorpresa para muchos, esta película no fue una total imitación de “Conan”. Al menos, no nació como tal. El dato en el que me baso es que la producción de “El señor de las bestias” se inició tan solo tres meses después del estreno de “Conan, el bárbaro” en los cines, por tanto, era un proyecto que ya se gestaba antes. No dudo, eso sí, que después se hicieran ciertos cambios para acercarse a la obra de John Milius.
Sinceramente, no creo que éste sea un gran film en absoluto, pero el cariño con el que le recuerdo me ha impulsado a incluirla en este especial. Además, considero que tiene algunas facetas que la defienden muy bien y que la hacen destacar sobre otros ejemplos de este subgénero.
Me parece muy interesante que se introdujera en el argumento la variable de que el protagonista podía comunicarse e incluso dominar a los animales. Un tigre, un halcón…y unos inolvidables hurones daban prueba de ello. Otra de esas facetas en defensa de la película es su muy digna factura técnica. Lo más destacable en este sentido fue la fotografía de John Allcott, que había colaborado en varias películas con Stanley Kubrick y, de hecho, ganado un Oscar con “Barry Lyndon”. La música de Lee Holdrigge también está a gran nivel.
Don Coscarelli venía de iniciar la saga de terror “Phantasma” y se cambió totalmente de registro coescribiendo y dirigiendo este film. En cuanto al reparto, el protagonista era el televisivo Marc Singer, popularísimo por su papel de Donovan en la serie “V”. La fémina en cuestión fue Tanya Roberts, considerada en aquella época toda una sex-symbol y que posaría para la revista del conejito después. Y John Amos, un todoterreno secundario que tiene un largo historial de papeles secundarios.
Una curiosidad del subgénero de “Espada y brujería “es que muy habitual que comiencen con una masacre. Las hordas de algún ejercito de bárbaros, a ser posible con cascos de grandes cuernos, arrasando literalmente un pacífico poblado, quemando sus cabañas, violando a sus mujeres y, a menudo, empalando a sus supervivientes. Como que era un clásico prólogo en estas películas.
Como ya decía, la calidad en este subgénero no era precisamente
alta, pero se hicieron bastantes filmes al respecto. Algunos ejemplos son “El
guerrero rojo” (también con Schwarzenegger), “Kull, el conquistador”, “Krull”,
“Ator, el invencible”. Por su parte, "El señor de las bestias" contó con varias secuelas "La puerta del tiempo" y "El ojo de Braxus", de bastante menor calidad aún.
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