El mes de diciembre alberga siempre estrenos bastante esperados. Y este año no ha cambiado la tónica, dos de ellos son bastante potentes. Por un lado está "Exodus", de Ridley Scott y por otro "El hobbit 3, la batalla de los cinco ejércitos". Escogeremos éste último que aparte de que finaliza una saga, nos da la posibilidad de repasar todas las demás entregas.
Muchas vueltas dio el proyecto de adaptación. Y cuando digo ésto me refiero a muchos años rondando guionistas, directores, repartos, productoras que aportaran el presupuesto necesario. La obra de Tolkien se presentaba demasiado mastodóntica como para abordarla con garantías.
Finalmente, el desafío le cayó a Peter Jackson. Confieso que esta elección me planteó serias dudas sobre el buen criterio de los productores. El autor de una de las películas más gore y que a su vez mezcla con comedia, "Braindead, tu madre se ha comido a mi perro", bien reconocida pero alejada de la empresa a la que se enfrentaba, no me parecía el más idóneo.
Pero tuve que tragarme mis malos augurios y bien que lo agradezco pues Jackson resultó ser un director acertadísimo, capaz de respetar lo suficiente el texto original y no decepcionar así a los seguidores de los libros, de darle el sentido épico necesario y satisfacer al público de todas las edades.
La maniobra de Peter Jackson para esquivar los elevados costes consistía en rodar las tres películas que formarían la trilogía a la vez, ahorrando mucho dinero en cuanto a localizaciones exteriores. Además, escogió un reparto sobradamente competente pero exento de grandes estrellas con desorbitados sueldos.
Fue después de ver la película cuando me enteré que era el propio Jackson quien llevaba años soñando con adaptar esta historia y que no se explicaba porque nadie hacía nada al respecto. En conclusión, New Line Cinema se encargó de la distribución del film a nivel mundial.
La jugada no pudo salir mejor. La primera entrega dejó tal buen sabor de boca que los espectadores salían de la sala contando los días que faltaban para la siguiente. Se iniciaba una de las mejores sagas de la historia del cine.
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