La expectación de esta segunda parte fue brutal. La gente ya no asistía a los cines con la duda de saber como lo habían hecho, sino a continuar disfrutando de lo expuesto en la primera parte. Los incrédulos y críticos eran cada vez menos en comparación con los admiradores.
En cuanto a la adaptación de las novelas de Tolkien a la pantalla, en mi opinión, es de las mejores que un servidor haya visto, y no es que sean pocas. Hay que tener en cuenta lo descomunalmente extensa que es la obra de Tolkien. Siempre hay quien dice que falta ésto y lo otro, pero el cine y la literatura son medios distintos, con lenguajes distintos, y para mí, la historia está perfectamente resumida.
En cuanto al reparto, si decíamos la semana pasada que no había estrellas sobresalientes, un año después de la primera entrega, los actores casi ya se habían convertido en ellas. Solo Ian McKellen (que también ejercía de Magneto en la saga "X-Men") tenía prestigio antes de iniciarse la saga, sin olvidar a Christopher Lee (pero en un papel secundario) y el siempre efectivo y aprovechable Sean Bean. Pero consagraría a Viggo Mortensen, Elijah Wood, . . .
Si hay algo que nos hace sentir de nuevo niños en el mundo fantástico es la recreación de las criaturas. Y ahí "El Señor de los Anillos" tiene una riqueza en abundancia. Auna enanos (no digo que sean criaturas pero si las caracterizaciones de la película), hobbits (inventados por Tolkien para la causa), magos (Gandalf y Saruman), orcos (incluso de varias especies e inventados como los Uruk-Hai), dragones (de los nazgul), wargos (cruce entre lobos y hienas), el balrog (el enemigo que los supera a todos), árboles parlantes, y un largo etcétera).
Si algo le faltó a la primera parte es tener una verdadera batalla, una de esas de grandes dimensiones. No sería ésta la más espectacular de la franquicia, y eso ya es decir mucho pues solo ésta ya superaría a la de cualquier otra película de corte épico.
El abismo de Helm tenía toda la pinta de convertirse en el fuerte de El Álamo de la Tierra Media. Hombres y elfos defienden sus muros ante una grandiosa horda de Uruk-Hai, una variante de orco, mucho más poderoso y dotado en el combate.
Tampoco sería ésta la carga de caballería más espectacular de la trilogía, pero aún así deja en pañales a las que se hubieran filmado hasta la fecha. Ésta batalla es la segunda en todo de la saga pero la primera tras el momento de su estreno.
He aquí el personaje de todo el mundo creado por Tolkien. Gollum se convertiría en el favorito de todos los seguidores, a pesar de ser uno de los villanos, pero tenía ese carisma que hizo las delicias del respetable. La labor de Andy Serkis para la recreación de sus movimientos y, sobre todo, la expresividad, fue vital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario