FICHA TÉCNICA
Título: Tránsito.
Dirección: Marc Forster.
País: USA.
Año: 2005.
Duración: 99 min.
Género: Drama, thriller.
Interpretación: Ewan McGregor (Sam Foster), Naomi Watts (Lila), Ryan Gosling (Henry), Bob Hoskins (Dr. Leon Patterson), Janeane Garofalo (Dr. Beth Levy), Kate Burton (Sra. Letham), Elizabeth Reaser (Athena), B.D. Wong (Dr. Ren), Amy Sedaris (Toni).
Guión: David Benioff.
Producción: Arnon Milchan, Tom Lassally y Eric Kopeloff.
Música: Asche & Spencer.
Fotografía: Roberto Schaefer.
Montaje: Matt Chessé.
Diseño de producción: Kevin Thompson.
Dirección artística: Jonathan Arkin.
Vestuario: Frank L. Fleming.
País: USA.
Año: 2005.
Duración: 99 min.
Género: Drama, thriller.
Interpretación: Ewan McGregor (Sam Foster), Naomi Watts (Lila), Ryan Gosling (Henry), Bob Hoskins (Dr. Leon Patterson), Janeane Garofalo (Dr. Beth Levy), Kate Burton (Sra. Letham), Elizabeth Reaser (Athena), B.D. Wong (Dr. Ren), Amy Sedaris (Toni).
Guión: David Benioff.
Producción: Arnon Milchan, Tom Lassally y Eric Kopeloff.
Música: Asche & Spencer.
Fotografía: Roberto Schaefer.
Montaje: Matt Chessé.
Diseño de producción: Kevin Thompson.
Dirección artística: Jonathan Arkin.
Vestuario: Frank L. Fleming.
CRÍTICA
SINOPSIS:
Sam Foster es el
psiquiatra de un chico desequilibrado mentalmente y que un día le dice que en
tres días va a suicidarse. Sam intentará evitarlo pero las situaciones a las
que se verá sometido le harán dudar de que es realidad y que ficción.
LO
MEJOR: Maneja una trama
sumamente interesante que utiliza como anzuelo la incertidumbre de saber que
está pasando realmente y el porqué de los hechos que se están dando que , por
otro lado, van al límite de hacer al espectador que se desenganche de pura
confusión. Al fin y al cabo, propone un juego que consiste en encontrar las
piezas de un rompecabezas para poder ensamblarlas y así entender el mensaje. El
tema, básicamente, trata sobre la teoría de que en el paso de la vida a la
muerte hay un paso, un periodo de transición en el que las almas de las
personas no tienen muy claro donde están.
Interpretación:
El trío protagonista es
de bastante crédito y lleva sus actuaciones con sobrada solvencia. Ewan McGregor
es quien asume más tiempo en pantalla. No se arruga y eso que el personaje
tiene su complejidad. Tampoco está mal Naomi Watts, actriz de generoso talento,
y muy dotada para las escenas dramáticas. Y no es menos Ryan Gosling, del que
ya hemos hablado en varias ocasiones en el blog y que considero uno de los
actores más interesantes de su generación.
Escena
(spoiler): Hay numerosas
secuencias que te dejan con sensación de estar viviendo una paranoia. Como ver
a McGregor subir y bajar unas escaleras y terminando en el lugar de origen.
Todo empieza a complicarse cuando en medio de una sesión de terapia
psicológica, aparece Bob Hoskins como padre de Ryan Gosling. El tema es que
éste último sostiene que su padre estaba muerto. Y el final “revelador”, si se
puede decir así, en el que, tras un accidente, Gosling se sienta en la
carretera. Cada uno que interprete lo que quiera.
LO
PEOR: Como digo, la
confusión, en ocasiones, es de tres pares de narices. Hay fases donde
directamente no sabemos por donde andamos ni porque pasa lo que pasa. No voy a
engañar a nadie, es una rayada para aquellos que les gusten las películas no
lineales, de ver con papel y lápiz al lado y de las que viéndolas una segunda y
una tercera vez, le sacas más cosas (lo cual no está mal).
CITAS:
“El arte malo es más trágicamente hermoso que el bueno porque documenta el
fracaso humano”. “¿Puedes imaginar odiar tanto tu vida que quieres tener una
hoja de repuesto?”
REFERENCIAS:
No en forma, ni entorno
ni ambientación onírica pero si en argumento, recuerda a cierto cine de David
Lynch. Más en concreto a “Mullholland Drive” pero con una puesta en escena
menos fantasiosa, más hacia el thriller psicológico.
CONCLUSIÓN:
8. Un rompecabezas
sumamente interesante.
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