martes, 5 de marzo de 2019

Escenas Míticas: Clint Eastwood director - Sin perdón




   Sinceramente, no me termino de creer que “Mula”, su última película, lo sea también la de toda su carrera. Quizás es mi cabezonería de resistirme a la marcha de un gran pedazo de la historia viva del cine. Si lo es, será porque a sus 88 primaveras, no se vea capaz de meterse en algo tan complejo cómo hacer otra película, pero algo me dice que va a morir haciendo cine hasta el último de sus días.




   Decir que Clint Eastwood ha sido y es, un mito de la interpretación y uno de los rostros más representativos del género western, no es precisamente descubrir América. Pero no creo que al principio de su carrera muchos pensaran que su faceta como director sería incluso mejor. Es por eso que este ciclo vamos a dedicarlo al Eastwood director tanto si también se coloca delante de la cámara como si no.



   Pero si fueron muchos los que se apuntaron al carro de Clint Eastwood director tras su éxito de crítica, público y premios con “Sin perdón”, aunque ya llevara dos décadas poniéndose tras la cámara. Es cierto que su etapa anterior no tuvo el mismo nivel, con títulos de corte más comercial, más películas entretenidas que reflexivas. Y aún así, hay una buena cantidad de buenos filmes.



   Aunque muchos medios vendieron la película como un homenaje a la spaguetti western, subgénero que encumbró al propio actor como icono de ese tipo de cine propuesto e impulsado gracias a Sergio Leone y su participación en la “Trilogía de los dólares”, no lo es en absoluto. A pesar de que incluya una dedicatoria al cineasta italiano, cuya mejor película fue una en la que curiosamente no aparecía Eastwood, aunque me había encantado verle en el papel de Charles Bronson enfrentado a Henry Fonda en “Hasta que llegó su hora”.



   Pero no lo es. “Sin perdón” es un homenaje al western en sí, más cercano a las claves estilísticas del que se considera mejor narrador del cine “del oeste”, John Ford. Buena prueba de ello es ese plano totalmente crepuscular con el que comienza y acaba la película. Pero Clint sí había rodado un spaguetti antes, “Infierno de cobardes” con el que se hacía referencia al cine que le había dado a conocer en el género.



   No obstante, sus dos siguientes western fueron una evolución por fascículos de lo que sería “Sin perdón” a la que la crítica incluye entre los diez mejores western de la historia del cine y yo lo hago entre los mejores cinco. Esos dos títulos fueron “El fuera de la ley” (el mejor hasta el que hoy nos ocupa) y “El jinete pálido” (película que ya introducía planteamientos para “Sin perdón”).



   La película guardaba similitudes, sin embargo, con “El último pistolero”,  de Don Suegro. (también dirigió a Clint en algunas películas suyas ) y protagonizada por un John Wayne que daba sus últimos coletazos al igual que su personaje, ya retirado, qué hace una reflexión de la edad huyendo de su pasado y buscando la redención. Al igual que William Munny, que además también terminaba volviendo al cine de los míticos pistoleros, casi presentándolo como un fantasma del pasado, al igual que en “El jinete pálido”, como el Kaiser Söze de "Sospechosos habituales”, en ese final oscuro más cercano a lo tenebroso, oscuro, nocturno y alejado de esos típicos duelos al sol.



    Pero lo que siempre ha sabido hacer, sobre todo en su etapa en la dirección posterior, es rodearse de muchísimo talento. Cómo puede verse en la calidad, experiencia y veteranía de los cuatro actores principales. Uno es él mismo, claro. Pero es que los otros son Gene Hackman (que logró un merecido Oscar como actor de reparto), Morgan Freeman (quién le debe a Eastwood el suyo pero por “Million dollar baby”) y Richard Harris. Como curiosidad aparecía la pareja del director, Frances Fischer, que sustituye a Sondra Locke, aunque tenía el mismo perfil.


 
   La película tuvo ocho nominaciones al Oscar, de las cuales se hizo con cuatro, incluida mejor película (siendo el tercer western en conseguirlo tras “Cimarrón” y Bailando con lobos”), cosechó excelentes críticas además de ser un buen negocio pues costó 14 millones y consiguió 160 en taquilla. Además de dejarnos frases como: “Siempre he tenido suerte cuando se trata de matar” o “He matado a mujeres y niños. He disparado a cualquier cosa que tuviera vida y se moviera. Pero hoy he venido a matarle a usted”.

domingo, 3 de marzo de 2019

Alita, Ángel de combate



   FICHA TÉCNICA

Título: Alita: Ángel de combate.
Dirección: Robert Rodriguez.
País: Estados Unidos.
Año: 2019.
Duración: 121 min.
Género: Ciencia ficción, acción.
Interpretación: Rosa Salazar, Christoph Waltz, Jennifer Connelly, Jackie Earle Haley, Ed Skrein, Mahershala Ali, Lana Condor, Keean Johnson, Jorge Lendeborg Jr., Eiza González, Leonard Wu, Elle LaMont, Marko Zaror, Jorge A. Jimenez, Billy Blair, Jeff Fahey, Casper Van Dien, Idara Victor, Derek Mears, Rick Yune, Hugo Perez, Alex Livinalli, Neal Kodinsky, Sam Medina, Darcel Danielle, Garrett Warren, Vincent Fuentes, Gregg Berger, Michelle Rodriguez, Edward Norton, Jai Courtney
Guion: James Cameron, Laeta Kalogridis, Robert Rodriguez (Novela gráfica: Yukito Kishiro).
Producción: James Cameron.
Música: Junkie XL.
Fotografía: Bill Pope.
Distribuidora: Twentieth Century Fox.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: En un futuro lejano y apocalíptico, Alita despierta en un cuerpo parte humano y parte robótico. Ha sido reconstruida por un médico que con sus enormes conocimientos de ingeniería le ha devuelto la vida. Mientras intenta adaptarse a su nuevo cuerpo y a la vida de una decadente ciudad, Alita descubre que posee unas habilidades innatas para el combate y cuanto más uso hace de ellas, más recuerdos de su anterior vida va desenterrando.
   LO MEJOR: Cuando todos los haters, los fans del anime y los seguidores del manga afilaban sus cuchillos y se preparaban para un festín como el del “remake” de “Ghost in the shell” (injusto donde las haya), y de hecho, los entremeses eran similares, criticando antes de que se estrenara el tema de los ojos de la protagonista al igual que se criticó a Scarlett Johansson antes de verla, va Robert Rodríguez y les da a todos en los morros firmando uno de los pasos de anime a live-action más satisfactorios hasta la fecha. Aunque se nota la poderosa mano de James Cameron como productor que, como siempre, viene acompañado de una, más que revolución esta vez, una evolución tecnológica en el perfeccionamiento del concepto “perfomance-capture” utilizado para dar vida a la expresión de Alita y que perfecciona la usada para el Gollum de “ESDLA” o el César de la trilogía precuela de “El planeta de los simios”. Pero Cameron ha encontrado en Robert Rodríguez una pareja bien avenida que, si bien, no despliega magia, si una buena dosis de artesanía, compartiendo la idea de espectáculo visual de Cameron y rodando excelentemente unas escenas de acción realmente brutales con coreografías que te dejan con la boca abierta. Pero es que además, ambos han coescrito, junto con Laeta Kalogridis, un guion que extrae la esencia del anime original creando un universo ciberpunk tremendamente fiel, con planos que son literalmente calcados, gracias en gran parte a un diseño de producción artística encomiable.
   Interpretación: Si tanto mérito le dábamos a Andy Serkis por estar tras los rostros de Gollum, King Kong y César, y ser responsable de su expresividad,  con las mismas, debemos y yo lo hago, dárselo a Rosa Salazar que le da forma a una Alita encantadora con la que he empatizado desde el minuto uno. El resto es verdad que está recreado digitalmente. El reparto que a acompaña no es moco de pavo. Un Christopher Watlz en su línea y una Jennifer Connelly a la que me habría gustado ver más en pantalla, la verdad. Entre los secundarios tenemos a Mehershala Ali, Jackie Eary Haley, Eiza González y Jai Courtney. Jeff Fahey es el guiño que Robert Rodríguez hace a un personaje carismático de una sus películas “Planet terror”.
   Escena (spoiler): Bueno casi cada escena de acción se podría nombrar, que nos hace un adelanto en el entrenamiento callejero de motorball. Ya no digo en la versión profesional donde todos los participantes quieren matarla. Por cierto, que el juego recuerda al de la película de los ochenta “Roller ball”, pero lo mejor son los combates, como el primero contra Nyssiana (Eiza González) y Grewishka, o la megapelea en el bar, el despedazamiento de Alita, o el final donde descubre al verdadero villano, que dará mucho juego en la secuela y que sorprendentemente es Edward Norton. Toda la parte romántica si se la hubiera ahorrado no hubiera protestado, por eso la muerte de Hugo no me dolió precisamente.
   LO PEOR: Era inevitable y esperable pero no por ello voy a dejar de mencionarlo, se ha rebajado considerablemente el nivel de violencia en favor de tener una calificación por edades más accesible para el público joven. Y digamos, que la historia coge un poco de aquí y otro de allá. Un poco de manga, otro de la serie y otro de la película, pero con bastante libertad.
   CITAS: “Ella está alterando el orden natural de las cosas. Ella debe ser destruida”. “No retrocedo en presencia del mal”. “Si volvemos estaremos huyendo para siempre”. “Ésto es solo tu cuerpo. No es ni malo ni bueno. Esa parte depende de ti”. “Haría lo que sea por ti. Te daría todo lo que tengo. Te daría mi corazón”. “Lo que quiero no está ahí”.
   REFERENCIAS: Está basada en el manga de Yukito Kishiro, del que ya se hizo una serie y una película anime en 1993 con el título “Alita, ángel de combate”. Pero recuerda al otro anime pasado a live action más reciente “Ghost un the shell”.
   CONCLUSIÓN: 7’5. Cameron y Rodríguez forman una pareja bien avenida para traernos este enorme espectáculo visual en una de las adaptaciones más satisfactorias de un anime.



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