domingo, 31 de agosto de 2025

Babygirl

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Babygirl.
Dirección: Halina Reijn.
País: Estados Unidos.
Año: 2024.
Duración: 114 min.
Género: Drama.
Interpretación: Nicole Kidman, Harris Dickinson, Antonio Banderas, Jean Reno, Sophie Wilde.
Guion: Halina Reijn.
Producción: Halina Reijn, David Hinojosa.
Música: Cristobal Tapia de Veer.
Fotografía: Jasper Wolf.
Distribuidora: A24.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Una importante ejecutiva de una empresa inicia una relación con uno de sus becarios, el cual satisface sus deseos y alivia su frustración sexual hasta el momento. Pero este romance pone en peligro todo lo que ha conseguido hasta ahora.

   LO MEJOR: En su estreno se llegaron a escribir titulares como que resucitaba el cine erótico de los ochenta o que era la nueva “Cincuenta sombras de Grey”. Pues no y también no. No puedo estar más en desacuerdo con unos artículos que no tienen más objetivo que fomentar el morbo cuando la película no trata sobre él en lo más mínimo. Es bastante más compleja que todo el erotismo que se destilaba en las décadas de los ochenta y también noventa, donde el morbo sí era descaradamente el gancho con el que querían pescar al espectador. Aquí, es verdad que hay algunos desnudos y varias escenas subidas de tono, pero el enfoque es plenamente psicológico. De hecho, lo que realmente es, es un retrato del poder, de cualquier clase y ni mucho menos siempre relacionado con lo sexual. Es más, todos los personajes principales de la película negocian con el poder que tienen para conseguir lo que quieren, a veces con el sexo de por medio, y otras no. La historia va sobre eso, sobre cómo ejercer poder sobre alguien. Y algo muy importante, aquí no hay un villano claro, hay bastante ambigüedad, pues nadie es un ejemplo a seguir precisamente. Además habla de lo que puede suponer tener tendencias sexuales, digamos, no convencionales, y cuya obsesión por ellas puede hacer que una persona ponga en peligro su estatus profesional, social y familiar.

   Interpretación: Me parece absolutamente admirable lo que ha hecho Nicole Kidman aquí. Para una actriz ya consagrada que hace bastante tiempo que no tiene nada que demostrar, lo fácil era quedarse en su zona de confort. Arriesgarse con un personaje como este en una película como esta con la entrega con la que lo ha hecho es como para quitarse el sombrero. No la veo  así desde “Eyes wide shut”. Pero además, la interpretación de Harris Dickinson está muy a la altura. Me extraña que no sonaran para nominaciones. Ojo a las aportaciones breves pero importantes de Antonio Banderas y Sophie Wilde (“Háblame”).

   Escenas (SPOILERS!!): Para los que la comparan con “Cincuenta sombras de Grey”, la diferencia es bastante sustancial. La sumisión de Romy (Kidman) no es forzada y es la ausencia de esta práctica la que la frustra sexualmente. Además, ella es la que tiene el poder social y económico, el cual ejerce precisamente para tener esa clase de sexo. Incluso llega a presionar a su subordinada para que no se relacione con el becario con el que ella tiene el juego sexual que a ella la satisface. Subordinada que también ejerce su poder sobre ella para lograr sus objetivos profesionales, a través de chantaje con esta información. El poder de él es diferente, se basa en la autoridad pero no basada en el poder económico o social, sino en la capacidad de dominar a Romy (Kidman). Claro que esa dominación es la que ella quiere. Ella es la que realmente le utiliza para su satisfacción.

   LO PEOR: Me atrevo a asegurar que no gustará a demasiados porque quien vaya buscando un thriller erótico aquí no lo encontrará, al menos en las cotas de morbo con las que han vendido la película, incluso desde los tráilers. Lo que encontrarán es algo más complejo, más sesudo, y que invita a una reflexión que a muchos no les apetezca.

   REFERENCIAS: Es verdad que hay situaciones que pueden recordar a aquel mito erótico cinematográfico que fue “Nueve semanas y media”, pero estaría más cerca de “Infiel”.

   CONCLUSIÓN: 7. Nicole Kidman se sale de su zona de confort, con gran entrega, para este retrato del poder, en todas sus facetas, más enfocado a lo psicológico que al clásico morbo sexual de anteriores thrillers eróticos pretéritos.




sábado, 30 de agosto de 2025

Microcríticas Express: La reina del baile/El asesino de ojos de corazón/Verano infernal

 




 
 Aunque ya conocía las novelas de R.L.Stine, escritor que practicaba un terror muy claramente enfocado a un público juvenil, como el de “Pesadillas”, el tríptico que lanzó Netflix estrenando una película cada semana durante tres consecutivas y que se llamó “La calle del terror” (especialmente la de “1978”) me pareció toda una sorpresa y de lo más divertido de ese año. Porque homenajeaban el slasher de varias épocas capturando perfectamente la esencia pero con varias ideas que le daban un toque fresco y hasta nuevo, en un género tan trillado. Bueno pues esta pretende hacer lo mismo, siendo una secuela más, pero básicamente del slasher de los ochenta (no falta la playlist correspondiente), haciendo varios guiños a películas de esa etapa, especialmente a “Noche de graduación”, con la reina (esa si que si) del grito, Jamie Lee Curtis. Incluso uno de los carteles de la película hace referencia a “Carrie”. Pero me temo que el resultado no ha estado ni cerca de la trilogía precedente. Demasiado claramente está a un nivel inferior. Tampoco digo que me haya aburrido, porque al final es una peli cortita, con bastantes muertes, muy sangrientas, y algo de gore (se agradece que los efectos sean tradicionales y no tan digitales que parezcan un videojuego), pero no entretiene como las películas anteriores. Y no lo digo porque caiga en los topicazos porque básicamente los abraza, es su objetivo parecerse lo más posible a ese cine que homenajea, con eso no tengo problema. El problema es que la trama no tiene ni puñetero sentido. Y los giros, unos te los ves venir y otros directamente se los saca de la manga. También es verdad que muy en serio a si misma no se toma. 5’5.


   
Que tenga un título tan chorra es totalmente premeditado. Tiene de guionista a uno de los renovadores del género slasher en los últimos años, especialmente las películas que también ha dirigido como “Feliz día de tu muerte”, pero también otras en las que ha escrito el guion, como en este caso. Y su sistema consiste en la mezcla con otros géneros, a priori, incompatibles pero que no han resultado nada mal. Y aquí riza el rizo, hibridando el slasher con la comedia romántica. Si, soy consciente de como suena esto pero tengo que reconocer que les ha funcionado. Para colmo, su director ya mezclaba el terror con la comedia en “Un hombre lobo entre nosotros”, que me pareció muy divertida. Aquí le dedica tanto esfuerzo a la parte romántica, que es absolutamente tópica (de nuevo, voluntariamente) como a la parte de terror. Y que nadie se confunda, no por mezclarse con una trama romanticona es la película más blanda. Para nada, hay que recordar que están haciendo una parodia autoconsciente. De hecho, es muy sangrienta, llega un momento que se convierte en un festival de sangre, y tampoco es que se corte con el gore. Es en su resolución final donde me falla. El desenlace es como el de cualquier otra película de este tipo, y teniendo en cuenta que hasta ese momento habían sabido tener cierta originalidad, pues decepciona un poco. No obstante, me ha resultado mucho más entretenida de lo que esperaba e incluso, hasta cierto punto, una sorpresa. Además, salen dos actores que han participado en sagas míticas de este género, Devon Sawa y Jordana Brewster. 6’5.


   Dirigen dos de los que también están en el reparto, Billy Bryk y Finn Wolfhard, que ya es un habitual, a pesar de lo joven que es, del género de terror. Previamente, ambos habían hecho las prácticas con un corto. Y yo les diría que siguieran practicando antes de seguir haciendo largometrajes como este. Hay que aprender a andar antes de querer correr, y eso es justo lo que les ha pasado. Porque ya sin saber quien estaba al cargo de este, la dirección me parecía muy amateur. Alguien jugando a hacer una película. El principal problema que tienen es que les falta pero mucho en cuanto a puesta en escena se refiere, sobre todo a la hora de generar suspense o de crear impactos al espectador. Para colmo, ambos se han ocupado del guion, y el comentario podría ser exactamente el mismo. A ver, con este género, con el slasher, nadie espera que haya un manantial de originalidad. Las referencias tampoco es que se escondan, a estos chicos les deben de gustar mucho películas como “Campamento sangriento” o “Viernes 13”. Hay un enmascarado, las víctimas son un puñado de monitores y además, el protagonista se llama Jason. Blanco y en botella, bien, ningún problema con que quieran homenajear. Pero si no lo haces entretenido,
la cosa no funciona. Y eso es lo que le pasa a la película, que no le funciona nada. Porque si no tienes el talento ni en el guion ni en la dirección, al menos compensa con buenas dosis de sangre y aunque sea un poco de gore, maquillar el resultado, vamos. Pues tampoco. Resultado, se hace larga durando menos de hora y media, porque además arranca tarde y no es muy graciosa en la parte de comedia. Consejo a los debutantes, coged experiencia, observad a otros directores y volved a intentarlo más adelante. 4.

jueves, 28 de agosto de 2025

Escenas Míticas: Artes Marciales - Kill Bill Vol.2

 


   Aunque el propio Quentin Tarantino no la considere así, sosteniendo que los dos volúmenes de “Kill Bill” son una sola película (de hecho, lo computa así para su promesa de solo dirigir diez películas, por lo que todavía le queda una), lo cierto es que es la única secuela de su filmografía. Aunque durante bastante tiempo planeó la posibilidad de hacer un tercer volumen, quizá con la venganza de la hija de Vernita Green (Vivica A. Fox) o con una precuela de orígenes de Beatrix Kido (Uma Thurman).




   Durante los pases de prueba previos a los estrenos se reparten unas tarjetas al público en las cuales los espectadores pueden escribir sus opiniones de la película. La ovación fue tan apabullante al término del primer pase de la película que prescindieron de repartirlas pues quedaba bastante claro que les había encantado.



   Ciertamente el “Vol. 2” es mejor película que el primero, aunque personalmente me guste más pues la considero una película más disfrutona. No obstante, es verdad que la segunda es más equilibrada, con mejores diálogos, incluso más Tarantiniana (con menos acción), y, en general, más compleja. Muy distinta a la primera, que caminaba más por el terreno del cine de artes marciales, mientras que en esta se aprecia bastante claramente un tono hacia el western.



   Aunque por medio tenga una fase puramente de artes marciales, como es la del entrenamiento de Pai Mei. A quien iba a interpretar el responsable de crear todas las coreografías de ambos volúmenes, Woo Ping Yuan. El cual se negó, ante lo que Tarantino se planteó interpretarlo él mismo (esto me cuesta mucho de creer aunque capaz era). Finalmente el papel fue para Chia Hui Liu, un especialista del cine de kung fu.



   El reparto lo componían los mismos que el de la primera parte, a excepción, por motivos evidentes, de Vivica A. Fox y Lucy Liu. Pero daba mucho más protagonismo a Michael Madsen (anteriormente solo salía como adelanto de esta) y David Carradine, Bill, del cual no habíamos visto todavía su rostro en pantalla. Como curiosidad, Michael Parks repetía pero realizando un papel distinto, como propietario de un burdel mexicano (real) con prostitutas (también reales).



  También Daryl Hannah repetía y protagonizaba, junto a Uma Thurman, uno de los grandes momentos de esta segunda parte, el duelo a muerte entre Elle Driver y La Novia, que fue considerada como la mejor pelea de 2005 en los MTV Movie Awards, que fue a recoger Hannah en solitario porque lo cierto es que ambas actrices se llevaban a matar. Puede que ese odio real que se tenían beneficiara a la escena.



   Y si, por supuesto, que aparece el que, sin duda, es el actor fetiche de la filmografía de Tarantino, Samuel L. Jackson, aunque en un cameo muy breve, en el que escuchamos más su voz que vemos su cara. No era la única conexión con otras películas del cineasta, pues Michael Madsen ya había sido su Señor Rubio en su ópera prima, “Reservoir Dogs”.



   Lo que no sabía la gente es que Uma Thurman llevaba las botas que Madsen llevaba en esa película, más concretamente la secuencia del enterramiento de Paula Schultz. También el Señor Rubio sacaba una navaja de una bota (con la que le corta la oreja al policía), lo cual ya era un homenaje a una de las películas favoritas de Tarantino, “Taxi Driver”, cuyo protagonista, Travis Bickle (Robert de Niro), llevaba una navaja en una bota.



   Sin duda, una de las mejores referencias, concretamente a los cómics, y más concretamente a los superhéroes, y todavía más concretamente a Superman, es el diálogo final, que servía como buen resumen de todo lo que pasa en la historia, que viene a decir si Beatrix Kido era una asesina genuina o si podría dejar de serlo, es decir, si era Superman o Clark Kent. Creo que es de los diálogos más brillantes que ha escrito Tarantino.



   Hay una parte que se medio inspira en un hecho real, la de Pai Mei, que vendría a ser uno de los cinco monjes supervivientes de la masacre del Templo Shaolin, y que se llamaba Bak Mei.


   La película tuvo incluso mejores críticas que la primera, aunque consiguió algo menos de recaudación, 152 millones de dólares, por los 180 del “Volumen 1”, aunque también es cierto que costó 20 millones menos, 30; para más señas. Se llegó a hacer una parodia noruega, con la aprobación del propio Tarantino, “Kill Buljo”.

martes, 26 de agosto de 2025

Escenas Míticas: Artes Marciales - Kill Bill Vol.1

 

 
  Quentin Tarantino siempre se ha mostrado como un amante del cine de género y además de la serie B en particular, tras años de consumirlo mientras trabajaba en un videoclub. Y tras varias películas de gangsters, su deseo era ir homenajeándolo. Y en esta ocasión lo haría con el cine de artes marciales al más puro estilo de la década de los setenta, principalmente.




   Hacer una de kung fu, eso es lo que le dijo a Uma Thurman durante el rodaje de “Pulp fiction”, cuyo personaje allí, Mia, le contaba a Vincent (Travolta) que había hecho un episodio piloto para una serie sobre un escuadrón de mujeres asesinas que no distaba demasiado del que formaba parte la protagonista de “Kill Bill”. Uma Thurman ya fantaseaba con el personaje cuando rodó “Pulp fiction” y Tarantino tomó nota.



   Después se iría a rodar “Jackie Brown”, también uno de esos géneros de serie B, blackexploitaiton, pero a continuación le mandó a Thurman un guion como regalo en su treinta cumpleaños, el de esta película, el presente que a su vez era un ofrecimiento de ese personaje del que habían hablado en “Pulp fiction” y que Tarantino escribió con ella en mente como protagonista.



   Un libreto que constaba de 220 páginas, a aproximadamente un minuto por página, daban como resultado una película de unas cuatro horas, que finalmente se decidió cortar en dos partes, dos volúmenes, y estrenarlos por separado. Es por eso que para Tarantino “Kill Bill” es una sola película, aspecto importante si contamos como cierta su intención (amenaza) de realizar tan solo diez películas.



   De hecho, se llegó a editar una versión con los dos volúmenes unidos en uno, titulado “The whole bloody affair”, que eliminaba el cliffhanger final del primero y la intro de enganche del segundo. Y ofrecía cambios como mostrar toda la batalla con los 88 Maníacos en color y algunos añadidos en escenas de violencia, como por ejemplo, que al personaje de Sofie Fatale le cortaban los dos brazos y no solo uno.



   Porque el uso de blanco y negro en parte de toda la secuencia final se interpretó como un homenaje al cine de antes, de los setenta, y algo de eso también había, pero sobre todo fue para sortear a la censura, que les habían pedido rebajar la violencia. Tarantino no cortó nada, simplemente la cambio parcialmente a blanco y negro. Porque en toda esa parte, se llegaron a usar más de 500 litros de sangre.



   Para el personaje de Bill no estuvo tan claro. Se llegó a hablar con Jack Nicholson, Kurt Russell, Mickey Rourke, Ryan Reynolds y Warren Beatty, el favorito de Tarantino, pero finalmente el elegido fue David Carradine, icono de las artes marciales gracias a su protagonismo de la serie “Kung fu”. Otra resurrección de la mano de este director. Aunque en este volumen no llegamos a ver su rostro.



   Les acompañaban Daryl Hanna, Vivica A. Fox, Chiaki Kuriyama, (la ya icónica Gogo Yubari), Michael Parks, y una Lucy Liu que, pese a la preferencia de escoger a una actriz japonesa, a Tarantino le había gustado tanto en “Shangai kid”, que le dio el papel y readaptó el personaje para ella, dándole esa mezcla de orígenes chinos, japoneses y americanos, incluso haciendo girar una escena en relación a ello. También apareció un mítico del cine de artes marciales setentero, Sonny Chiba y Jun Kunimura, a quien había visto en una película que al cineasta le encantó, “Audition”.



   La historia está inspirada en el anime “Blood, the last vampire”, aunque al personaje venía más de “Lady Snowblood”, película de los setenta. Pero básicamente tiene la estructura y temática de otro subgénero de serie B, el “rape and revenge”, donde una protagonista femenina es violada, torturada o dada por muerta (a veces los tres), se recupera y procede a llevar a cabo su venganza de todos sus agresores.



   Es más, se hace un doble significado de la palabra Bill, que en inglés también significa cuenta, por tanto, el título sería “Saldar cuenta “. Además, Tarantino obligó a Uma Thurman a ver tres películas para su personaje; “The killer” (John Woo), “Coffe” (con Pam Grier, a quien acababa de resucitar también en “Jackie Brown”)y “Por un puñado de dólares” (Sergio Leone). Y el mono amarillo que lleva al final es un claro homenaje al que llevaba Bruce Lee en “Juego con la muerte”.



   Aunque hubo voces críticas con la excesiva devoción de Tarantino por el cine de artes marciales, las críticas fueron generalmente positivas. Costó 50 millones de dólares y recaudó 180 en taquilla. Y quedaba la mitad del viaje.

domingo, 24 de agosto de 2025

Karate Kid Legends

 

   FICHA TÉCNICA


Título: Karate Kid: Legends.
Dirección: Jonathan Entwistle.
País: Estados Unidos.
Año: 2025.
Duración: 94 min.
Género: Acción, drama, comedia.
Interpretación: Jackie Chan, Ben Wang, Ralph Macchio, Joshua Jackson, Sadie Stanley, Ming-Na Wen, Shaunette Renée Wilson, Aramis Knight, Wyatt Oleff, Jennifer-Lynn Christie.
Guion: Rob Lieber. Personaje: Robert Mark Kamen.
Producción: Karen Rosenfelt.
Música: Dominic Lewis.
Fotografía: Justin Brown.

Distribuidora: Sony Pictures.


   CRÍTICA


   SINOPSIS: Obligado a trasladarse de China a Estados Unidos, a Nueva York, donde su madre se propone que empiece una nueva vida alejado de las peleas, un adolescente intenta encajar en su nuevo hogar, pero las circunstancias no le serán favorables.


   LO MEJOR: Decían que era un reboot, un relanzamiento de la saga, aquello que puso de moda, con auto parodia incluida, “Scream 5”, es decir, una recuela, aprovechando la resurrección (sorpresiva) que le ha reportado la serie “Cobra Kai”, la cual debo confesar que es un placer culpable para mí. No obstante, personalmente la veo como una secuela más, en la que es, aunque es verdad que tiene unas cuantas variantes, uno de los ejemplos más claros de exploitation, con una constante repetición de la misma fórmula, que tira del truco de la nostalgia sin ningún complejo. Ahora bien, tampoco es que lo hayan ocultado nunca. Eso hay que reconocérselo, nunca han engañado a nadie. La propuesta es la que es, si la quieres, la tomas. Y la verdad que a juzgar por los números, esta vez no les ha salido nada mal la cosa. Además tengo que apuntarle un tanto a favor de esta entrega respeto a otras anteriores, incluida la primera, tiene las mejores peleas de toda la saga. Seamos claros, el nivel de artes marciales en todas las películas era bastante bajo. Me daba la sensación de que sabía yo más karate que todos los personajes juntos, y no sé mucho. Que les habían dado un curso acelerado antes del rodaje. Eso no pasa aquí, el protagonista sabe y bastante. Además, se nota y mucho que las coreografías han sido diseñadas por un señor que algo sabe de esto, Jackie Chan. Así que en conjunto, una película para toda la familia, que ya sabes lo que vas a ver, y qué sirve como homenaje al señor Miyagi, es decir, Pat Morita.

   Interpretación: El mayor gancho comercial de la película es ver al protagonista inicial de la saga, aunque Ralph Macchio lleva haciendo el mismo papel toda la vida y ya ni siquiera es que le vea haciendo otro, la verdad, y que lo reúnan con una leyenda del cine de las artes marciales como es Jackie Chan, que ya había participado en otra entrega pero no coincidiendo con Macchio. Sin embargo, su presencia en pantalla es bastante menor de lo que esperaba. Aunque de Chan se agradece hasta el último minuto. En contraposición, la participación de Joshua Jackson es superior. Esta vez el protagonista es Ben Wong que, al menos, lo de repartir leches se le da bien.

   Escenas (SPOILERS!!): Fíjate si tiene relación con “Cobra Kai” que se sitúa claramente en un tiempo posterior a lo que en ella ocurre y hay hasta un cameo al final de William Zabka. Y sinceramente, ya puestos, le podían haber dado más bola en la película. En cuanto a las peleas, más allá del enfrentamiento final, que ya hemos visto una y otra vez en películas anteriores, aunque aquí sea más espectacular en cuanto al nivel de artes marciales, la mejor secuencia, de largo, es la del callejón. Es 100% coreografía “made in Jackie Chan”.

   LO PEOR: Es absolutamente previsible en todo lo que pasa. Sabes que va a suceder en la siguiente escena y en la siguiente también. No hay ni una sola sorpresa. Además, al parecer, ha costado unos 45 millones de dólares. Que me digan a mí donde los han metido porque yo en la película no los veo.

   REFERENCIAS: Muy posiblemente está entre las mejores secuelas de la franquicia, incluso solo por detrás de la película original. Claro que tampoco era muy difícil, porque todas son bastante malas. Aunque disfrutables igualmente.

   CONCLUSIÓN: 6. Enésima repetición de la misma fórmula gracias a la resurrección que le ha proporcionado la serie "Cobra Kai" a esta saga. Al menos, aquí si saben dar patadas, aunque el mayor aliciente sea ver a Macchio y Chan juntos.




sábado, 23 de agosto de 2025

Microcríticas Express: La cita/Amenaza en el aire

 



   Christopher Landon como director, ha tendido a la mezcla de géneros, donde los permanentes han sido la comedia y el terror, incluso hibridados con el fantástico y la ciencia ficción. Curiosamente aquí no vemos ninguno de ellos, pero si algo que se le apreciaba cuando solo era guionista, especialmente en el libreto que escribió para “Disturbia”, que casi parecía un remake modernizado de “La ventana indiscreta”. Aquí no escribe, pero da la impresión de que se lo ha pasado bomba emulando al maestro del suspense, Hitchcock. Es imposible no acordarse de él con la trama de la película. Ojo, no estoy diciendo que aquí se despliegue ese nivel de talento, pero si es brillante como consiguen estirar el chicle sin que se note ningún letargo. Todo lo contrario, me parece un entretenimiento más que competente, donde prima la incertidumbre de como va a salir de esa situación la protagonista, de quien la está haciendo eso, más que de porque le está pasando. Para desarrollar la intriga de forma eficiente es muy importante el decorado, porque prácticamente se lleva a cabo en un único escenario, y las dimensiones del mismo ofrecen muchas posibilidades. Es por eso que lo único que me falla es precisamente cuando rompe con sus propias reglas, y eso es en la parte final, que además de típica resulta inverosímil. Temáticamente, avisa del peligro de la apps de citas y de la enorme información que dejamos a la vista de cualquier extraño en las redes sociales.. Pero sobre todo, es un dardo envenenado a aquellos que dejan el móvil sobre la mesa del restaurante durante la cena. Por cierto, Meghann Fahy sostiene la película casi solita. 7.


   Hay dos características que comparten l
os títulos anteriores de Mel Gibson como director. Una, que tanto “Braveheart”, “Apocalypto”, “La Pasión de Cristo” como incluso “Hasta el último hombre”, son películas de envergadura, ambiciosas. La otra es que tienen un gran sentido autoral. Bueno, pues todo eso no está en esta, que podría haber sido realizada por cualquiera. ¿Porqué lo ha hecho? No sé como estará la cuenta bancaria del australiano pero tiene toda la pinta de ser para ganar pasta, incluso es posible que para un producto posterior más personal. Porque lo cierto es que a pesar de las malas críticas, ha sido plenamente rentable. Y ojo, que no tenga la personalidad de anteriores obras no significa que no esté bien dirigida. De hecho, la verdad es que me ha resultado bastante entretenida. Tiene un buen ritmo y además la duración justa. Con ese título que le han dado en España, de película de Antena 3 un domingo después de comer, aunque el verdadero no es mucho mejor (“Flight risk”, “Riesgo de fuga”), Gibson saca adelante un thriller de suspense en prácticamente un único escenario, y bastante reducido, y tengo que decir que funciona, si nos atenemos que su única pretensión es entretener, y eso lo hace. Sabiendo jugar con las dos tramas que maneja, la que está ocurriendo dentro del avión, y la que vamos siguiendo a través de la radio, que ocurre fuera de él. Y con solo tres personajes (visibles), donde Mark Wahlberg se nota que se lo está pasando como un niño, porque no está haciendo meramente de un matón a sueldo sino de un psicópata, pero donde la verdadera protagonista es Michelle Dockery. Topher Grace completa el reparto. En definitiva, un aceptable pasarratos. 6.

viernes, 22 de agosto de 2025

Microcríticas Express: Jaws @ 50/Corazones en tinieblas

 




   No es que sea ningún secreto que “Tiburón” es mi película favorita, y una de las razones, junto con otros títulos, de que me llamara la atención ya el cine siendo bastante joven (un crío). He visto todos los documentales sobre ella. Además, de todo el material extra que llevaban las varias ediciones originales que tengo. Se cumplen 50 años del estreno de esta obra maestra, y era previsible que se hicieran más documentales especiales sobre ella. Si, también los he visto. Y tengo que decir que posiblemente este sea el más completo de todos ellos. Prácticamente lo sé todo de esta película pero aquí he descubierto algunas cosas que no sabía. El enfoque es el de hablar de ella como el evento cinematográfico que fue, como cambió la manera de vender películas, su repercusión mediática, el impacto en los espectadores de la época de su estreno. Pero también cuenta las enormes dificultades que tuvo para hacerse, lo muy en el alambre que estuvo de no terminarse (que era lo que personalmente no tenía tan claro) y lo mal que lo pasó el propio Steven Spielberg. Aunque lo que me ha resultado más interesante es que se analizan las escenas más icónicas de la película, con las opiniones de varios directores que no solo reconocen su admiración, sino lo mucho que les ha influido, como Jordan Peele, Guillermo del Toro, Steven Soderbergh, J.J. Abrams, Robert Zemeckis o George Lucas. Por cierto, a finales de mes se reestrena en cines por motivo del aniversario, y si, yo estaré allí, aunque ya tuve el gusto de poder verla en una sala de cine (en pandemia) y la haya visto a principios de este verano (otra vez). 7’5.


   El título hace referencia al de la novela que adaptaba la que personalmente considero la mejor película bélica de todos los tiempos, aunque no sea la guerra su tema principal sino solo su envoltorio, que se llamaba, “El corazón de la tinieblas”, de Joseph Conrad. Que ya se había intentado llevar a la pantalla en varias ocasiones, sin éxito, lo que creó cierta leyenda de maldición. Y que Coppola, además, quiso trasladar al conflicto de Vietnam, haciendo una adaptación bastante libre pero fiel en esencia. El documental, realizado por la esposa del cineasta, recoge la infernal experiencia que supuso el rodaje de la película. De hecho, va más de eso, de como los integrantes del equipo, el reparto y el propio director casi pierden
el juicio en esta empresa. Hay abundante material de archivo porque Eleanor Coppola grabó incluso cuando nadie sabía que lo hacía. Pero no solo habla de lo mal que lo pasaron, como cuando les azotó un tifón que destruyó casi todos los decorados, cuando les retiraban los helicópteros para sofocar una rebelión real en Filipinas, o con los quebraderos de cabeza que les provocaron varios de los actores. También se puede ver como idearon ciertas escenas y la parte más making off típica de cualquier documental sobre una película. No obstante, lo que hace especial a este es precisamente como consigue transmitir la situación psicológica de los que participaron, su desesperación. Uno se hace bastante a la idea de que fue por lo que pasaron allí. Y pone de manifiesto que no solo es que fuera un milagro que saliera una buena película, algo que ni el propio director creía que pasaría, es que salió una obra maestra, una de las mejores de la historia del cine. 7’5.

martes, 19 de agosto de 2025

Escenas Míticas: Artes Marciales - Tigre y dragón

 

   
   No se puede considerar a esta película como una más de artes marciales, habitualmente confinadas a la serie B, porque es mucho más y, sobre todo, supuso mucho más para el cine, especialmente a principios de este siglo XXI, y más concretamente para el cine asiático, que hasta la llegada de la coreana “Parásitos”, fue el mayor éxito, tanto de crítica como comercial, venido de ese continente.




   Si cabe, esta tenía mayor dificultad por hacerlo tratando un género tan tradicionalmente oriental, el wuxia, que se basa en la cultura china, en una suerte de mezcla de mitología, fantasía y artes marciales, habitualmente acompañados de romance en mayor o menor medida. Su éxito le abrió las puertas del mercado internacional a títulos de este subgénero como “Hero”, “La casa de las dagas voladoras” (mi favorita) o “La maldición de la flor dorada”.



   Fue la primera película de habla no inglesa (está rodada en mandarín) en sobrepasar los 100 millones de dólares de taquilla en Estados Unidos, llegando hasta a los 213, habiendo invertido en ella solo 17. Además de ser la más premiada, de nuevo, hasta la llegada de la “Parásitos”, con la que Bong Yoon-ho arrasó posteriormente.



   Pero antes “Tigre y dragón” ya había conseguido ser nominada para los Oscars en diez categorías, incluidas casi todas las más importantes, llegando a ganar cuatro estatuillas; a la banda sonora, la dirección artística, la fotografía y a la mejor película de habla no inglesa. Se podría decir que fue la que abrió el camino al resto y por eso es un título de importancia capital en la historia del cine.



   Aunque su director, Ang Lee, si estaba reconocido fuera de su tierra, con anterioridad, con películas como “Sentido y sensibilidad” (con presencia en los Oscars) y “La tormenta de hielo”. Tras la que hoy comentamos vendría la infravalorada “Hulk” y otras dos que tuvieron gran repercusión de premios, la polémica “Brokeback mountain” y “La vida de Pi”. Pero lleva desde “Geminis” (bastante mediocre para su talento) sin trabajar, desde 2019.



   Aún así, a día de hoy no muchos cineastas han sido tan galardonados como el taiwanés, que tiene tres Oscars y cinco Globos de Oro, contando los de categoría de guion y producción, además de la de dirección. Ha demostrado saber desenvolverse en géneros notablemente diferentes. De hecho, personalmente considero que esta película tiene el mejor duelo de espadas de toda la historia del cine.



   La primera opción para el papel de Li Mu Bai, fue Jet Li, que rechazó el papel para irse a Estados Unidos a rodar “Romeo debe morir” (vaya ojo). Se debió tirar de los pelos viendo el éxito de ambas películas. Aunque pudo resarcirse protagonizando dos años después “Hero,” de uno de los mayores representantes del wuxia , Zhang Yimou. El papel fue para una estrella de acción de los ochenta y noventa, gracias a John Woo, Chow Yun-fat.



   Tampoco salió la primera opción para interpretar a Jen Yu, que se le ofreció a Shu Qi, que prefirió irse a hacer un anuncio de Pepsi. Aunque parece ser que fue cosa de su representante porque después de ver el éxito de “Tigre y dragón”, le despidió. En su lugar eligieron a la maravillosa Zhang Ziyi, que posteriormente se convirtió en la actriz más icónica del wuxia, protagonizando también “Hero” y “La casa de las dagas voladoras”.



   La tercera columna en la que se apoyaba el reparto fue Michelle Yeoh. Todos ellos hicieron prácticamente todas las escenas de riesgo, con unas coreografías diseñadas como si se tratara de danza pero con una enorme espectacularidad visual. De hecho, el único efecto digital de la película fue borrar los cables de los que estaban suspendidos casi permanentemente los actores. Una entrega que le supuso a Yeoh la rotura de ligamentos de un pie.



   La historia está basada en la novela de Wang Du Hu, que forma parte de su “Pentalogia de Hierro” y que vendría a traducirse como “Tigre agazapado, dragón escondido”, aunque la película es una adaptación bastante libre. Tuvo una secuela, digna pero muy inferior, “Tigre y dragón 2, la espada del destino”, donde repetía Michelle Yeoh, junto a las incorporaciones de Donnie Yen y Jason Scott Lee.



domingo, 17 de agosto de 2025

Weapons

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Weapons.
Dirección: Zach Cregger.
País: Estados Unidos.
Año: 2025.
Duración: 128 min.
Género: Intriga, terror, thriller.
Interpretación: Josh Brolin, Julia Garner, Alden Ehrenreich, Austin Abrams, Cary Christopher, Benedict Wong, Amy Madigan, Toby Huss.
Guion: Zach Cregger.
Producción: Roy Lee, Zach Cregger, Miri Yoon, J. D. Lifshitz, Raphael Margules.
Música: Ryan Holladay, Hays Holladay, Zach Cregger.
Fotografía: Larkin Seiple.
Distribuidora: Warner Bros.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: A excepción de uno, todos los niños de una clase desaparecen una noche, a la misma hora y corriendo de la misma manera. El hecho afecta a toda la comunidad y varios de sus miembros se empeñan en buscar una explicación.

   LO MEJOR: Lo digo así de claro, lo más original del año hasta ahora, ha venido por parte del terror. Un género que habitualmente no precisa de grandes presupuestos ni mastodónticas campañas publicitarias y que a poco que sepan tocar la tecla, son rentables incluso en su primer fin de semana de estreno. Lo cual hace que la mano de la creatividad se les abra a sus directores. Un detalle que deberían hacerse mirar en otros géneros. Porque si hace una semana alababa este aspecto, como creadores totales, de los hermanos Philippou (“Devuélvemela”), y como cineastas muy a tener en cuenta para el terror venidero, ahora voy a decir exactamente lo mismo pero con Zach Cregger. Como ellos, también escribe sus guiones , y como ellos también ha superado su anterior ya muy buena obra, “Barbarian”. Y como ese terror original de este 2025, funciona mejor cuando no es puro, cuando viene mezclado (pero no agitado) con otros géneros. Porque aunque tiene suficientes elementos para considerarlo terror, mayoritariamente camina por el sendero de la intriga, y eso hay que tenerlo muy en cuenta. Gracias a ese método de narración de historias cruzadas, un tanto Tarantiniano, de forma que cada una de ellas sea una pieza más para resolver el rompecabezas. Para colmo, todo está salpicado con bastante humor negro. Eso sí, cuando aparece el terror puro lo hace de forma explosiva, sin anestesia. Sean bienvenidas todas estas propuestas originales, fuera de franquicias, independientes y frescas.

   Interpretación: Vaya año de Julia Garner, que lo empezó con “Hombre lobo”, que hace unas semanas hacía de villana en “Los Cuatro Fantásticos, primeros pasos” y que ahora es una de las protagonista de esta. Todos personajes distintos entre sí, lo que nos habla de su enorme versatilidad. Bien acompañada por Josh Brolin, esta vez. Y por secundarios como Benedict Wong o Alden Ehrenreich. Pero quién, sin duda, se roba la pantalla cada vez que sale en ella, es Amy Madigan. Me recuerda a lo que hizo Nicholas Cage hace un año en “Longless”, una participación breve pero absolutamente impactante y aterradora.

   Escenas (SPOILERS!!): Hay películas que dejan una imagen totalmente reconocible e icónica. Por ejemplo, en “La invasión de los ultracuerpos”, la mano señalando a los todavía humanos. Pues aquí han podido crear otra de esas, en cómo corren los poseídos a toda velocidad y con los brazos extendidos lateralmente. En cuanto al terror, cuando hace aparición, como decía, lo hace estallando, como cuando Marcus (Wong) mata brutalmente a su compañero y luego sale en busca de Justine (Garner). O como la escena de los tenedores. Y, desde luego, como toda la persecución final, con los niños atravesando los cristales de las ventanas de las casas por las que van pasando hasta alcanzar a Gladys (Madigan) para terminar desmembrándola.

   LO PEOR: Es posible que se pase rizando el rizo en su iniciativa de recomponer la historia global a través de las subhistorias de varios personajes porque no funcionan todas tan bien como otras y se ve obligada a repetir muchas veces el mismo planteamiento. No molesta pero si se aprecia.

   REFERENCIAS: Utiliza la estructura narrativa de Paul Thomas Anderson en “Magnolia” o Quentin Tarantino en “Pulp fiction”, pero es una historia que se siente muy del tipo que le gustan a Stephen King.

   CONCLUSIÓN: 7’5. Es cierto que el terror es solo uno de los géneros y no precisamente el dominante, pero cuando hace acto de presencia, irrumpe para poner la guinda a una intriga cuyas microhistorias son la verdadera salsa de este guiso.




sábado, 16 de agosto de 2025

The Pitt

 

   FICHA TÉCNICA


Título: The Pitt.
Dirección: R. Scott Gemmill (Creador), John Wells, Amanda Marsalis, Damian Marcano, John Cameron, Quyen Tran, Silver Tree.
País: Estados Unidos.
Año: 2025.
Duración: 50 min (15 episodios).
Género: Drama.
Interpretación: Noah Wyle, Tracy Ifeachor, Patrick Ball, Katherine LaNasa, Supriya Ganesh, Fiona Dourif, Taylor Dearden, Isa Briones, Gerran Howell, Shabana Azeez.
Guion: R. Scott Gemmill, Valerie Chu, Elyssa Gershman, Joe Sachs, Simran Baidwan, Noah Wyle, Cynthia Adarkwa.
Producción: Cynthia Adarkwa, Michelle Lankwarden.
Música: Gavin Brivik.
Fotografía: Johanna Coelho.
Distribuidora: Max.

   CRÍTICA


   SINOPSIS: Las tumultuosas quince horas de un turno de los médicos de urgencias de un hospital de Pittsburgh, donde tienen que lidiar con toda clase de complicaciones, además de sus propias situaciones personales.

   LO MEJOR: Va a ser imposible no hacer constantemente referencia a esa mítica serie de los noventa que fue “Urgencias”. No en vano, uno de los responsables principales de aquella, junto a Michael Crichton y el propio Steven Spielberg, John Wells ejerce de labores similares (producción y dirección) en esta. Y uno de los protagonistas más icónicos de “ER”, Noah Wyle, lo es aquí de nuevo y además escribiendo varios episodios. No es mal referente una serie que duró quince temporadas en antena y tuvo 331 episodios. Recuerdo que era mi favorita en su época. No obstante, en ella nos mostraban el día a día de una serie de médicos de la sección de urgencias de un hospital, aquí, durante sus quince episodios, un número superior a las cantidades que presentan las series hoy en día, nos muestran quince horas de un mismo turno en las urgencias de un hospital de Pittsburg. Es como una “Urgencias” en modo intensivo porque cada episodio está narrado en tiempo casi real. Y a partir de ahí tiene sus propias pinceladas. Por ejemplo, se desarrolla prácticamente de forma íntegra dentro del hospital provocando ciertas sensación intencionada de claustrofobia. Además es bastante más explícita, dejando imágenes considerablemente duras. Temáticamente, toca gran variedad de la actualidad social, pero lo hace sin subrayados excesivos, sin apartarse de lo que realmente quieren contar, que es ver como esos médicos se dejan la piel para ayudar a sus pacientes. Con ellos sufres, empatizas, te estresas, te emocionas, en ocasiones te ríes, y cuando termina, lloras. Porque es de esas series que cuando acaban te dejan un vacío.

   Interpretación: El casting es absolutamente maravilloso, el de todo el reparto. Por encima de todos ellos está, como no podía ser de otra manera, un Noah Wyle excelso. Claramente debería ganar el Emmy para el que ha sido nominado, ya por sexta ocasión, y que le deben desde hace mucho tiempo. También ha sido nominado para el Globo de Oro tres veces. Que nadie se confunda, su rol, y la personalidad de su personaje es notablemente distinto del que ejerciera en “Urgencias”. Pero también habría que destacar a Katherine LaNasa, Fionna Dourif (hija de Brad Dourif, que hace un cameo), Taylor Dearden o Isa Brienes.

   Escenas (SPOILERS!!): No tiene ni un solo episodio de transición, todos son tremendamente potentes, pero los tres episodios en los que la sala de urgencia se convierte en un hospital de guerra, recibiendo las múltiples víctimas de un tiroteo en un festival musical son lo más intenso que he visto en televisión en años. Luego tiene momentos tan emotivos como para hacerte saltar las lágrimas, como el fallecimiento de la niña que salva a su hermana pequeña, o el pasillo al chico fallecido por fentanilo, que sus padres deciden donar sus órganos. Y momentos tan dramáticos como la expulsión del doctor Landon por robar fármacos. Y la propia bronca de Landon a Santos. Y, sin duda, el derrumbamiento del personaje de Wyle.

   LO PEOR: Nada. Solo que tengamos que esperar para ver la segunda temporada, que ya fue aprobada. Espero que no sea mucho.

   REFERENCIAS: La ya muchas veces mencionada “Urgencias”. Personalmente la considero la mejor serie en lo que va de año.

   CONCLUSIÓN: 8’5. Es como la reencarnación de la "Urgencias" de los noventa pero en formato intensivo y actualizada a nuestros tiempos, comandada por un magnífico Noah Wyle. De lo mejor en series de este 2025.




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