FICHA TÉCNICA
Película: The guest.
Dirección: Adam Wingard.
Año: 2014.
Duración: 99 min.
Género: Thriller.
Interpretación: Dan Stevens (David), Maika Monroe (Anna), Leland
Orser (Spencer), Sheila Kelley (Laura), Brendan Meyer (Luke), Lance Reddick.
Guión: Simon Barrett.
Producción: Keith Calder y Jessica Calder.
Música: Steve Moore.
Fotografía: Robby Baumgartner.
CRÍTICA
SINOPSIS:
La familia de un soldado
combatiente en Afganistán llora su muerte. David se presenta en su casa para
darles el pésame y les dice que era compañero y amigo de su hijo. Tras
invitarle a pasar unos días descubrirán que no les ha contado todo.
LO
MEJOR: Teniendo en
cuanta su anterior trabajo “Tú eres el siguiente”, tenía curiosidad por conocer la película de
Adam Wingard. Y es que tiene ese toque de atrevimiento gamberro. Un film que
sorprende por su engaño. Por ser dos películas en una, pero perfectamente
enlazadas. En un principio es una especie de homenaje al cine de los tipos
duros de las películas de los ochenta. Esos que ayudaban a las familias que los
necesitaban, en plan “Equipo A”, esos personajes que no sabemos quienes son, ni
de donde han salido, pero que por alguna razón, nos caen bien. Pero Wingard,
guarda un as en la manga, una serie de giros que pondrán todo “patas arriba”.
Aun así, el desarrollo no es nada complejo, sencillo pero muy cuidadoso y sin
descubrir que encierra realmente la película. No enseña todas sus cartas desde
el inicio. No hay que perder detalle de la conjunción de una violencia más cuantiosa
de lo esperable, todo ello acompañado de música disco típica ochentena.
Interpretación: No tenía muchas referencias de este
actor, pero lo cierto es que Dan Stevens, se come la cámara con patatas. Seduce
y empatiza con el espectador a marchas forzadas, seas hombre o mujer. Por un
lado es amable, atento, simpático y callado, pero también duro e implacable.
Además de demostrar una astucia por encima de la media. Maika Monroe ejerce de
la “final girl” de turno y de libro, puesto que también se pretende homenajear
ese rol de personaje típico de los “slashers”, la típica “scream queen”. Para
muestra, el uniforme que viste en el desenlace es descaradísimo y no deja lugar
a dudas.
Escena
(spoiler): Digamos
que la pelea en el bar con los “amigotes” del chaval, sería una de las
situaciones más previsibles, aunque como termina no es nada corriente. Menos
predecible es cuando se carga a los dos adolescentes que le venden armas. Algo
que ya nos proporciona la pista de que nada es lo que parece, como confirma su
charla con el director del instituto. Y termina de rematarnos, con el
sorprendente asesinato, pero mucho, de los padres. Y como no podía ser de otra
manera, el enfrentamiento final donde se celebra el baile, con los dos
hermanos, tras la escalada hiperviolenta de muertes a cargo de David (Stevens).
LO
PEOR: Sobretodo, en
su primer tercio puede parecer algo ya visto en infinidad de ocasiones, aunque
posiblemente del cine de hace décadas. Si no se tiene paciencia, se corre el
peligro de perderse el festival de después. Y supongo que el argumento puede
parecer carente de sentido en algunos tramos y ser acusado de tramposo.
CITAS:
“Soy un soldado, me
gustan las armas”. “Estoy aquí para ayudar”. “Soy un amigo de la familia”. “Si
te pegan, ve a sus casas por la noche y quema sus casas con sus familias
dentro”.
REFERENCIAS: Como ya he comentado el cine de
acción de los ochenta, en relación a esos tipos duros y justicieros. En algunos
matices me ha recordado a ”De repente, un extraño”, “Mujer blanca soltera
busca”, etc… todo con un puntito de “Drive”.
CONCLUSIÓN:
7’5. Original y
sorprendente mezcla de homenaje al cine de justicieros y el slasher de los ochenta.
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