AUTOR: Ray Douglas Bradbury (1920 - 2012). Publicación: 1953. Género: Ciencia ficción. Novelista estadounidense.
Alcanzó la fama con la recopilación de sus mejores relatos en la novela Crónicas
marcianas (una serie de narraciones en las que lleva a cabo una sátira
de la sociedad y la cultura actual). En 1953 publica Fahrenheit 451, su obra más emblemática y que lo encumbró como uno
de los mejores autores de ciencia ficción de la historia. Bradbury critica ferozmente
en la novela la censura y la tecnología. En 1988 fue nombrado Gran Maestro Nébula
(Los Premios Nébula los concede desde
1965 la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción de América y está considerado el Nobel de la ciencia
ficción, a diferencia de los Premios Hugo, en éstos se premia la calidad
literaria).
SINOPSIS: Otro
clásico de la literatura utópica que, en este caso, tiene lugar en un futuro
carente de libros. El título alude a la temperatura a la arde el papel. Guy
Montag es un bombero pero en la sociedad recreada por Bradbury su trabajo
consiste única y exclusivamente en la quema de libros, ya que están
prohibidos puesto que son los causantes de las desavenencias y sufrimientos en
la sociedad. Así, es perseguido y amenazado de muerte hasta que logra escapar de
la ciudad y emprende un nuevo camino junto a otras personajes, como la gran
mayoría académicos apartados de la colectividad, al no ser ya necesarios para
transmitir enseñanzas y conocimientos, constituyéndose ellos mismos como libros
ambulantes y encargados de ser los únicos capaces de preservar, para las
generaciones venideras, los conocimientos perdidos.
PERSONAJES: Guy Montag: uno de los bomberos, convencido de que su
función es la correcta, sumergido en esa inexistente felicidad, hasta que se
encuentra con Clarisse: es una joven diferente, competente, capaz de observar y
asombrarse por todo lo que la rodea y sobre todo capacitada para cuestionar
todo y a todos y que consigue con su frescura que Guy recupere el placer por
la lectura. Dicha circunstancia lo lleva a revelarse contra el sistema y contra su jefe Beatty: bombero y que desempeña
todos los cánones utópicos del gobierno, y es por ello que dada la situación en
uno de los capítulos del libro hace una visita a Guy y explica el porqué es necesaria
su labor como bombero la cual podría
resumirse en ser “Guardianes de la
Felicidad”. Mildred: mujer de Montag. Confía a ciegas en el sistema
impuesto, pertenece a la idiotizada sociedad cuyas máximas
esperanzas se centran en la compra de ropa, piscinas y televisores lo más
grandes posibles para así inundar de ficción su vida a través de los programas
televisivos.
LO MEJOR: Novela
fascinante y profética (si tenemos en cuenta que fue escrita en 1953), ágil y
de prosa sencilla y directa. Describe una sociedad en la que se ha prohibido la
lectura y abolido la escritura, siendo los únicos medios de comunicación y
enseñanza la televisión y la radio. Los periódicos son comics sin
texto alguno. Se dice que Bradbury se inspiró en la persecución y quema de
libros de la Alemania Nazi, si bien el autor siempre describió su novela como
una crítica a la cultura todopoderosa de la televisión. El relato es proclive a
diversas lecturas e interpretaciones, pero sin duda existe un paralelismo con
los regímenes totalitarios donde la libertad de pensamiento está reprimida. No
existe excepción en cuanto a los libros, ninguno está permitido ya sean de
poesía, filosofía, ficción… Ninguno sobrevive a la cacería. La cultura es la
víctima y el elemento desestabilizador. Dado el desconocimiento que provoca el
no leer, nadie posee profundidad de pensamiento ni individualidad. Son
autómatas sin sentimientos, sumergidos en la rutina e indiferentes entre sí, lo
que pone en evidencia la banalidad de la cultura de esta sociedad mostrada por
el autor. Rebelarse es síntoma de pasar
a ser un individuo, no mediocre y ajeno a la globalización.
LO PEOR: Ciertos toques de excesiva
intelectualidad pueden resultar molestos para según quien, de hecho los
diálogos entre Montag y Clarisse son verdaderamente insólitos y antinaturales
de acuerdo con la actualidad imperante. Y todo ese aire de tristeza que
sobrevuela el libro desde la primera página hasta la última, puesto que nos muestra que una población con
un idéntico nivel intelectual es siempre más fácil de manipular y someter
(igual que en “1984”
de Orwell o la novela gráfica “V de Vendetta de Alan Moore y David Lloyd, en las que la cultura es
considerada una lacra y el máximo exponente de una de las mayores debilidades
de la sociedad). El carácter revolucionario de los libros es indiscutible y por
ello deben ser calcinados con el fin de proteger a la sociedad.
CITAS: “¿Le
gustaría, Montag, leer alguna vez la República de Platón? ¿Le gustaría leer a
Marco Aurelio? “Quiero presentarle también a Jonathan Swift... Y este otro
señor es Charles Darwin, y este otro es Shopenhauer, y éste es Einstein...”“Tiene que haber algo en los libros, cosas
que no podemos imaginar, para que una mujer se deje quemar viva. Tiene que
haber algo. Uno no muere por nada” ”Dicen que soy insociable. No me mezclo con
la gente. Es raro. Soy muy sociable realmente. Todo depende de lo que se
entienda por social ¿no es cierto? Para mí ser social significa hablar con
usted de cosas como éstas” “No
nacemos libres e iguales, como dice la Constitución, nos hacemos iguales. Todo
hombre es la imagen de todos los demás, y todos somos así igualmente felices”
“La conclusión es muy sencilla. Un
libro, en manos de un vecino, es un arma cargada”.
CONCLUSION:
Fahrenheit 451 es una utopía perversa donde nada tiene que ver
con el arquetipo de una sociedad ideal, en la que habiendo prohibido la lectura
(leer implica pensar y razonar y por ende, no ser feliz) todo el mundo debe vivir
en armonía inmersos en una falsa felicidad y un vacío existencial que únicamente
pueden olvidar a base de adquirir cuantos más bienes materiales les sean
posibles y obtener éxito laboral. La verdad de fondo y que le interesa al
Gobierno es controlar a todos los individuos, manejarlos a su antojo como si de
simples marionetas se tratasen con la excusa de la creación de una sociedad del
bienestar. Bradbury, con esta novela, realiza varias críticas muy profundas,
critica la sociedad del consumismo y la tecnología, critica el hecho de que
actualmente se esté dando el caso de que la gente prefiera ver la televisión a
leer, critica a los gobiernos utilitaristas y opresores que utilizan la
demagogia y la mentira con el fin de controlar a su nación. Ataca asimismo la
época que se vivió en USA (al final de la II Guerra Mundial) una época en la
que el gobierno aspiró a tranquilizar a
la población y despistarla para que no cayera en diatribas morales acerca de la
utilización de la bomba atómica. El lector se sentirá afligido puesto que lo
que se describe no es puramente ciencia ficción, ya que en la actualidad existen
muchos gobiernos extremistas que aíslan totalmente al pueblo (Corea del Norte, por
poner un ejemplo). Y de igual manera en nuestra sociedad actual existen personas ignorantes que no han leído
un libro en su vida, y que son manipulados por la cultura de la telebasura y de
la desinformación. De hecho, la televisión es un medio cada día más estúpido
que se cuela gradualmente en nuestras vidas. Si mezclamos todos estos
componentes, nos hallamos ante la sociedad que describe Bradbury. Debemos
reflexionar, y esta novela es un medio para ello. Suerte.
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