domingo, 18 de febrero de 2024
Cuando acecha la maldad
FICHA
TÉCNICA
Título:
Cuando
acecha la maldad.
CRÍTICA
SINOPSIS:
Dos
hermanos descubren a una persona poseída en las cercanías de su
pueblo. A partir de ahí, intentan por todos los medios evitar la
catástrofe que supondría que diera lugar al nacimiento de un
demonio.
LO
MEJOR: Es
una de las propuestas de terror más malrolleras que he visto
últimamente. Tiene mérito conseguir este nivel de incomodidad y malsanidad en el espectador teniendo en cuenta lo machacado que está el
subgénero de posesiones demoníacas. Porque se siente como diferente
en base a varios retoques personales en comparación con otras
películas de temática similar. Uno de ellos es la propia
localización de la acción, en una zona rural, haciendo valer las
connotaciones de su particular mitología del lugar y acercándola al
folk horror. La otra vuelta de tuerca viene por parte de una puesta
en escena de total realismo a pesar de los elementos fantásticos de
la trama. Eso favorece que las muertes impacten mucho. No solo a
través de la violencia explícita, con lo cual no se escatima en lo
más mínimo en sangre y gore, sino por la crudeza. Los golpes vienen
sin previo aviso de ninguna clase, de forma seca y con verdaderas
sorpresas. Además de sumamente desagradables. Un terror que le da
igual estar a pleno día que en la oscuridad. Las cosas pueden pasar
en cualquier momento. Todo eso siempre manteniendo un buen ritmo a
pesar de no ser precisamente trepidante y con una gran intensidad
dramática.
Interpretación:
No
conocía a nadie del reparto. Por lo visto a Damián Salomon lo
venían utilizando más veces el director por lo que parece de su
confianza. Aunque el verdadero protagonista es Ezequiel Rodríguez,
que es quien lleva mayor peso. No obstante, ambos están
tremendamente naturales en sus papeles y, por tanto, muy creíbles y
convincentes. También hay que destacar la participación de Silvina
Sabater.
Escenas
(SPOILERS!!): Prácticamente
en cualquiera de las secuencias de muertes te llevas un gran impacto.
Destacaría por encima de las demás tres. La de la ejecución de la
cabra que entendemos que es un demonio pero que es imposible prever
que va a suponer la muerte del hombre que le dispara a cargo de su
mujer por medio de un hacha para seguidamente proceder al suicidio
dándose hachazos en la cabeza, para impedir que la maldición se
extienda. Luego está el ataque del perro, imposible también, aunque
si te lo puedes oler, que sea de esa manera y con esa violencia.
Después viene un atropello que también vaya tela. Pero el más
impactante, y eso que es el que más ves venir, es cuando el hermano
ve a la exmujer de su hermano con su hijo, secuestrado, en brazos.
Cuando llega a su altura se da cuenta horrorizado que se está
comiendo su cerebro.
LO
PEOR: Tampoco
vayamos a pensar que tiene un guion deslumbrante porque aquí no se sale
de lugares comunes de este subgénero. Pero si es plenamente
efectivo. No se complica y tampoco lo pretendían. Eso sí, el
acento en versión original es muy cerrado y cuesta mucho, sobre todo
en un principio, entenderlos. Luego te acostumbras pero la dificultad
está ahí.
REFERENCIAS:
Dirige
Damián Rugna, que si algunos no les suena quizás si lo haga una
película suya anterior, “Aterrados”. Y tiene cierto punto a
“Quien puede matar a un niño”.
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