Son tan importantes los cambios
respecto a la versión anterior que merece la pena hacer un
comentario más personalizado sobre esta extendida, en un nuevo
“montaje del director” de Zack Snyder, pues no es que añada diez
minutos, sino casi dos horas más, y una gran cantidad de violencia
que no estaba en la primera película.
OTRO
SNYDER CUT
A
capa y espada, y lo sigo haciendo, defendí “La Liga de la
Justicia” de Zack Snyder, porque él no pudo terminar la versión
para cines y literalmente se la jugaron, dándole el proyecto a Joss
Whedon y traicionando lo que él pretendía. Merecía ofrecernos su
montaje. Y este era directamente otra película, una enormemente
mejor que la anterior. Sin embargo, ¿Cuál ha sido la excusa para
hacer versiones extendidas de las dos películas de “Rebel Moon”? ¿Snyder
lo tenía pensado desde un principio? ¿Fue algo a petición de
Netflix? ¿Es acaso algún tipo de argucia comercial? ¿Para
multiplicar los visionados, tal vez? Tendría más explicación si la
primera versión se hubiera estrenado en cines y para bajar la
calificación por edades, se hubiera rebajado la violencia. Pero no
es el caso y tampoco lo que parece. Da la sensación que hacer dos
versiones siempre ha estado en la mesa.
EL
SNYDER CUT VUELVE A SER MEJOR
No
como con “La Liga de la Justicia” pero si mejora. Es cierto que
hay algunas escenas añadidas ahora que no resultan imprescindibles y
algunas situaciones que se alargan demasiado. Pero, en general, es
más completa, está mejor contada. Porque una de las pegas que le
ponía la anterior versión era esa sensación episódica, como
colocando una secuencia detrás de la otra. Sin embargo, en esta la
fluidez narrativa es patente, el desarrollo de los personajes es más
adecuado y hay algunas situaciones que se explican, como el origen
del soldado Aris
A parte de eso ¿Qué más aporta? Pues muchísima más violencia. No solo por los muy abundantes y exagerados salpicones de sangre digital sino también gore, más de lo esperado. Esto supone que el tono es más adulto, que hay acciones que impactan más, que resultan más crueles y visualmente, no lo neguemos, son más atractivas.
Y luego también dos escenas de sexo más explícitas que lo único que aportan es ver desnuda a Sofía Boutella y, por tanto, son muy gratuitas. Sobran.
A parte de eso ¿Qué más aporta? Pues muchísima más violencia. No solo por los muy abundantes y exagerados salpicones de sangre digital sino también gore, más de lo esperado. Esto supone que el tono es más adulto, que hay acciones que impactan más, que resultan más crueles y visualmente, no lo neguemos, son más atractivas.
Y luego también dos escenas de sexo más explícitas que lo único que aportan es ver desnuda a Sofía Boutella y, por tanto, son muy gratuitas. Sobran.
EL
COLMO DEL HATER
Si no
tenía sentido que los que habían puesto la primera parte a caer de
un burro vieran la segunda, mucho menos sentido tiene el ver esta versión con dos horas más de metraje. A quien haga eso ya se
le ve demasiado el plumero que lo que quiere es criticar y verter
odio.
Vamos
a ver, que Zack Snyder no hace un cine para todo el mundo. Hace la
peli que le gusta a él y básicamente es para sus fans. Para los que
ya saben de sus excesos, de sus defectos e incluso de su megalomanía.
Hay que quererle así. Pero si no, pues hay muchos otros productos
cinematográficos que ver. El que no le guste que no lo vea pero que
deje en paz a los que seguimos disfrutando de sus películas, que no
intentamos convencer a nadie.
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