FICHA TÉCNICA
Película: Exorcismo en Georgia.
Título original: The haunting in Connecticut 2: Ghosts of Georgia .
Año: 2013.
Duración: 100 min.
Interpretación: Abigail
Spencer (Lisa), Chad
Michael Murray
(Andy), Katee
Sackhoff (Joyce), Emily
Alyn Lind (Heidi), Morgana Shaw (madre de Lisa),
Grant James (Sr. Gordy).
Guión: David Coggeshall.
Producción: Paul Brooks y
Scott Niemeyer.
Música:Michael
Wandmacher.
Fotografía: Yaron Levy.
Dirección
artística: Jeremy Woolsey.
Vestuario: Dana Embree y Jennifer Kamrath.
CRÍTICA
SINOPSIS: Una familia
se muda a una casa situada en unos extensos terrenos de Georgia. Poco después
se dan cuenta que su hija parece mantener conversaciones con personas
imaginarias. Hasta que ellos mismo comienzan a percibir misteriosos fenómenos.
LO
MEJOR: Entramos aquí en
el interés que le pueda suscitar a cada uno los misterios de las casas o
lugares encantados basados en supuestos hechos reales. Por ejemplo, yo ya
conocía la historia en la que se basa la película porque estos temas me gustan,
por lo que ya iba predispuesto a tragarme el relato. En cuanto al film, se
agradece el esfuerzo del director por evitar que el espectador se relaje más de
dos minutos. Para ello cuenta con un elevado ritmo de los acontecimientos
(apariciones, sustos, visiones, . . . ). De hecho, he de reconocer que hay
algunos sobresaltos que me sorprendieron de verdad. Y, aunque el estilo
videoclip con un montaje desenfrenado no me parece lo más adecuado, es cierto
que el tratamiento visual está bastante trabajado.
Interpretación: Como
suele ser habitual, los personajes son meros arquetipos poco originales,
demasiado esquemáticos. Por lo menos el reparto está más o menos creíble. La
más aplicada en su parcela podría ser Abigail Spencer, la atormentada madre que
reniega de su “velo” único aspecto psicológico desarrollado en el film. No es
que haga Spencer un papelón pero al menos resulta convincente y al fin y al
cabo, es la protagonista verdadera de la película.
Escena (spoiler): Pues,
como decía, hay algunos sustos logrados, sobre todo en la primera parte del
film. Por saber que es parte de uno de los testimonios reales de la niña,
cuando acierta quien es el señor Gordi (fantasma) entre cincuenta fotos me
pareció interesante. No está mal el momento en que la madre encuentra a la hija
sumergida en la bañera y cuando la saca expulsa serrín y gusanos por la boca. La
escena más intensa es en la que la hermana que vive en la caravana del jardín
es atacada y “sujetada” por cables al techo. Y bueno, la revelación final de lo
que se supone que ocurrió verdaderamente con los esclavos refugiados.
LO
PEOR: Inquietar no es
aterrorizar, y la película solo consigue lo primero. Porque ese ritmo tan alto
no da tiempo a crear el suspense necesario. Para dar miedo se precisa más
pausa. Luego, la historia y estructura es la mil veces vista en esta clase de
cine y no varía en nada la fórmula, como si hizo “Expediente Warren”, por
ejemplo. Por cierto, están en Georgia, si, pero de exorcismo no hay rastro.
Entonces ¿porque el título?
CITAS: “Ya no
quiero vivir aquí, veo cosas . . . “. “Te dije que aquí pasaba algo malo”.
REFERENCIAS: Está
presentada como la secuela de “Exorcismo en Connecticut”, aunque la historia no
tiene que ver con ésta. Por el tratamiento estético a modo de videoclip (a
veces) se parece al dado en el remake de “Terror en Amityville” que en España
se tituló “La morada del miedo”.
CONCLUSIÓN: 6.
Ritmo muy alto y algunos buenos sustos.
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