FICHA TÉCNICA
Película: El fugitivo.
Dirección: Andrew Davis.
País: USA.
Año: 1993.
Duración: 130 min.
Género: Thriller,
acción, intriga.
Interpretación: Harrison Ford, Tommy Lee Jones, Sela Ward, Julianne Moore, Joe Pantoliano, Andreas
Katsulas, Jeroen Krabbé, Daniel Roebuck, L. Scott Caldwell,
Tom Wood.
Guión: David
Twohy, Jeb Stuart.
Producción: Nana
Greenwald, Peter Macgregor-Scott, Stephen Brown.
Música: James Newton Howard.
Fotografía: Michael Chapman.
Diseño de
producción: J. Dennis Washington.
Vestuario: Aggie Guerard Rodgers, Eileen McCahill.
Distribuidora: Warner Bros.
CRÍTICA
SINOPSIS:
La vida de Richard
Kimble, prestigioso cirujano, da un giro cuando su mujer es asesinada y él es
acusado y condenado de su asesinato. Pero durante el traslado a prisión el
autobús en el que viajaba sufre un accidente y consigue escapar. A partir de
entonces descubrir quien mató a su mujer será su principal objetivo mientras es
perseguido por el FBI.
LO
MEJOR: Me estoy dando el
gusto de repasar las películas de los noventa que más me interesaron en su
momento. Y ésta es una de ellas. Tenía la difícil papeleta de adaptar una serie
de televisión que había sido muy popular. El resultado fue más que
satisfactorio. Es una muy buena trama de investigación de esas que enganchan
desde el principio. Conjuga a la perfección todos los elementos; argumento
interesante, buen reparto y lo que me parece la mejor baza del film, el ritmo.
Es magnífico, ni acelerado ni lento, en su justa medida. Porque un buen ritmo
no es un apelotonamiento de los acontecimientos sino una narración
entretenida, que enganche y que cuente las cosas de forma adecuada para
proporcionar credibilidad a la historia. Y ésta lo hace.
Interpretación:
Es tan recordado por sus
archiconocidos papeles como Indiana Jones, Han Solo o Rick Deckard que, a
veces, nos olvidamos de que también a protagonizado “Único testigo”, “A
propósito de Henry” y ésta que nos ocupa. Es decir, que Harrison Ford es un
actor como la copa de un pino. Aquí hace una gran interpretación, un papel con
pocas líneas de diálogo y que saber transmitir la desesperación de alguien que
es acusado de un crimen que no ha cometido. La actuación de Tommy Lee Jones le
valió la obtención del oscar como actor de reparto. Está soberbio como
perseguidor de Kimble (Harrison Ford), duro e implacable pero a la vez noble y
justo.
Escena
(spoiler): La secuencia
del accidente del autobús donde trasladan a Kimble hacia la prisión y que
desemboca en el descarrilamiento de un tren, me pareció impresionante. En un
tiempo en el que los efectos especiales no mediatizaban tanto la industria
cinematográfica, tiene bastante mérito. Tampoco está nada mal la escena en la
que Kimble se deja caer por la presa ante la mirada de Samuel Gerard (Tommy Lee
Jones). Y me gusta bastante el momento en el que Gerard mete en el coche a
Kimble, le quita las esposas y le ofrece hielo para la mano al final de la
película.
LO
PEOR: No le encuentro
grandes debes a la película. Es equilibrada y cubre bien todas las facetas. Si
acaso, y casi por decir algo, no hubiera estado mal un final más emocionante,
más épico. Y no digo que el que tiene esté mal. Tampoco hubiera ido mal que el papel
de villano hubiera recaído en un actor de más entidad. Pero vamos, que eso, por
decir algo.
CITAS:
“- Yo no maté a mi
mujer. – No me importa”. “ - Creí que no le importaba. - No se lo diga a nadie”.
REFERENCIAS:
Estaría englobada entre
todas aquellas películas de fugas de cárceles y demás pero ese tema es solo una
parte de esta película. Sería más un film tipo como los que practican el juego
del perro y el gato a lo “Chacal” (con las evidentes distancias).
CONCLUSIÓN:
8’5. Peliculón con
Harrison Ford y un gran ritmo, ya un clásico.
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