jueves, 29 de mayo de 2025

Microcríticas Express: Oddity/Nunca te sueltes

 



   Es de esas películas que han pasado bastante inadvertidas para la mayoría del público y que te hacen preguntarte porque si se ha hablado de otras con mucho menos interés a tenor de los resultados. Por eso me parece de justicia reivindicarla. Hay que tener en cuenta que es una película modesta y que cuenta con pocos medios. Ni falta que le hacen porque su mayor virtud está en el guion, que más allá de caer en alguna que otra situación forzada, sabe explotar las armas que tiene. Desarrollada principalmente en el interior de una casa, muy peculiar, por cierto, a la que le saca bastante rendimiento. Todo gira en torno a un crimen y a descubrir que pasó en realidad. Pero el género se decanta claramente hacia el terror, aunque el enfoque tonal esté más cerca de lo psicológico. Cocinada a fuego lento y con muy pocos personajes, mantiene el interés hasta el final sin problemas y tiene un par de giros sorprendentes. No obstante, el mayor atractivo está en el descubrimiento de lo que ocurrió en ese crimen y en las consecuencias que puede desencadenar. En la narración, hace un buen uso del flashback, un recurso que se si se abusa de él tanto en reiteración como en extensión, me suele hasta molestar. Aquí no pasa eso porque los flashbacks te cuentan lo que te tienen que contar y de la forma más concisa posible. Atención a la interpretación de una genial Carolyn Bracken (no, tampoco la había visto antes) interpretando los papeles de dos hermanas, y a cierto muñeco que acompaña a una de ellas, que te pone de los nervios. Es para darle un oportunidad. 7. 


   No te sueltes, no te muevas, no respires, no contestes el teléfono, no abras la puerta, madre mía, no se va poder hacer nada. En fin, de entrada, una nueva película de Alexandre Ajá siempre me va a interesar. Es un director con un gran talento en la puesta en escena a la hora de abordar secuencias de suspense, especialmente en el ámbito del terror y sucedáneos, con una efectiva capacidad de generar tensión. No se le da tan bien narrar, sobre todo, como en este caso, cuando se mete a jugar a ser Night Shyamalan. Y no es la primera vez que le pasa esto. No obstante, temáticamente si es muy interesante la película, en cuanto a ese tira y afloja, nunca mejor dicho, entre la posibilidad de la explicación psicológica o la sobrenatural, si la familia es víctima de la locura, y su posterior herencia, o de una maldición. Tengo que decir que he tenido claro todo el tiempo lo que realmente estaba pasando. Por mucho que se esfuerce Ajá en que te tires toda la película cambiando de parecer. De hecho, parece más pendiente de confundir al espectador a toda costa que de contar la historia. Algo que se va a mantener hasta el final. Y aviso que este es bastante ambiguo, de nuevo, forzadamente, casi de forma tramposa. Ahora bien, esto no exime de que el director francés no nos proporcione buenas escenas muy tensas, utilizando de maravilla el escenario natural del bosque. Y tiene algunos aspectos curiosos, como utilizar la cuerda como metáfora de la cordura. Halle Berry soporta la película sobre sus hombros aunque no sea precisamente la protagonista principal. Así que, no está mal, pero no es el mejor título de Ajá, precisamente porque no es Shyamalan. 6.

martes, 27 de mayo de 2025

Escenas Míticas: Acción al aire - Top Gun Maverick

 


   Ahora que está de actualidad Tom Cruise tras el estreno de la que posiblemente es la última entrega de su saga “Misión imposible”, vamos con uno de los mayores éxitos de su carrera, de hecho, a día de hoy su película más taquillera, en la que fue la secuela de otro éxito pero de los años ochenta, “Top Gun”, que fue uno de los primeros de una filmografía llena de ellos.




   Porque aunque, como todo el mundo, ha tenido resbalones en la taquilla, mucho más habitualmente ha sido un seguro, no solo como actor sino como muy acertado productor. Aquí comparte esa faceta con Jerry Bruckheimer, condición que puso el propio actor para hacer la película, pues él había producido “Top Gun” junto al fallecido Don Simpson, en esa muy provechosa relación que tuvieron.



   También iban a recuperar al director de la película original, Tony Scott, y ya en 2010 estuvieron a punto de poner en marcha la película, pero sería truncada por el inesperado suicidio del cineasta. No obstante, tanto Bruckheimer como Cruise estaban de acuerdo en seguir adelante con el proyecto, pero este debía esperar.



   Finalmente dio a luz en 2022, 36 años después de que lo hiciera la primera, y el resultado no pudo ser mejor. Tuvo muy buenas críticas y una taquilla de nada menos que 1493 millones de dólares, habiendo invertido en ella 170. Y por si fuera poco ganó numerosos premios, e incluso fue nominada a seis Oscars, lo que parecía inaudito en una película de este tipo, porque incluía nominaciones a mejor película, guion, montaje, efectos visuales, canción original y sonido, qué fue la que ganó.



   Fue la primera película que demostró que se le podía plantar cara al género de superhéroes. De propias palabras de Steven Spielberg, salvó a las salas de cine, que todavía seguían temblando tras la pandemia del covid, y que precisamente a excepción de los estrenos de Marvel, no habían logrado taquillazos como el que sí fue “Top Gun Maverick”.



   No en vano, Tom Cruise se ha mostrado siempre como un gran valedor de las salas de cine, oponiéndose públicamente a los estrenos en las plataformas de streaming. Incluso, y tanto en esta como en las dos últimas entregas de “Misión imposible”, incluyó un mensaje del actor previo al comienzo de estas películas, apoyando el ver las películas en las salas de proyección.



   En sustitución de Tony Scott, al que le fue dedicada la película, se eligió a un director de la cuerda de Tom Cruise, con el que el actor había trabajado ya en “Oblivion” y que tiene películas como la infravalorada “Tron Legacy” o “Héroes en el infierno”. Y que está a punto de estrenar una película sobre las carreras de la “F1”, con Brad Pitt de protagonista, Joseph Kosinski .



   Tom Cruise no está solo en el reparto ni mucho menos. Está muy bien acompañado por Jennifer Connely, John Hamm, Glen Powell(aquí todavía no había despuntado ), Miles Teller, Lewis Pullman, Ed Harris o Mónica Barbaro. Y contó con el cameo de Val Kilmer en la que fue la última aparición del actor en una película antes de morir.



   También se quiso recuperar la coprotagonista de la primera película, Kelly McGuillis, la cual se negó por sentirse, en sus propias palabras, “vieja y gorda”, añadiendo que aparenta la edad que tiene. Claro, es que lo de Tom Cruise tampoco es que sea muy normal. Por cierto, la mayoría de los actores tuvieron que estar entrenando durante tres meses para soportar las fuerzas G de las cabinas de los aviones.



   Porque Cruise se obsesionó con dar el mayor realismo posible, negándose a tirar de CGI. Requirió a todo el equipo un esfuerzo para ofrecer una experiencia lo más inmersiva posible al espectador. Por ello se utilizaron hasta veinte cazas reales, incluyendo los ya retirados F-14 Tomcat (avión protagonista en la película de los ochenta), cuyos vuelos fueron filmados por drones sustituyendo a los pilotos con cámaras.


   El propio Tom Cruise pilotó uno de los aviones. Por cierto, el avión supersónico con el que Maverick debe rebasar el Match 10, se construyó de verdad y era tan real que un satélite chino lo estuvo espiando durante un tiempo, hasta que se dieron cuenta que era para una película.

domingo, 25 de mayo de 2025

Misión imposible, Sentencia Final

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Misión Imposible, Sentencia Final.
Dirección: Christopher McQuarrie.
País: Estados Unidos.
Año: 2025.
Duración: 169 min.
Género: Acción, aventuras, thriller.
Interpretación: Tom Cruise, Hayley Atwell, Ving Rhames, Simon Pegg, Vanessa Kirby, Esai Morales, Pom Klementieff, Mariela Garriga, Henry Czerny, Holt McCallany, Janet McTeer, Nick Offerman, Hannah Waddingham, Angela Bassett, Shea Whigham, Greg Tarzan Davis, Charles Parnell, Frederick Schmidt.
Guion: Christopher McQuarrie, Bruce Geller, Erik Jendresen.
Producción: Christopher McQuarrie, Tom Cruise, Jake Myers.
Música: Lorne Balfe, Max Aruj, Alfie Godfrey.
Fotografía: Fraser Taggart.
Distribuidora: Paramount Pictures.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Ethan continua pensando que lo mejor es destruir a la IA llamada “La entidad”, para impedir que produzca un colapso mundial, apoderándose del armamento nuclear de los países más importantes, y para que no pueda ser controlada por Gabriel.

   LO MEJOR: A ciencia cierta aún no sabemos si habrá más entregas de esta saga pero lo que sí está claro es que esta es la conclusión de este arco que ha abarcado nada menos que treinta años, en una franquicia que desde su cuarta entrega no ha hecho más que subir de nivel y a la que han dado un dignísimo final. Aunque se haya dado en dos partes y esta sea la segunda de lo que en teoría habría sido una, hay que señalar que esta es una película muy distinta a la anterior. Curiosamente tiene menos acción de lo que cabría esperar, lo cual no merma en absoluto su interés y su capacidad de suponer un entretenimiento de primer orden y que sus casi tres horas de metraje se pasen volando, gracias en parte a un fantástico montaje y a cargar todos las tintas a favor del suspense de una trama que es tensa incluso en una mera conversación. Aun así tiene dos larguísimas secuencias de acción que van a ser muy difíciles de superar este año, con más mérito si cabe teniendo en cuenta que el uso del CGI ha sido el mínimo posible y que la apuesta por los efectos especiales no digitales es muy evidente. Esa mayor dosificación de los momentos de acción tiene bastante que ver con la obligación de atar muchos cabos argumentales, donde el hombre en el que Tom Cruise ha depositado su confianza en las últimas secuelas, Christopher McQuarrie, que dirige pero también escribe, es un seguro al guion, con una historia tensa y que además tiene mensaje (es el alerta más realista contra la IA que he visto), que sabe dar espacio a todos los personajes sin restárselo a su protagonista, en la que claramente es la película más emotiva de la saga enlazando a base de guiños con todas las anteriores y a la que ha dado un final todo lo épico que merecía.

   Interpretación: Ya no es solo la burrada de esfuerzo que es capaz de desplegar a nivel físico Tom Cruise a sus 62 primaveras, que aun así sigue empeñado en realizar la mayoría (no todas) de sus escenas de riesgo él mismo. Es como llena la pantalla y como no tiene ningún problema en ceder protagonismo al resto del reparto, sabedor que eso beneficia a una saga que genuinamente estaba concebida como de grupo. No voy a mencionarlos todos porque son muchísimos. Pero sí voy a destacar, por ejemplo, como Hayley Atwell ha hecho lo impensable, llenar el enorme vacío que dejaba Rebecca Ferguson. Y como han sabido darle más tela a Pom Klementieff. Sólo hay un lunar negro en el reparto y ese es Esai Morales, el que el rol de villano le queda grande.

   Escenas (SPOILERS!!): Sin duda, el momento más emotivo es el sacrificio de uno de los personajes que lleva desde el principio de la saga, el de Ving Rhames. Y hablando del principio, el guiño más significativo es recuperar un personaje que participaba en la escena más icónica probablemente de toda la saga, y que interpreta Rolf Saxon. Por lo demás, en cuanto a acción tanto la secuencia entera del submarino, mi favorita de largo, como la del aeroplano, muy probablemente serán las mejores escenas de acción, y lo digo quedando mucho 2025 por delante, del año.

   LO PEOR: No entiendo la tibieza de las críticas y que no se esté deshaciendo en alabanzas todo Dios con la película. Que abusa de la nostalgia, si, pero creo que a estas alturas se lo puede permitir. Que si es cierto que tiene menos acción, pero tiene más suspense. Y si alguien se aburre con esto igual se tendría que hacer mirar que necesita para entretenerse.

   REFERENCIAS: Enlaza con varias de las películas anteriores y en cierto modo es un homenaje a toda la saga. En tono tiene un cierto aire a como fue la despedida del Bond de Daniel Craig en “Sin tiempo para morir”.

   CONCLUSIÓN: 8’5. Muy digno y épico final, ya veremos si definitivo, a una saga ya mítica en el género de acción que, sin embargo, apuesta más por el suspense que por la trepidación, aunque no deje de tener dos secuencias brutales.




jueves, 22 de mayo de 2025

Andor

 


   Esta fue la categórica respuesta de Tony Gilroy a si se podía realizar una historia plenamente adulta dentro del universo de “Star Wars”. Gilroy que ya había sido el guionista de la muy aclamada “Rogue One”, que si tenía el tono de aventuras clásico de la saga pero que prescindía de sus personajes principales y escogía a unos héroes anónimos.

   SIN ACOMPAÑAMIENTO DE LA FUERZA

   Sin sables láser, ni Jedis ni fuerza. Tony Gilroy tomaba el camino del realismo, lo que dicen que produjo el rechazo del propio Dave Filoni, quien consideraba que la serie se apartaba del tono de fantasía característico de la saga, tirando mucho más hacia a los géneros de espionaje e intriga que hacia las aventuras y la acción. Mal que le pese a Filoni, “Andor” ha terminado por proclamarse la mejor serie de “Star Wars”. Si, por encima de “Mandalorian”, por muy disfrutona que sea esta.


   LA MADUREZ POR BANDERA

   Gilroy da más sentido y trascendencia a “Rogue One” (recomendable volver a ver justo después de terminar la serie), porque es una perfecta representación de la formación de una rebelión, con un claro emparentamiento del Imperio con el nazismo, de su gobierno con el fascismo. Es muy interesante como muestran los sacrificios de ambos bandos. En el caso de los rebeldes, como males necesarios para un bien mayor. Y en el Imperio, castigando a sus líderes por sus errores. Además, se incluyen algunas escenas memorables. Un episodio con lo sucedido en el planeta Ghorman hubiera sido impensable en esta saga. Además, nos hace entender cómo Cassian Andor, que ni siquiera era un personaje que nos cayera demasiado bien en “Rogue One”, por su dudosa moralidad, llega a ser lo que vimos en la película.


   TENGO AMIGOS EN TODAS PARTES

   “Andor” acierta en todos los sentidos. Primero con un casting maravilloso, recuperando al propio Diego Luna, pero también a otros como Genevieve O’Reilly. E incorporando a otros como Stellan Skarsgard, Adria Arjona o Denise Gough. Segundo, con un guion tan plenamente sólido como en su primera temporada, dividiendo la historia en cuatro bloques de tres episodios cada uno, correspondientes a los momentos puntuales de cuatro años distintos, cerrando perfectamente todas sus tramas, sin alargarse más de lo necesario. De hecho, iban a ser cinco temporadas pero finalmente lo concentraron en dos de doce episodios cada una. Dándonos un final más dramático por ya conocer el destino trágico de sus personajes, y enlazando perfectamente con “Rogue One”. Por cierto, apostando más por el suspense, en un excepcional dominio del montaje en paralelo, que por la acción.

 
 NO FAN SERVICE

   Qué tentador hubiera sido caer en el fan service, que si tenía “Rogue One”, por cierto, de mostrar algún cameo de Palpatine, Leia o Darth Vader. No, solo lo necesario, la única concesión ha sido al droide K-2S0, y tenía todo el sentido, está integrado con toda naturalidad. Y a Saw Guerrera.

martes, 20 de mayo de 2025

Escenas Míticas: Acción al aire - Plan de vuelo: desaparecida




   Uno de los argumentos típicos de las películas cuyas historias se desarrollan en el interior de un avión es el del secuestro. Pero habitualmente se trata de secuestrar el avión propiamente con toda su tripulación y pasaje incluidos. De ahí radica la diferencia de esta película, donde se plantea el secuestro de uno sólo de los pasajeros. Y eso sí representa un punto de originalidad frente a otros títulos similares.




   El de esta ya nos aclara que hay una persona desaparecida, algo que se añadió en el título en España pues el original simplemente dice “Flightplan”, es decir, “Plan de vuelo”. Por tanto, el hecho de que sea un secuestro o no está, nunca mejor dicho, en el aire. Porque incluso se cuestiona la existencia de dicha persona, poniendo constantemente en duda la cordura de la protagonista.



   Una trama que nos recuerda inevitablemente al maestro del suspense, Alfred Hitchcock. Y como no iba a hacerlo, si tiene tantas similitudes con una de las películas del comienzo de la carrera del cineasta, “La dama desaparece”, de 1938, que incluso hubo quien consideraba esta como un remake encubierto de aquella. Cosa que negaron los creadores de la historia.



   Que defendían que la verdadera inspiración de la película, era reflejar algo que le había pasado a uno de ellos y que se dio cuenta que era uno de los miedos, que puede llegar a convertirse en una verdadera psicosis, que es para los padres el temor de perder a sus hijos en un lugar público.



   Ahí es donde entra en juego la idea de que el lugar sea el interior de un avión de pasajeros, del que evidentemente nadie puede salir. Es por eso que se plantea que la hija desaparecida ni siquiera haya llegado a subir al medio de transporte. Por tanto, el avión aquí ejerce como escenario claustrofóbico para una historia de suspense, como decía, muy hitchcokiana.



   No extraña por ello la elección del modelo de avión, en este caso, el Airbus A380, el más grande del mundo, con dos plantas a lo largo de todo su fuselaje, superior al famoso Boeing 742, conocido como Jumbo, que lo había sido anteriormente durante casi cuarenta años. Aunque no se rodó en uno real. Los exteriores corresponden a una maqueta a escala, que era una décima parte de su tamaño real, cuyas imágenes fueron tuneadas digitalmente.



   Aunque se dice en algunos medios que los interiores si se rodaron en un Airbus real, lo cierto es que se construyó un decorado de 36 metros de largo que ejerció como escenario durante casi todo el metraje de la película. Por cierto, se hace referencia en ella, que existían protocolos de actuación en el interior posteriores al 11-S.



   El protagonista iba a ser Sean Bean. De hecho, su nombre era Kyle Pratt. Pero se cambió de idea, cambiando a su vez el sexo del personaje principal, tras ver como Jodie Foster interpretaba a una madre también con un estado anímico y psicológico cuestionable y que defendía a ultranza a su hija en “La habitación del pánico”. De hecho, son personajes con muchas similitudes. La propia Foster pidió que no se cambiara el nombre protagonista.



   Sean Bean tomó un personaje secundario y a ambos les acompañó Peter Sarsgard. Estos dos, Bean y Sarsgard confesaron que tenían pánico a volar, y que solo lo hacían cuando era estrictamente necesario. Ese trastorno se conoce como aviofobia. El reparto se completaba con Erika Christensen y la ya veterana Greta Scacchi. Y fue el primer papel de Matt Bommer en una película. Pero vamos, que hay que estar muy atento para no perdérselo.



   Tras la cámara, el alemán (igual que la nacionalidad de la película), Robert Schwentke, director con una carrera no muy extensa, con títulos como “Más allá del tiempo”, “Red” y dos secuelas de la saga “Divergente”. La película tuvo mayoritariamente críticas positivas y fue un buen negocio. Costó 55 millones de dólares y recaudó 223 en taquilla.



domingo, 18 de mayo de 2025

Vivir el momento

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Vivir el momento.
Dirección: John Crowley.
País: Reino Unido.
Año: 2024.
Duración: 107 min.
Género: Drama.
Interpretación: Florence Pugh, Andrew Garfield, Adam James, Aoife Hinds, Marama Corlett, Grace Molony, Gianni Calchetti, Nikhil Parmar, Heather Craney, Kevin Brewer, Laura Guest, Gabriel Robinson, Daniel Bowerbank, Lee Braithwaite, Emilija Senavaityte, Jennifer Noble.
Guion: Nick Payne.
Producción: Leah Clarke, Adam Ackland, Guy Heeley.
Música: Bryce Dessner.
Fotografía: Stuart Bentley.
Distribuidora: A24.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Dos personas se conocen de forma fortuita. Más tarde se enamorarán y formarán una pareja que pasará tanto por momentos felices como otros más tristes.

   LO MEJOR: El melodrama no es precisamente uno de los géneros más atractivos para el público y mucho menos en los últimos años. Y efectivamente, no vamos a ocultarlo, esto es un dramón considerable que nos habla de un período de tiempo de unos diez años en la vida de una pareja, así que sí, es una historia romántica y, para colmo, uno de ellos tiene que luchar contra una enfermedad muy grave. Esto ya se puede ver en el tráiler de la película. Sin embargo, hay que decir que intenta no caer en todos los clichés habituales de esta clase de películas. Es más, no busca la lágrima fácil e incluso evita los momentos típicos para buscarla. A ver, cómo afectan este tipo de historias también va en la empatía que puede tener el espectador en la que pueden implicarse incluso experiencias propias. Pero sí, es posible que a muchos se les escapen algunas lágrimas, pero lo que quiero decir es que la película no tiene como objetivo dejar hecho polvo al espectador. Los momentos más emotivos no son gratuitos. De hecho, el mensaje más claro que se podría extraer de ella es que la vida tiene momentos felices y otros tristes, y todos hay que vivirlos. En ese sentido, uno de los aspectos más interesantes es su montaje, el no contar la historia de forma lineal, yendo adelante y atrás en el tiempo, enlazando de forma brillante todos esos momentos importantes en la vida de esa pareja, porque cuando se recuerda algo o a alguien no se hace con todos los episodios de forma ordenada.

   Interpretación: El verdadero gran atractivo de la película es el inmenso trabajo de sus dos protagonistas. Qué importante es tener unos actores entregados y con talento, sobre todo en un tipo de películas que se basan en las interpretaciones. Florence Pugh es una de las mejores actrices que hay hoy en día y ha demostrado que es tremendamente versátil. Y Andrew Garfield uno de los más capaces de transmitir sensibilidad. Y si además, ambos actores tienen una química total entre ellos, pues todo es perfecto.

   Escenas (SPOILERS!!): Como decía va adelante y atrás pero no de forma arbitraria. Todo tiene un sentido. Como en la escena previa al atropello en la que él se dispone a firmar unos papeles de divorcio. Podríamos pensar que se divorcia precisamente de ella pero no. Es una relación previa, ella es la que le atropella, así que sin ese momento no se hubieran conocido. El otro que me parece más interesante es la no muestra de la muerte de ella. No hay una escena despidiéndose en la cama de un hospital a lo “La fuerza del cariño”. No, se despide de forma simbólica, de su compañera de cocina al final del concurso y de su marido y su hija en la pista de patinaje. Pero la secuencia mejor rodada es, sin duda, la del parto en el servicio de la gasolinera.

   LO PEOR: Más allá de una dirección correcta y una narración acertada, visualmente no es nada especial. Si no fuera por ese característico montaje, sería una película muy corriente en cuanto a formato, cercano al telefilm que tampoco es que sea nada malo, pero es así.

   REFERENCIAS: La campeona mundial de los melodramas de este tipo es “Love story”, pero esta nos recuerda a “Elegir un amor”, “Bajo la misma estrella” o “Noviembre dulce”, siendo diferente a todas ellas.

   CONCLUSIÓN: 7. Florence Pugh y Andrew Garfield exhiben talento dramático y química entre ellos, en un melodrama contado de forma original y que no busca la lágrima fácil pero aún así las producirá en muchos espectadores.




sábado, 17 de mayo de 2025

Microcríticas Express: Capitán América Brave new world/Ash

 



   Marvel está en una encr
ucijada, seguir haciendo lo mismo o cambiar el tercio. Cuando ha intentado lo segundo, por ejemplo con “Eternals”, el público le ha dado un sonoro bofetón en los morros. Pero seguir con una fórmula que ya está claramente agotada tampoco tiene demasiado sentido. Sin embargo, es justo lo que han hecho aquí, volver a encadenar una escena de acción detrás de otra, porque si en algún momento había un guion, lo debieron aprovechar para calzar una mesa o algo así. Y bueno, no voy a decir que la película no sea entretenida, lo es. Pero le da para eso y poco más. Vamos que no es una película que me apetezca volver a ver, como si me vería otra vez “Thunderbolts*”, por ejemplo, que han reinventado un poco la fórmula. A ver, tiene aspectos positivos, como acercarse al thriller político, queriendo parecerse, sin llegar a conseguirlo, a “Capitán América, el Soldado de Invierno”. Y tengo que reconocer que las coreografías de las peleas están muy bien. Además, está ahí Harrison Ford, que siempre es un gusto ver como llena la pantalla con su sola presencia. Si, es mejor que “The Marvels”, pero seamos sinceros, eso no era muy difícil que digamos. No obstante, tiene un problema muy evidente. Sabía que la sombra de Chris Evans iba a ser alargada pero no tanto. No porque Anthony Mackie esté mal, es un actor competente. Pero es que me es imposible ver al Capitán América. Veo a Falcon con sus colores, pero Falcon, al fin y al cabo. Eso cuando se los pone, que parece que le dé alergia el traje de las barras y estrellas porque hay que ver lo poco que se le ve con él puesto. Por cierto, los reshoots cantan por soleares. 6.


   Dan referencias sobre ella como “Alien”, “La cosa” y “Horizonte final”. Si a todo. No tanto porque sea un refrito de todas ellas, ni siquiera por que las esté homenajeando. Simplemente porque cualquiera que se plantee hacer una película de este tipo pues es imposible que no le influyan esos títulos de alguna manera. Aquí simplemente no lo ocultan e incorporan varios elementos que inevitablemente nos van a ser familiares. Que va a ser lo único porque más allá que juegue a mezclar lo mismo que esos referentes, es decir, ciencia ficción y terror, aunque un poco más de lo segundo, el estilo narrativo no tiene nada que ver con ellos. Incluso visualmente está bastaste alejada, con una estética muy psicodélica, una edición de sonido con un claro objetivo de crear incomodidad. Porque da la impresión que su director, Flying Lotus (que también se ocupa de la música), se ha empeñado en que sea una experiencia lo más sensorial posible desde lo audiovisual, salvando como puede su limitación presupuestaria. Ojo, que en la producción está Neil Blomkamp, que ya se sabe que se tiró años queriendo hacer una secuela de “Alien”, precisamente. La historia comienza con lo que parece haber sido una muy sangrienta masacre de la tripulación, y básicamente la película consiste en reconstruir que ha pasado ahí. Y si, la narración es bastante irregular, hasta caótica, y desde luego no es para todo el mundo. Pero está curiosa. Por cierto, y mira que no es que sea fan de Eiza González, pero de todas las pseudo Ripleys que he visto, esta me ha convencido bastante. Que alguien la meta en una película con un xenomorfo o un predator (o los dos). Eso si, fichar a Iko Uwais para que dé un par de patadas en una pelea metida con calzador, pues bueno, igual era innecesario. 6’5. 

miércoles, 14 de mayo de 2025

Escenas Míticas: Acción al aire - Memphis Belle

 

   En cuanto a películas de aviones, no sólo de accidentes aéreos y secuestros vive el cine, también hay unas cuantas bélicas bastante reseñables. Incluso en los últimos años hemos tenido ejemplos bastante potentes como “Midway”, de Roland Emmerich, o “Top Gun Maverick”, que también la veremos aquí. Hasta hemos tenido alguna saga, un poco más en clave serie B, como la de “Águila de acero”.


   Sin embargo, la que traemos hoy no es precisamente de las más conocidas, a pesar de ser una muy buena película, que con el tiempo, como es habitual ha quedado como un título de culto pues en el momento de su estreno no tuvo un gran éxito. Sí de crítica, porque fue bien valorada pero no tanto de taquilla, aunque tampoco es que perdiera dinero. Costó 23 millones de dólares y recaudó 27.


   El nombre que da título a la película pertenece a un avión real que participó en la Segunda Guerra Mundial. Nombre que le puso su capital inspirándose en su prometida. Concretamente era un Boing B-17, el bombardero predominante que usaron los Estados Unidos en ese conflicto bélico. La película precisamente pretende ser un homenaje a los aviadores que perdieron la vida en esos bombardeos.


   La historia se basa en una serie de documentales de guerra realizados en 1943. De hecho, el que hablaba del Memphis Bell, “Story of a flying fortress”, fue rodado, nada menos, por William Wyler. No obstante, la película no es un manifiesto de campaña de alistamiento, como si lo fueran esos documentales o cómo fue concebida la propia “Top Gun”.


   No, aquí no se idealiza la guerra. Se los focaliza como héroes pero los presenta como un grupo de soldados que simplemente quieren cumplir con sus deber para después irse a casa, destacando en todo momento ese aspecto humano. Sin embargo, las Fuerzas Aéreas norteamericanas si tratarán de usar el Memphis Belle con efectos publicitarios.


   Lo que hacía tan especial a este avión en concreto fue que logró completar 25 misiones con éxito y sin perder ni uno solo de los integrantes de su tripulación. La película nos muestra la última de ellas. Para ello, varios veteranos que formaron parte de dicha tripulación fueron consultados. Aún así, la mayor parte de las conversaciones de la película son ficción.


   En el reparto hay bastantes caras conocidas pero que por entonces no lo eran tanto pues eran muy jóvenes, como eran los casos de Matthew Modine, Billy Zane (antes de embarcarse en el “Titanic”), Sean Astin (antes de acompañar a Frodo a Mordor) o Eric Stolz. Y fue el primer papel en el cine del cantante Harry Connick Jr, que después ejercería de psicópata en “Copycat”, junto a Sigourney Weaver. También contó con secundarios más conocidos como John Lithqow y David Strathairn.


   Tras la cámara, Michael Caton Jones, del cual ya hablamos en el remake de “Chacal” y del cual destacamos que precisamente “Memphis Belle” era una de sus mejores películas junto a “Vida de este chico” y “Rob Roy”. El trabajo en la dirección de Caton Jones es tremendo en cuanto al realismo que consiguió imprimir especialmente en las secuencias de combate.


   Para lo cual combinó imágenes de aviones reales con maquetas a escala. El resultado fue realmente bueno, la autenticidad de esas escenas sin ningún truco digital es asombroso. Para ello se usaron cinco B-17 reales, que tuvieron que ser restaurados, pues el director quiso rodar las escenas de interiores dentro de las cabinas reales.


   Con ello pretendía potenciar el efecto claustrofóbico de esas aeronaves, además de mostrar el ruido real en el que estaban envueltos sus tripulantes. El verdadero Memphis Bell también fue restaurado para la ocasión, y actualmente se exhibe en el Museo de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, en Ohio.



domingo, 11 de mayo de 2025

The Brutalist

 

   FICHA TÉCNICA

Título: The Brutalist.
Dirección: Brady Corbet.
País: Estados Unidos.
Año: 2024.
Duración: 215 min.
Género: Drama.
Interpretación: Adrien Brody, Felicity Jones, Guy Pearce, Joe Alwyn, Raffey Cassidy, Stacy Martin, Alessandro Nivola, Isaach de Bankole.
Guion: Brady Corbet, Mona Fastvold.
Producción: Nick Gordon, D.J Gugenheim, Andrew Lauren, Trevor Matthews, Andrew Morrison, Brian Young.
Música: Daniel Blumberg.
Fotografía: Lol Crawley.
Distribuidora: Focus Features.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Un reconocido arquitecto judío húngaro, que sobrevivió al Holocausto, emigra a Estados Unidos. Los inicios son duros pero tiempo después recibe una oferta irrechazable por parte de un hombre de negocios con mucho dinero.

   LO MEJOR: Mucho se habló de esta película en el momento de su estreno, especialmente porque se presentaba como la gran favorita en la última edición de los Oscars, con diez nominaciones. Sin embargo, a pesar de conseguir tres estatuillas se puede considerar que fue la gran perdedora. No obstante, al margen de todo esto, siendo lo más objetivo posible, tengo que decir que la película es muy buena. Bastante diferente de lo que me esperaba. Y hay que advertir que no es para todo el mundo. Porque además, la forma de contarla tampoco es que sea la más habitual. Hablo en cuanto al estilo narrativo de lo que podría considerarse un drama histórico, que se aleja de lo clásico, que está más cerca de los códigos del cine independiente. Una historia que toca muchos temas y que es, sin duda, un viaje, y no precisamente uno muy agradable. Una especie de epopeya de un superviviente al Holocausto pero que se separa de esas películas tipo “El pianista”, para hablar de temas más puramente norteamericanos. Como el trato a los inmigrantes (un puyazo no se como de intencionado a Donald Trump). Pero también el mostrado por los ricos a los pobres, una molesta condescendencia que impera durante buena parte del relato, hacia las personas de clase social más modesta, a pesar de superar ampliamente en talento a los de clase más alta, que los emplean. Pero también habla del conflicto, y su consecuente desequilibrio, en el artista, que en conjunto con lo anteriormente mencionado dan como resultado la ruptura del sueño americano. Un artista que se expresa a través de un estilo arquitectónico muy peculiar, que utiliza como metáfora de su vida.

   Interpretación: A mí me habría hecho ilusión que ganara el Oscar Ralph Fiennes, pero tengo que reconocer que la interpretación de Adrien Brody es superior. Quien piense que es un papel similar al que le dio su primer Oscar con “El pianista”, está muy equivocado. Me atrevería a decir que esta actuación es incluso mejor. Pero también habría que destacar, aún con mucho menos tiempo en pantalla, a una enorme Felicity Jones. Sin olvidar a Guy Pierce.

   Escenas (SPOILERS!!): Más allá de destacar los momentos más dramáticos, con la escena de la sobredosis o la violación, vamos a aclarar algunos cabos que quedan a interpretación. Por cierto, antes de ello, el epílogo es muy interesante en cuanto a explicar cómo se traduce el uso de ese estilo arquitectónico, el brutalismo, como forma de expresión de las vivencias del protagonista, pero el hacerlo en forma de falso documental no es acertado. Da lugar a confusión, a que la historia ha sido real, y no es así. Precisamente hay varias dudas respecto a ese final. La falta de Erzsebeth (Jones). Es de suponer que su enfermedad hizo que ella muriera antes que él. La mujer que habla sobre su obra en homenaje es su sobrina, la interpretada en su fase joven por Raffey Cassidy, ZSofia. En esa escena final Cassidy está interpretando a la hija de esta precisamente. Pero ¿Qué pasó con Harrison (Pierce)? Desaparece cuando Erzsebeth le acusa en su casa de ser un violador, y no se le vuelve a ver. Pero cuando buscan en la obra del edificio, alguien dice que ha encontrado algo. Creo que es al propio Harrison Lee Van Buren, que se ha suicidado, sabedor que esa acusación le iba a terminar destruyendo.

   LO PEOR: No es de esas películas que se pueda decir que a pesar de ser largas se hacen amenas. No, se me ha hecho pesada y bastante. No es que le sobre metraje especialmente, es que la narración es árida como un desierto.

   REFERENCIAS: Quizá películas de inmigrantes que quieren cumplir su sueño americano, viniendo de una cultura totalmente distinta, incluso con otra religión, como “Los Fabelmans” o “Minari, historia de una familia”. Por cierto, sigo estando de acuerdo con que el Óscar se lo llevara “Anora”.

  CONCLUSIÓN: 7’5. Drama histórico que habla de la enésima ruptura del sueño americano, del trato a los inmigrantes y a los de clase social inferior, a través del arte por un estilo arquitectónico como metáfora, gracias a un gran Adrien Brody. 




jueves, 8 de mayo de 2025

Música de Película: Thunderbolts*

 


   Se suelen destacar bastante poco las bandas sonoras de las películas de superhéroes, que normalmente buscan un ritmo trepidante y un leitmotiv fácil de recordar para el espectador. No es que aquí se renuncia a todo eso, porque al final manda quien manda. Pero hay que decir que la partitura de Son Lux ("Todo a la vez y en todas partes") tiene ese tema recurrente típico pero varía los tonos  musicales en bastantes ocasiones, lo que hace que sea una banda sonora con más personalidad de lo que suele tener este género.




Tema: Main theme.

Película: Thunderbolts.

Intérprete o compositor: Son Lux.



Tema: I don’t see your mistakes.

Película: Thunderbolts.

Intérprete o compositor: Son Lux.




Tema: Sentry.

Película: Thunderbolts.

Intérprete o compositor: Son Lux.

martes, 6 de mayo de 2025

Escenas Míticas: Acción al aire - Aeropuerto 75

 

   Aunque España parece que no llegará hasta junio, el estreno en Estados Unidos de “Flight or flights, sicarios en el aire”, protagonizada por Josh Harnett, en lo que a simple vista, luego ya veremos, parece una propuesta similar a la de la divertidísima “Bullet train”, cambiando el escenario de un tren por el de un avión, nos sirve como excusa para repasar unas cuantas películas cuyas tramas se desarrollan precisamente en torno a ese medio de transporte.


   Porque en el cine han dado para mucho, casi podría considerarse un subgénero en sí mismo. Secuestros, atentados, accidentes, batallas aéreas. Hay de todo, y vamos a ver unas cuantas. Comenzado por esta “Aeropuerto 75”, que en realidad no es la primera sino la segunda película de una saga de cuatro entregas en total, aunque totalmente independientes.


   Pero sí compartían todas el mismo tema, el desarrollarse todas principalmente en un avión de pasajeros, con argumentos distintos, y a cuál más inverosímil, y repartos diferentes. A excepción de un actor que se repite en las cuatro películas, George Kennedy, que interpretó al personaje Capitán Joe.


   La primera de ellas, “Aeropuerto” de 1970, se basaba en la novela homónima de Arthur Hailey, cuyo argumento consistía en el sospechoso maletín de uno de los pasajeros de un avión. Se la considera la mejor y tuvo un considerable éxito, lo que además supuso la inauguración del subgénero de catástrofes de moda en los años setenta y que dio lugar, a parte de tres secuelas más, a títulos como “El coloso en llamas”, “La aventura del Poseidón” o “Terremoto”, entre otras.


   En 1974, se estrenó precisamente “Aeropuerto 75”, de la cual hablaremos más profundamente. En 1977, lo hizo “Aeropuerto 77”, donde un Jumbo caía al mar y, vaya por Dios, justo en el “Triángulo de las Bermudas”. Y finalmente, en 1979, “Aeropuerto 79” donde el mismísimo Concorde, el único avión de pasajeros capaz de romper la barrera del sonido, que fue real, era atacado en pleno vuelo.


   ¿Por qué he elegido, de todas ellas, ”Aeropuerto 75”? Pues sencillamente porque me parece de largo la más entretenida de todas ellas, la más divertida y, por tanto, la más disfrutable. De hecho, “Aterriza como puedas” que era prácticamente una parodia de toda la saga, se centraba más en esta secuela, con la que tenía muchos puntos en común en su disparatado argumento.


   Que consistía en la inhabilitación de los pilotos de la aeronave a causa de un accidente. Esta premisa estaba inspirada en hechos reales, en una serie de impactos en el aire que se produjeron en esa época. Es más, el propio avión usado para la película, el que choca contra el Boeing 747, Beechcraft Baun, impactó con una avioneta Cosmo 180 dando como víctimas mortales a todos los ocupantes de ambos aparatos.


   Como ya se puso de moda en todo el cine de catástrofes, tenían unos repartos muy corales y plagados de caras conocidas. Por esta saga han pasado estrellas del calibre de Burt Lancaster, Dean Martin, Jack Lemmon o Alain Delon. Y para esta “Aeropuerto 75” no podía ser menos. A George Kennedy le acompañaba Charlton Heston, quienes además coincidían precisamente en “Terremoto”.


   Charlton Heston se convertía en el rey del cine de catástrofes. Recordemos, que aparte de las mencionadas, protagonizó varios títulos que también podrían considerarse pertenecientes a ese género, como “El planeta de los simios” o “El último hombre vivo”. Le acompañaban Karen Black (aunque se había pensado en Joan Crawford), Susan Clark y Linda Blair. Y aparecían viejas glorias como Gloria Swanson (“El crepúsculo de los dioses"), que fue su última película, o Myrna Loy (“La cena de los acusados”).


   Tras la cámara, Jack Smight, proveniente de la televisión (“La dimensión desconocida”) pero con títulos tan reconocidos como “Harper, investigador privado” o “La batalla de Midway”. Smight aportó un gran realismo a la película, rodando tanto los interiores como varias tomas exteriores aéreas, sobre las montañas de Utah, en un Boing 747 real. Sin embargo, las críticas fueron más bien negativas. Lo que no importó al público. Costó 4 millones de dólares y recaudó 47 en taquilla, un éxito total.

domingo, 4 de mayo de 2025

Thunderbolts*

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Thunderbolts*.
Dirección: Jake Schreier.
País: Estados Unidos.
Año: 2025.
Duración: 126 min.
Género: Acción, fantástico.
Interpretación: Florence Pugh, Sebastian Stan, David Harbour, Wyatt Russell, Hannah John-Kamen, Olga Kurylenko, Lewis Pullman, Julia Louis-dreyfus, Harrison Ford, Geraldine Viswanathan, Chris Bauer, Wendell Edward Pierce.
Guion: Eric Pearson, Joanna Calo.
Producción: Kevin Feige.
Música: Son Lux.
Fotografía: Andrew Droz Palermo.
Distribuidora: Walt Disney Pictures.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Después de salvarse de una trampa en la que pretendían hacerlos desaparecer, un grupo de antiguos villanos se embarca en una misión más propia para superhéroes, por lo que deberán aprender a funcionar como un grupo y dar lo que nunca han tenido que dar.

   LO MEJOR: Por fin una película de Marvel que sí me gustaría volver a ver. Es más me parece la mejor de toda la Fase 5 del UCM, o al menos, la que mejor me lo he pasado de era post-End Game. Y una dirección a seguir que si se confirma que va a ir por este camino si hace que me interese lo que vaya a venir a partir de ahora. Ya era hora de que variaran un poco la fórmula y que además el público, como así parece, se lo permitiera. Tampoco es que hayan inventado la rueda, ha sido más una reinvención que un verdadero cambio, pero teniendo en cuenta la caída libre en la que se sumió Marvel tras la conclusión de la saga Vengadores, esto se puede considerar un soplo de aire fresco. ¿Y qué es lo que cambia? Bueno, de primeras darle un poso de trasfondo dramático, aunque haya bastante humor (mucho menos tonto de lo habitual). Básicamente porque sin ser una maravilla de guion, por lo menos tiene uno, bien armado y a partir de los personajes, y no exclusivamente una sucesión de secuencias de acción encadenadas. Porque esa es otra, la presencia del CGI no es constante. Hay una apuesta por la acción más tradicional, por los efectos prácticos. De hecho, muchas de las set pieces de acción consisten en peleas cuerpo a cuerpo, bastante bien coreografiadas, por cierto. Temáticamente saca bastante partido de la conformación como grupo de unos personajes que en varios casos, anteriormente eran villanos, que no se consideran a sí mismos como superhéroes, y que incluso podríamos ver como perdedores. Hasta me ha emocionado en un par de momentos, y eso hace ya unas cuantas películas de la franquicia que no pasaba.

   Interpretación: Florence Pugh es la líder absoluta, no solo del grupo en la ficción sino del reparto. Es increíble como es capaz de levantar cualquier personaje y darle más empaque de lo esperado. Aunque la sorpresa es Lewis Pullman, una extraña elección de casting pero a la postre acertada. Aunque tanto David Harbour, Wyatt Russell, Sebastian Stan como Hanna John-Kamen, dan bastante juego.

   Escenas (SPOILERS!!): Tienen escenas de acción espectaculares pero más desde las peleas cuerpo a cuerpo que otra cosa. Como la del todos contra todos de la base secreta. Por cierto, de la cual la huida dura bastante más de lo que cabría esperar, y que se utiliza como inicio de la unión como grupo,  y el combate contra el Vigía. A todo esto, esa desapariciones de gente enviadas al mundo oscuro, recuerdan a “Infinity War”. Un mundo bastante interesante porque está tratado desde el plano psicológico, como si fuera el interior de la mente del Vigía. Pero, sin duda, el momento más emotivo es cuando todos abrazan a Bob para que no complete su transformación total en el villano. Y me encantan los titulares de los periódicos de los créditos finales. Tras las cuales hay una escena que conecta con “Los 4 fantásticos” y eso es muy interesante.

   LO PEOR: El guion es mejor pero tiene lagunas. Ahí es cuando uno puede dudar de cuánto se ha quedado en la sala de montaje. Por ejemplo, cierto personaje pasa de no tener ni idea de usar sus poderes a que en la siguiente escena sea prácticamente Superman. O presentar a uno de los personajes para que no vuelva a aparecer. Para eso no lo presentes.

   REFERENCIAS: Es el equivalente de “Suicide Squad” de Marvel. Es bastante mejor que “Capitán América, Brave new World”, pero va más por el camino de “Viuda Negra”. Por cierto, el asterisco del título tiene todo el sentido. Significa que solo es un nombre circunstancial, que pasará a ser Nuevos Vengadores.

   CONCLUSIÓN: 7´5. Se confirma que era la gran tapada de la Fase 5 del UCM porque es la mejor película de Marvel tras la era Vengadores, un soplo de aire fresco que anuncia el camino hacia el que debería dirigirse la franquicia ahora.




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