martes, 11 de noviembre de 2025

Escenas Míticas: Musicales - El fantasma de la ópera (2004)

 


   No figura en los primeros lugares de las listas de mejores musicales del cine. Quizá por ello la he elegido porque la considero una película mucho mejor de lo que se la trata, que con el tiempo ha pasado como un título de culto, y que personalmente me parece la mejor adaptación de esta historia, la última hasta la fecha, aunque se espera una nueva versión para el año que viene.



   No obstante, hubo muchas más. No en vano, fue el segundo monstruo clásico en ser adaptado al cine tras “ El jorobado de Notre Dame”, concretamente en 1925, con Lon Chaney en el papel. Pero hubo otras, en 1943, en 1962 (a cargo de Terence Fisher), en 1984 (a cargo de Dwight H. Little y con Robert Englund -el mítico Freddy Krueger- como monstruo). Hasta Darío Argento hizo su versión, con Julian Sands y su hija Asia, en 1998.

   También podría considerarse como una versión, muy libre, eso sí, la de Brian de Palma, “El fantasma del paraíso”, uno de sus primeros trabajos tras la cámara, en clave rock y como una sátira. Aunque el cineasta italianoamericano también tiraba de otros clásicos literarios como “Fausto” o “El retrato de Dorian Gray”.


   Porque “El fantasma de la ópera” primero fue una novela, escrita por Gaston Leroux, inspirándose en la ópera de París, la que se conoció como Ópera Garnier, en honor a su arquitecto, Charles Garnier. En 1986 fue estrenada la adaptación como musical por Andrew Lloyd Webber. De hecho, esta película es una adaptación directa de la obra de teatro, no de la novela de Leroux.


   En aquella época se llevaba mucho la moda de añadir al título el nombre del creador original, como asegurando mayor fidelidad, aunque esto en la práctica no se cumpliera como en “ Drácula" de Bram Stoker o “Frankenstein" de Mary Shelley. Sin embargo, en el caso de Andrew Lloyd Webber si se cumplía esa condición de adaptación fiel al musical de Broadway.


   De hecho, Lloyd Webber solo la aceptó a condición de conservar el control creativo de la película. Hasta el punto que fue quien eligió al director, incluso esperando a que estuviera disponible y despejara su agenda. Una elección bastante sorpresiva pues Joel Schumacher no gozaba de la mejor prensa tras sus dos entregas del Caballero Oscuro, “Batman forever” y “ Batman y Robin”. Sin embargo, a Lloyd Webber le había fascinado tanto su “Jóvenes ocultos” que sentía que el director debía ser él. Por cierto, en un momento dado, alguien pensó en John Woo como posible director.



   Ya le he defendido otras veces. Schumacher me parece un director mucho mejor de lo que fue considerado, a quien esas dos secuelas de Batman hicieron mucho daño. Es cierto que era irregular, pero también un artesano todoterreno con títulos como “Línea mortal”, “Asesinato en 8 mm”, “Un día de furia”, “Última llamada”, y las adaptaciones de las novelas de John Grishan, “El cliente” y “Tiempo de matar” aparte de la mencionada “Jóvenes ocultos”.


   Por su parte, Andrew Lloyd Webber era un director de musicales muy reputado, artífice de algunos tan destacados como “Cats”, “Jesucristo Superstar” o “El mago de Oz”. Que venía de ganar el Tony (premio del teatro) precisamente por “El fantasma de la ópera” y el Oscar por la canción de “Evita” para Madonna en la adaptación de Alan Parker.



   Para el papel de Eric se pensó en Antonio Banderas o John Travolta. Y se rechazó a Hugh Jackman tras su audición. Finalmente fue para Gerard Butler, más joven, condición que puso el propio Joel Schumacher. Especialmente en el papel de Christine, que fue para una Emmy Rossum de 17 años, aunque ya con tablas en cuanto a cantar. Inicialmente se había pensado en Katie Holmes y después en Anne Hathaway, pero esta tuvo que cumplir su contrato de irse a rodar “Princesa por sorpresa 2”.



   Les acompañaron Patrick Wilson, Miranda Richardson y una Minnie Driver que fue la única que tuvo que ser doblada. Driver sabía cantar pero no al nivel de soprano, por lo que su voz fue sustituida por la de la soprano real Margaret Preece. Sin embargo, la actriz si cantó la canción de los créditos, para desquitarse.



   La película tuvo críticas divididas. Desde los que la alababan como espectáculo visual, sobre todo desde su dirección artística. Que fue nominada al Oscar, junto a la fotografía y la banda sonora, aunque no ganó ninguna estatuilla. Costó 70 millones de dólares y recaudó 154 en taquilla, que era menos de lo esperado pero al menos no perdió dinero.

domingo, 9 de noviembre de 2025

Frankenstein (2025)

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Frankenstein.
Dirección: Guillermo del Toro.
País: Estados Unidos.
Año: 2025.
Duración: 149 min.
Género: Fantástico, ciencia ficción, terror.
Interpretación: Jacob Elordi, Oscar Isaac, Mia Goth, Felix Kammerer, David Bradley, Lars Mikkelsen, Christian Convery, Charles Dance, Christoph Waltz.
Guion: Guillermo del Toro. Libro: Mary Shelley. Historia: Guillermo del Toro.
Producción: Guillermo del Toro, J. Miles Dale.
Música: Alexandre Desplat.
Fotografía: Dan Laustsen.
Distribuidora: Netflix.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Un brillante científico, tras realizar diversos experimentos con la finalidad de vencer a la muerte, consigue devolver a la vida a un ser compuesto de partes de personas muertas. Pero el resultado no es del todo satisfactorio y lo abandona. Lo cual la criatura nunca perdonará.

   LO MEJOR: No sé si es la película para la que Guillermo del Toro había nacido, como he leído en alguna parte, pero si es la película que merecía tener la oportunidad de hacer, dado el amor que le ha profesado a los monstruos durante toda su carrera cinematográfica, que menos que dejarle hacer su propia versión de uno de los monstruos más icónicos del terror clásico. Y parece que era una cuenta pendiente que tenía pero que no quería precipitarse en abordar, esperando a tener la madurez artística idónea para meterse en tamaña faena. Personalmente, me encanta la novela de Mary Shelley, la cual he leído tres veces, y he agradecido que Del Toro haya respetado la estructura del libro. Pero no hay que engañarse, más que una adaptación es una reimaginación, muy respetuosa con su esencia. Porque narrativamente es excelente. Es posible que nunca se haya contado tan bien esta historia. Para la cual, el cineasta mexicano está más contenido de lo habitual. No veo aquí los excesos caprichosos que sí se apreciaban en “El laberinto del fauno” e, incluso, en “La forma del agua”. No por ello significa que renuncie en absoluto a la sangre y a sus arrebatos de gore. No obstante, es una visión romantizada, que no romántica. Es todo lo contrario a lo que hizo Robert Eggers con su versión de “Nosferatu”, mostrándonos a un Drácula grotesco y desagradable. Este “moderno Prometeo” es más conmovedor que terrorífico. Porque habla más del perdón que de la venganza. Porque acaso Mary Shelley no hablaba del abandono de un padre a su hijo. Todo bajo una factura técnica exquisita, con un diseño de producción que es una auténtica maravilla, con unos escenarios que tanto en exteriores como en interiores, son espectaculares.

   Interpretación: No voy a descubrir yo que Oscar Isaacs es un excelente actor, lo cual que confirma aquí. Pero el corazón de la película es un sorprendente Jacob Elordi. Está claro que el joven actor de la serie “Euphoria” se ha tomado muy en serio el papel. Ojo que lo próximo será verle en una también nueva versión de un clásico, el de “Cumbres borrascosas” junto a Margot Robbie. Aunque me habría gustado que se le diera más peso a los personajes de Mia Goth y Christophe Waltz.

   Escenas (SPOILERS!!): Una de las innovaciones de este nuevo monstruo es presentarle casi como un ser inmortal, con la capacidad de curar sus heridas, de regenerarse. No tan rápido como Lobezno pero en ese camino. Guillermo del Toro nos regala varias secuencias de acción bastante potentes, como el ataque a la tripulación del barco, el enfrentamiento con unos brutales lobos que previamente han matado al ciego que era su amigo. O la explosión de la torre, en el intento de Frankenstein por acabar con su criatura y todo lo relativo al experimento. Y como no, el momento de su creación, uno de los más icónicos del cine de terror. Aunque me ha faltado el de “La novia de Frankenstein”, aunque parece que esa la veremos el año que viene, con Christian Bale como Frankenstein.

   LO PEOR: Quizá era la intención pero este monstruo no me causa ningún rechazo. No digo que el maquillaje no sea bueno pero probablemente sea el monstruo más guapo de los que se hayan hecho. Un monstruo poco monstruoso. Se parece al Lestat de Tom Cruise en “Entrevista con el vampiro”, tras la traición de Louis y Claudia.

   REFERENCIAS: Es una revisión de la novela “Frankenstein o el moderno Prometeo”, de Mary Shelley, como ya fue la de “Frankenstein” de Kenneth Branagh. Dentro de la propia filmografía de Guillermo del Toro, está más cerca de la incomprendida “La cumbre escarlata”.

   CONCLUSIÓN: 8. Guillermo del Toro, tras una carrera cinematográfica llena de monstruos, cumple su sueño de llevar a la pantalla a su favorito, haciendo una reimaginación de la novela de Mary Shelley pero respetando su esencia en todo momento.




sábado, 8 de noviembre de 2025

Música de Película: West side story

 



      La parte musical corría a cargo de Leonard Bernstein, compositor muy reputado a finales de los años cincuenta y que ya había elaborado la partitura de varias películas musicales. Sin embargo, para este tenía una idea más ambiciosa. Quería fusionar jazz, música sinfónica y ritmos latinos. Quería unir el musical de Broadway con la ópera. El resultado fue una de las películas musicales más icónicas de todos los tiempos.




Tema: María.

Película: West side story.

Intérprete o compositor: Leonard Bernstein/Stephen Sondheim.



Tema: América.

Película: West side story.

Intérprete o compositor: Leonard Bernstein/Stephen Sondheim.



Tema: Tonight.

Película: West side story.

Intérprete o compositor: Leonard Bernstein/Stephen Sondheim.



Tema: Quintet.

Película: West side story.

Intérprete o compositor: Leonard Bernstein/Stephen Sondheim.


Microcríticas Express: Nadie 2/El contable 2/The killer (2025)

 



   A los que les gustó la película anterior, esta les gustará también porque ofrece exactamente lo mismo pero en otra parte. Ahí tengo que decir que el escenario del parque de atracciones como lugar en el que se desarrolla todo el tinglado me ha gustado porque me recordaba el cine de acción de los ochenta, que en muchas ocasiones jugaba a eso, a cambiar a los personajes de escenario. Ejemplo, “La jungla 2” es lo mismo que “La jungla de cristal” pero en un aeropuerto. Hay que decir que lo mejor de la entrega precedente, la puesta en escena de la secuencias de acción, vuelve a estar a un gran nivel. Aunque cuando se repiten tanto y de forma tan seguida produce cierto efecto de redundancia. Es lo que pasa cuando no tienes demasiado que contar entremedias de ellas. Pero aquí es más perceptible su talón de Aquiles que en su predecesora, el guion. Ya no es que solo sea simple, es que es tremendamente previsible. Sabes lo que va a pasar en todo momento, quien va a morir, todo. Es más, si hay “Nadie 3”, que la habrá, es bastante fácil pensar que va a pasar lo mismo. Por no hablar de la cantidad de sacadas de la manga que se marca. Tan pronto aparecen nuevos miembros de la familia como otros de ellos se convierten en francotiradores expertos por la gracia del señor. ¿Porque? Porque un tío lo ha escrito en el guion y punto pelota, no hace falta más explicación. O eso cree él. Eso si, Bob Odenkirk vuelve a estar soberbio como antihéroe, que a parte de repartir de lo lindo, recibe lo suyo. Aunque podrían haber aprovechado mucho más a Sharon Stone. Así que, si, es entretenida pero no comparto el entusiasmo de muchos por esta ya saga. 6.


   La primera me supuso una agradable sorpresa porque no se trataba de la típica historia de asesino a sueldo sino que añadía fondo haciendo que el protagonista tuviera un grado de autismo, lo que le proveía de ciertas peculiaridades interesantes en cuanto a su trabajo. Además, dirigida con mucho oficio. En esta secuela, repite Gavin O´Connor, lo que daba garantías para que volviera a hacerlo. Y tengo que decir que así ha sido. Me ha sorprendido ver que hay división de opiniones sobre la película, con bastante gente a la que le ha decepcionado. No ha sido mi caso, porque aquí han colocado a Jon Bernthal casi como coprotagonista y eso siempre es bien. Además, dándole un tono diferente respecto a su precedente, casi convirtiéndose en una buddy movie, pero sin pasarse con el humor, aunque es cierto que en ocasiones está a punto de hacerlo, bordeando la línea de lo recomendable. Casi tiene más interés su interacción con Ben Affleck que el propio caso que están llevando, y eso que la trama está bien desarrollada e incluso tiene un par de buenos giros.
Se pone más énfasis en los problemas psicológicos del protagonista, sobre todo en cuanto a su dificultad para relacionarse con otros seres humanos, y también se apuntan cosas respecto a lo mismo pero en su hermano, aunque desde otro ángulo. Por cierto, me encanta el equipo de jóvenes informáticos. No tiene mucha acción, tampoco la tenía la primera, pero cuando aparece lo hace de forma contundente con un par de secuencias bastante potentes. Así que, si, no tendría ningún problema en que llegara una tercera parte, manteniendo el dúo Affleck-Bernthal. 7.


   Probablemente, “The killer” sea de lo mejor que hizo John Woo en su periplo aún en Asia, junto a “Hardboiled”, y de su filmografía en general, aunque personalmente adore ese placer culpable, ya en tierra yanquis, que fue “Cara a cara”. Por eso me resulta extraño que se haya hecho este remake y encima dirigido por el propio Woo. Supongo que habrá pensado, ya que se va a hacer, lo hago yo mismo. O quizá por un cheque con muchos ceros. La cuestión es que no se ha limitado a calcar su propia obra sino que le ha introducido cambios tan importantes que la alejan bastante de la original. El primero de ellos es cambiar el sexo del protagonista. Antes de que las hordas antiwoke se lancen voy a aclarar que más que un alegato feminista es un aspecto que introduce matices interesantes respecto al personaje. En ese sentido, Nathalie Emmanuel funciona perfectamente. No tanto su compañero de reparto, Omar Sy, que yo le veo de cualquier cosa menos de policía.
El otro cambio importante es trasladar la acción a París, lo que le da una ambientación muy evidentemente europea, también muy diferente de su predecesora. Lo que no cambia en absoluto es el tratamiento en cuanto puesta en escena de las secuencias de acción. A pesar de contar ya con ochenta años, John woo no ha perdido su toque en como rodar las escenas de acción. Las coreografías, la cámara lenta, las pantallas partidas, todo es marca de la casa. Y tengo que reconocer que me encanta esa plasticidad formal del director chino, aunque quizá ahora se vea un tanto pasada. Eso si, la película no soporta la comparación con la original. Tal vez, si no existiera, esta se vería con más valor pero es imposible olvidarse de ello. 6.

martes, 4 de noviembre de 2025

Escenas Míticas: Musicales - West side story

 


   El estreno de la segunda parte de “Wicked”, esa suerte de precuela de “El mago de Oz” que triunfó previamente en los teatros y que provocó su adaptación cinematográfica como gran superproducción, probablemente la última gran película en ese género, el musical, y que nos sirve para ampliar el repaso, que ya se inició en otro momento, de los musicales en el cine, comenzando con uno de los más exitosos que ha habido. 




   Porque “West Side Story” es, porque sigue siéndolo, una de las películas más oscarizadas de la historia del cine, llevándose diez de las once estatuillas a las que optaba, es decir, casi haciendo pleno. En su momento, se colocó solo por detrás de “Ben-Hur”, como película más galardonada en los Oscars. Un selecto club al que llegarían, sobrepasando también a la propia “West Side Story”, títulos como “Titanic” y “El Señor de los Anillos: el Retorno del Rey”.



   Por tanto, sobra decir que tuvo excelentes críticas. Pero es que también le fue de maravilla en lo económico. Costó sólo 6 millones de dólares y recaudó 43 en taquilla, convirtiéndose en la segunda película más taquillera de 1961, sólo por detrás de “101 dálmatas”. No le fue igual de bien al buen remake que realizó Steven Spielberg en 2021.



   Se trataba de la adaptación del musical de Broadway, cuyo libreto fue escrito, y era el primero para un musical, por Arthur Laurents. También participó en el guion de la película, aunque paradójicamente, fue el único Oscar que se le escapó a “West Side Story”. Ya había sido nominado al Tony (los Oscars del teatro) sin conseguirlo. Lo ganaría más tarde por “Hallelujah, baby” y “La jaula de las locas”.



   La historia no era otra cosa que una actualización de la obra de William Shakespeare, “Romeo y Julieta”, cambiando las familias de los Montesco y los Capuleto por las bandas callejeras de los Jets y los Sharks. Y la Verona italiana por la neoyorquina Manhattan. Además, tocando un tema que más de sesenta años después está más de rabiosa actualidad en Estados Unidos, por desgracia, el racismo, en concreto hacia los inmigrantes.



   Aunque en el reparto había pocos. De hecho, hubo que maquillar, oscureciéndoles la piel, a los actores que hacían de puertorriqueños. Un maquillaje que hoy, incluso, en su momento, se nota demasiado recargado. No en vano llegaron a gastar 45 kg de maquillaje. Más allá de eso a nadie le importó que Natalie Wood no tuviera nada de latina. Suerte que en esa época no había redes sociales, pues hoy la habrían despedazado antes de estrenarse la película.



   Pero allá por los sesenta, la gente estaba muy loca e iba al cine a ver la película, no a comentar memeces de lo que hoy conocemos como haters. La que sí era latina, y además puertorriqueña, fue Rita Moreno, que se convirtió en la primera actriz en ganar el Oscar de este origen. La actriz tuvo la dificultad añadida de superar una escena de tentativa de casi violación en grupo, circunstancia que le recordaba a una agresión sexual real sufrida por ella a cargo de su representante.



   El papel de Natalie Wood, el de María, fue ofrecido a Audrey Hepburn, pero finalmente no fue para ella por ser demasiado mayor para el personaje. Para el de Tony hubo una terna bastante variopinta de aspirantes; Elvis Presley, Warren Beatty, Robert Redford, Burt Reynolds y Richard Chamberlain. Finalmente fue para el desconocido Richard Beymer.



   Por cierto, prácticamente todo el reparto fue doblado, incluida la propia Natalie Wood, cuya voz fue suplantada por la de la soprano Marni Nixon, aunque ella se enteró poco antes del estreno de la película, lo que la molestó bastante. Sólo el actor George Chakiris puso su propia voz. Estas prácticas de doblaje eran muy habituales cuando no se usaban actores que además fueran cantantes.



   En la dirección estaba Robert Wise, un especialista del género de ciencia ficción, e incluso terror, con títulos como “Ultimátum a la tierra”, “La amenaza de Andrómeda”, “Star Trek, la película” o “La mansión encantada”. Aunque posteriormente a “West Side Story”, dirigió otro mítico musical, “Sonrisas y lágrimas”. Compartió la batuta con el director del musical original, Jerome Robbins, que se ocupó de todas las coreografías.



domingo, 2 de noviembre de 2025

Del cielo al infierno

 

   FICHA TÉCNICA


Título: Del cielo al infierno.
Dirección: Spike Lee.
País: Estados Unidos.
Año: 2025.
Duración: 133 min.
Género: Thriller, drama.
Interpretación: Denzel Washington, Jeffrey Wright, Ilfenesh Hadera, ASAP Rocky, Dean Winters.
Guion: Alan Fox. Novela: Evan Hunter.
Producción: Todd Black, Jason Michael Berman.
Música: Howard Drossin, ASAP Rocky.
Fotografía: Matthew Libatique.
Distribuidora: A24, Apple TV.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: El hijo de un magnate de la música es secuestrado. El pago del rescate interfiere en un ambicioso movimiento de negocios que se puede ver afectado por las decisiones que debe tomar respecto a ambas situaciones.

   LO MEJOR: No soy un admirador del cine de Spike Lee pero reconozco que hay bastantes películas suyas que me gustan, especialmente cuando incursionan el género negro. Sobre todo porque Lee rueda como se hacía antes, con un estilo, dentro de sus extravagancias narrativas personales ya conocidas, clásico, haciendo que cuando precisamente toca este género, recuerda a los thrillers de los setenta. Además que le echa valor cuando ha realizado un remake, cómo fue el caso de “Oldboy” (aunque no saliera del todo bien). Me refiero a que no se limita a replicar el original sino que utiliza la idea para contar lo que realmente quiere él. Y para muestra un botón, aquí lleva a cabo el remake de “El infierno del odio”, de Akira Kurosawa, donde el protagonista era un magnate del negocio de los zapatos, y cambia aquí por la música. Y de esa manera, en medio de una trama de secuestros, bolsas de dinero y hasta algún tiroteo, Spike Lee hace una reflexión sobre en lo que se ha convertido la industria de la música y de cómo afecta a un visionario de ese arte el convertirse en millonario, cómo le aleja de los valores que le llevaron al éxito. Ese hilo argumental del secuestro sirve para mostrar el camino de redención a sus orígenes. Y eso es de lo que realmente quiere hablar Lee. Por tanto, a la narración la acompaña casi omnipresentemente la música, lo que es verdad que ameniza el relato. Pues a pesar de sobrepasar las dos horas de metraje, no aburren en absoluto.

   Interpretación: Spike Lee vuelve a recurrir al que ha sido uno de sus actores fetiches, puede que el que más, de su filmografía, Denzel Washington. Y como para resistirse a no repetir. Qué actorazo. Da la sensación de que él solito sostiene la película y de que aunque fuera floja, que no lo es, él se bastaría para salvarla. Más cuando parece que Lee le ha dado manga ancha para soltarse. Pero por si acaso, por ahí anda de escudero, Jeffrey Wright. He leído que algunos consideran que Washington está excesivo, incluso sobreactuado. No me lo parece pero aunque fuera así, sigue siendo disfrutable verle actuar.

   Escenas (SPOILERS!!): Tiene momentos muy acertados, cómo plantea el dilema de si debe pagar el rescate cuando se sabe que el secuestrado no es el hijo del protagonista sino el de su mejor amigo. Ese pensamiento ronda durante una buena porción de la película. Porque ese dinero supone el futuro de su compañía discográfica. Pero luego Spike Lee demuestra lo bien que se desenvuelve en el género negro, en su vertiente policíaca incluso de acción, y el mejor ejemplo es toda la secuencia del intercambio, del rescate, sobre todo viendo cómo cambia de manos la bolsa del dinero como en un juego de trileros. En cuanto a que significa la última escena, representa la vuelta a los orígenes. David King (Washington), todo lo ocurrido le ha hecho reflexionar sobre su propia pérdida de valores dándose cuenta que debe volver al principio. Por cierto, hay una escena puramente Spike Lee, que es el duelo rapeando en el que King se luce de lo lindo.

   LO PEOR: Aunque peca de un ritmo irregular. Tiene fases que funcionan de maravilla pero otras que no tanto. Además, parece que haya dos películas en una, cambiando el tono aproximadamente a la mitad de la narración, lo que resulta bastante desconcertante. La película tiene dos fases muy claramente diferenciadas.

   REFERENCIAS: La novela de Evan Hunter, “El secuestro del Rey”, que ya sirvió a Akira Kurosawa para hacer una adaptación a su manera en “El infierno del odio”. En cuanto a Spike Lee, puede recordar en ocasiones a “Plan oculto”.

   CONCLUSIÓN: 7. Spike Lee vuelve a mirar al cine asiático a la hora de realizar un remake, esta vez a Akira Kurosawa, recurriendo a su pareja de baile más fiable, un Denzel Washington desatado en un papel ideal para lucirse.




sábado, 1 de noviembre de 2025

Microcríticas Express: El Pacificador T2/Gen V T2

 



   Sinceramente, tenía bastante interés en lo que James Gunn podía aportar al universo de DC. Es decir, no tenía ningún prejuicio respecto a él pero todo lo que ha hecho desde que se ha puesto al mando me parece poco menos que lamentable. Primero, cargándose sin miramientos todo lo construido por Zack Snyder, incluso cambiando miserablemente escenas hechas anteriormente para colocar “sus” personajes. Porque lo único que no ha dinamitado ha sido justo lo que él había hecho antes, esto es, “El Escuadrón Suicida” y “El Pacificador”. Vaya por Dios, que casualidad. Segundo, por infantilizar al personaje estrella de DC, haciendo un “Superman” para niños de diez años, con un perro como verdadero protagonista. Este hombre no sabe hacer nada si no hay una mascota en la historia. Se ve que echa de menos al mapache de “Guardianes de la Galaxia”. Porque aquí también el águila tiene una protagonismo superior. Aunque en su defensa diría que tiene las mejores escenas de esta segunda temporada, que en general, ha bajado, y mucho, el nivel. La primera temporada me supuso una grata sorpresa, mucho más divertida de lo esperado, y muy gamberra. En esta segunda me he aburrido bastante. El guion escrito por el Señor Pistolas es un sinsentido casi constante, hay tramas que parecen puros antojos suyos pero que no van a ninguna parte, salvo el de hacer chistes fáciles, como la de el “Caza águilas”. Además, el recurso de los multiversos para justificarlo todo ya cansa. El último capítulo es un cúmulo de canciones y moñadas. Solo se salva el episodio 7 (el de los nazis). Ese era camino, pero bueno seguramente habría puesto de prota a un hamster o algo así. No se si habrá tercera temporada ni me importa lo más mínimo. 5.


   Voy a afirmar algo que estoy seguro que no va ser muy popular para aquellos que piensan que “The boys” es la última Coca-Cola del desierto. Que ya insinué cuando vi la primera temporada y, contrariamente a lo que esperaba, es decir, que era una especie de “The boys” para adolescentes, un más de lo mismo pero con otros personajes que, para colmo, no conoce nadie, es una ramificación con vida propia, con interés propio y bastante más sólida de lo que cabía esperar. Y es que “Gen V” me parece que tiene bastante mejor guion que la serie madre. Hasta he tenido que mirar quienes son los showrunners de una y otra porque me parecen demasiado diferentes para ser los mismos. Y efectivamente, no lo son. Que no se me entienda mal, me gusta “The boys”, me lo paso bien, me divierte muchísimo. Pero como guion, salvo la tercera temporada, no es más que un amontonamiento de burradas gore y sexuales, y chistes más o menos acertados.
Se puede decir, no pasa nada, no hay que rasgarse las vestiduras. Y oye, incluso así es de las series que veo con expectación. Pero es que “Gen V” tiene una trama más interesante, los personajes están mejor desarrollados y no abusa tanto de las burradas y los chistes. Que los tiene pero más dosificados. Hasta el punto que lo que ya era previsible, que ambas series se iban a unir, me parece el mayor aliciente de la quinta temporada de “The boys”, junto a la vuelta de Soldier Boy y el hecho de que ya supone el final de la serie definitivamente. Porque en esta segunda temporada se ha confirmado que estos personajes estaban aquí para tener un rol más relevante de lo que se podía pensar inicialmente. Además, el personaje de Emma (Lizzie Broadway) me encanta. La única pega es que el villano como tal es muy efímero. 7.

martes, 28 de octubre de 2025

Escenas Míticas: Transformaciones físicas - La ballena

 


   Sin duda, una de las transformaciones físicas más impactantes de los últimos años fue la de Brendan Fraser para esta película, en la que interpretaba a un profesor recluido en su propia casa con una obesidad mórbida que le produce un grave riesgo para su salud. Fraser no engordó para el papel, sino que fue todo un trabajo excepcional de maquillaje, que fue premiado con el Oscar, al igual que el propio actor.


   Aunque su mayor mérito para conseguirlo no fue precisamente hacer gala de esa impresionante transformación, sino conmover a todo espectador que veía la película. Curiosamente bajo una enorme prótesis que pesaba más de 90 kg, Fraser estaba en una excelente forma, pues tuvo que ejercitar sus músculos para poder manejar precisamente esa prótesis de cuerpo entero.


   Para la cual llegó a soportar sesiones de maquillaje de hasta diez horas, siete de ellas para la parte de la cabeza. Para colocarle el traje y maquillarlo, se necesitaban cuatro personas. El mérito en su interpretación se basa en que tras esas maratonianas sesiones, realizó una de las actuaciones más desgarradoras que un servidor haya visto en muchos años. Recuerdo que cuando las luces de la sala se encendieron, la mayoría de la gente no podía ni hablar, muchos de ellos con lágrimas en los ojos y sorbiéndose los mocos.


   Supuso la reivindicación de un actor maltratado por Hollywood, que tras triunfar con películas como “George de la jungla”, “Al diablo con el diablo” o la saga de “La momia”, fue dado de lado por la industria. Incluso el actor acusó a un importante miembro de la organización de los Globos de Oro, de acosarlo sexualmente. No se pudo demostrar pero a partir de ese momento la carrera de Brendan Fraser cayó en picado, lo cual lo sumió en una enorme depresión.


   Por tanto, en parte, el actor dejó en el personaje gran parte del infierno que él mismo había pasado. Aunque la historia tiene más de autobiográfico con su guionista, Samuel D. Hunter, que adaptaba su propia obra de teatro y se basaba en su propia vida, en la que, como el Charlie de “La ballena”, es homosexual, profesor y tuvo graves problemas de ansiedad que provocaban caer en los atracones de comida.


   El director, Darren Aronofsky, llevaba diez años con intención de llevar esa obra de teatro a la gran pantalla pero no encontraba el actor adecuado. Hasta que surgió Brendan Fraser, a quien su propia historia personal le hacían el actor perfecto, a quien, como hizo con Mickey Rourke en “El luchador”, consideraba injustamente ignorado y pretendía rescatar dándole la posibilidad de reivindicarse.


   Y el actor se lo agradeció dejándose todo en el personaje, regalándole a él y a nosotros una soberbia interpretación con la que fue ovacionado durante más de seis minutos en el Festival de Venecia y con la que arrasó en la temporada de premios, culminándose su éxito, y resurrección, con el Oscar. Pero además está magníficamente acompañado por la joven Sadie Sink, Hong Chou (también nominada pero que no premiada) y Samantha Morton.


   Como en otras películas anteriores de Darren Aronofsky, retrataba un personaje torturado, como en “Pi, fe en el caos”, “Réquiem por un sueño”, “Cisne negro”, “Noé” o “Madre”. Lo encerraba en un formato de pantalla con la relación de aspecto 4:3, muy cuadrada, que realzaba la claustrofobia de una historia rodada prácticamente de forma íntegra en interiores, algo que ya venía de la obra teatral que adaptaba.


   El cineasta quería hablar de la salud mental y de las conductas autodestructivas. Sin embargo, no todos lo interpretaron así. La película tuvo sus dosis de controversia, acusándole de estigmatizar a las personas obesas, de retratarles como gente siempre triste y presa de la comida, de generar con ella la “gordofobia”. Cuando lo que Aronofsky quería es retratar a una persona con un problema mental. Su obesidad sólo es una de las consecuencias de ello.


   Aunque si tiraba el gancho con la obesidad, engañando a los espectadores que previamente de ver la película podían pensar, yo lo hice, que “La ballena” era Charlie, el protagonista. Cuando la ballena se refiere a la de “Moby Dick”, y a una redacción sobre la obra literaria de Herman Melville, de su hija, qué es lo que le demuestra que es una buena persona y con la que quiere hacer las paces antes de morir.


   La película tuvo muy buenas críticas, destacando principalmente las interpretaciones de los actores, no sólo la de Brendan Fraser. Y económicamente le fue de maravilla, sólo costó 3 millones de dólares y recaudó 54 en taquilla.

domingo, 26 de octubre de 2025

Una casa llena de dinamita

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Una casa llena de dinamita.
Dirección: Kathryn Bigelow.
País: Estados Unidos.
Año: 2025.
Duración: 112 min.
Género: Thriller, intriga.
Interpretación: Idris Elba, Rebecca Ferguson, Gabriel Basso, Jared Harris, Tracy Letts, Anthony Ramos, Moses Ingram, Jonah Hauer-King, Malachi Beasley, Brian Tee, Brittany O'Grady, Gbenga Akinnagbe, Willa Fitzgerald, Renée Elise Goldsberry, Kyle Allen, Kaitlyn Dever, Greta Lee, Jason Clarke.
Guion: Noah Oppenheim.
Producción: Greg Shapiro, Kathryn Bigelow, Noé Oppenheim.
Música: Volker Bertelmann.
Fotografía: Barry Ackroyd.
Distribuidora: Netflix.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Se detecta que un misil va en dirección a los Estados Unidos. A partir de ese momento el objetivo es interceptarlo, pero también descubrir de donde procede el ataque y como actuar en consecuencia. Y todo a contrarreloj.

   LO MEJOR: De un tiempo a esta parte, desde “En tierra hostil”, cada vez que Kathryn Bigelow hace una película, se convierte en una de las mejores del año, condición que ha vuelto a confirmarse con esta. Aunque nos haga esperar mucho de una a otra, pues esta vez ha tardado la friolera de ocho años en regalarnos otro peliculón como este. Bigelow exhibe su vibrante nervio narrativo, a la altura de los Nolan, Villeneuve o Fincher, con los que la directora se codea sin ningún problema. Haciendo uso de su ya característica cámara en mano, aunque no hay escenas de acción propiamente dichas, pues se basa en personajes teniendo conversaciones, pero de una intensidad brutal, valiéndose de un montaje magistral, al más puro estilo del mejor Oliver Stone, que le permite tener un ritmo de narración que no decae, para contarnos una historia de no más de media hora real pero desde tres puntos de vista distintos, aunque entrecruzados, que funciona como un reloj gracias a un guion muy sólido. Un relato antibelecista pero no desde el género bélico sino desde el thriller político, que nos plantea lo que podría suponer un ataque nuclear para uno de los países más potentes del planeta y lo que supondría su respuesta para el mundo, algo que, tal y como está actualmente podría perfectamente pasar. Eso es lo más terrorífico, todo el tiempo tienes la sensación de que esto podría pasar mañana, es más, podría pasar hoy. Y nos recuerda que nuestro futuro, el de la humanidad entera, está en manos de unos pocos dirigentes políticos. Si no pasa nada raro, debería estar presente en los próximos Oscars, aunque ya ignoraron la anterior gran película de Kathryn Bigelow, “Detroit”.

   Interpretación: Tiene un reparto tremendamente coral, sin un protagonista claro, con el tiempo muy repartido. Quizá podría destacarse algo más a Rebecca Ferguson e Idris Elba pero junto a un amplio abanico de “secundarios” como Jason Clarke, Greta Lee, Jared Harris, Tracy Letts, Gabriel Basso, Anthony Ramos . . . Cuyos personajes Bigelow es capaz de definir con muy poco tiempo en pantalla, otro de los aciertos de la cineasta.

   Escenas (SPOILERS!!): De los tres segmentos de la película, correspondientes a esos tres puntos de vista, es el primero el más potente pues tiene un suspense asfixiante desde el principio. Quizá es el único pero de la película, que ese suspense decrece sensiblemente pues ya sabes cómo van a terminar los siguientes segmentos. Por eso son más impactantes los momentos de descubrimiento del misil en dirección a los Estados Unidos, el fallido intento de intercepción y el inminente impacto en suelo americano. Porque de las tres preguntas que quedan abiertas al final esa es la más clara de responder. El misil va a impactar y lo va a hacer en Chicago. La otra es saber quién es el agresor. Parece descartar a Rusia y China, dejando más en el aire Corea del Norte, pero sin llegar a confirmarlo. La última es saber que va a decidir el presidente norteamericano. Si decide tomar represalia se podría producir una guerra nuclear que pondría a todo el planeta en riesgo. Pero si decide esperar se expone a volver a ser atacado fatalmente para el país. Por lo que Bigelow nos muestra del personaje de Idris Elba, podemos pensar que va a intentar no provocar una catástrofe nuclear a nivel mundial. Pero quién sabe.

   LO PEOR: Hay que tener muy claro que esto no es un típico blockbuster americano lleno de héroes que pretenden salvar el mundo. No, es una historia muy realista, cuyo final dejará frío a la mayoría pues queda totalmente abierto a la interpretación de cada uno, sin cerrar las dos grandes incógnitas que se plantean en la trama, porque la película verdaderamente no habla de eso.

   REFERENCIAS: El estilo de dirección está en la línea de películas anteriores de Bigelow como “En tierra hostil” o “La noche más oscura”. Temáticamente plantea dilemas como los mostrados en títulos como “Marea roja” o “Trece días”.

   CONCLUSIÓN: 8. Kathryn Bigelow vuelve a colocar una película suya entre lo mejor del año con otro thriller asfixiante, hablándonos del riesgo nuclear en el que está sumido nuestro mundo y que depende de unas pocas personas.



sábado, 25 de octubre de 2025

Música de Película: Tron Ares

 


   Seguramente que muchos no sepan que el grupo de rock alternativo Nine Inch Nails tiene ya un buen repertorio de bandas sonoras de películas a su cargo. Es más, tienen dos Oscars, por "La red social" y "Soul", lo que no puede decir todo el mundo. Aquí también se han ocupado de la música, concretamente sus dos miembros principales, Trent Reznor y Atticus Ross, en su vertiente más electrónica y con una potencia brutal, que le va a la película como anillo al dedo.




Tema: What have you done.

Película: Tron Ares.

Intérprete o compositor: Nine inch nails.




Tema: Init.

Película: Tron Ares.

Intérprete o compositor: Nine inch nails.




Tema: As alive as you need me to be.

Película: Tron Ares.

Intérprete o compositor: Nine inch nails.



viernes, 24 de octubre de 2025

Microcríticas Express: Deep blue se 3/Predator, killer of the killers/La muerte de un unicornio

 



   No me creo lo que voy a decir. Me ha gustado esta película. También es que lo digo teniendo en cuenta que el nivel más habitual de las películas sobre este subgénero, tiburones, es
muy bajo y en bastantes más casos de lo que a uno le apetecería, con ejemplos deleznables. Aún así, suelo ver muchas sobre estos pececillos y confieso que “Deep blue sea” es una de mis favoritas, pero tras ver la deplorable secuela no sé ni como me he atrevido a ver esta, solo basándome en una escena que vi por casualidad, que me pareció bien rodada. Porque acertadamente, aquí han querido volver al camino de la primera, más que de la segunda. Ojo, nadie está diciendo que sea buena, de hecho, es mala, pero no muy mala. Porque son plenamente conscientes que quien se ponga a ver esta película no es precisamente por el guion, sino para ver muchas escenas de tiburones, y eso es lo que te ofrecen. Y es que están bastante decentemente bien hechos y además, hay varias escenas submarinas rodadas con un suspense muy logrado y buena factura. A parte de que la idea de desarrollar toda la historia en torno a una isla flotante a lo “Waterworld”, está chula. Ahora, hay que perdonarle cosas como que todo el mundo que se meta en el agua vaya debidamente equipado con su traje de neopreno y demás, menos la protagonista, Tanya Raymonde (“Perdidos”), que va permanentemente en bañador, no vaya a perderse alguien el cañón de tía buena que es. Y si en la primera parte, los escualos sabían latín, aquí se han sacado dos carreras, un master y se han leído dos veces “El Quijote”. Pero bueno, la diversión que ofrece a cambio de esos pecadillos lo compensa, porque lo reconozco, me ha entretenido e, incluso, me lo he pasado bien. 5’5.


   Estoy reflexionando sobre si soy de otro planeta o estoy viviendo en una realidad alternativa. Porque yo no entiendo nada. Me maravillo de comprobar como se cargaron tanto las tintas con una película de verdad como era “Prey”, sacándole toda clase de críticas absurdas, mirándole hasta los empastes y, sin embargo, se le hace la ola a esta, perdonándole todos sus pecados (que los tiene), elevándola a los altares como película mejor valorada sobre este personaje. Que si, que tiene muy buena animación. Que si, que tiene muy buenas secuencias de acción. Faltaría más, porque es lo único que tiene. Porque lo que es argumento, no. El guion no creo que ocupara más de dos folios (por una cara). A ver, que tampoco esperaba que se pusieran a recitar a Shakespeare, pero es que no tiene ni diálogos. Básicamente son unos ochenta minutos de peleas, sin ningún hilo narrativo, divididos en tres cortos (que no historias) pegados con pegamento. Por cierto, el tercero no tiene ni puñetero sentido, a no ser que el protagonista fuera Ethan Hunt disfrazado y clarividente. Sin embargo, y esa es la pena, que bien hubiera estado la de los vikingos o los samuráis pero bien desarrolladas, incluso en una película propia. Pero no, esto parece más un “what if” de acción a matacaballo, cosa que nunca ha sido la saga de “Predator”, que tanto las buenas como las malas, eran una mezcla
de aventuras, ciencia ficción, suspense, terror y si, también acción, pero no solo eso. Es entretenida, hay mucha sangre y gore, y los combates son tremendos, pero no es una gran película, como la está poniendo todo Dios. Al menos en mi planeta o en mi realidad alternativa. 6.


   No lo escondo, me chiflan las películas en las que los animales se cargan a los humanos, las que en general se califican como monster movies. He visto literalmente de toda clase de bichos. Tiburones, cocodrilos, murciélagos, leones, lo que sea. Narices que he visto hasta de castores. Pero creo que de unicornios esta es la primera. Porque aquí los van a mostrar muy alejados de la imagen de los cuentos o las fábulas fantásticas, incluso de los sueños de un androide. No, aquí el unicornio es uno de esos monstruos, y precisamente ese es el mayor atractivo de la película. Además, que la cosa se presentaba bien, con la productora A24 volviendo a apostar por una iniciativa arriesgada y y Ari Aster como productor. Pero no les ha terminado de salir, especialmente porque parece que no sabe lo que quiere ser, si una película para todos los públicos o solo para adultos. Porque el tono y el humor es el de una típicamente familiar pero las muertes son para una calificación R. Si, las víctimas pueden ser aplastadas, mordidas, destripadas o empaladas, y la verdad es que son lo mejor de la película y se agradece que no se corten con el gore. Ahora bien, contrasta con la mezcla de comedia. Deberían haber cargado todas las tintas hacia el terror o hacer uso de un humor claramente negro. Y se queda a medio camino. Porque el guion es una mera moralina sobre lo asquerosos que son los ricos, lo irrespetuosos que son los humanos con los animales y la naturaleza y lo que son capaces de hacer los padres por los hijos. Pero, en definitiva, aquí solo importa como van a matar a unos personajes que, aunque estén tras caras tan reconocibles como Jenna Ortega, Paul Ruud, Tea Leoni o Will Poulter, tienen bastante poca chicha. Entretiene pero poco más. 5’5.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...