domingo, 13 de abril de 2025

Microcríticas Express: Érase una vez el oeste/Día cero

 



   Me sorprende la poca atención que ha tenido la que me parece una de las mejores series en lo que llevamos de año. Un formato, la miniserie, en el que se han dado buenos títulos últimamente en este género, el western. Y no es uno de esos para disfrutar del paisaje precisamente, sino para apretar los dientes. Al guionista de “El renacido”, Mark L. Lester, el creador, parece que le encanta hacer sufrir a sus personajes y, de paso, a los espectadores, porque este es un western duro, crudo, sucio y muy violento, en el que no es recomendable encariñarse con esos personajes pero a la vez en imposible no hacerlo, a pesar de que no hay nadie que no tenga un lado oscuro. Dirige Peter Berg, quien siempre me ha parecido, y lo digo en el buen sentido, un sucedáneo de Michael Bay, y cuyo estilo más cercano a la acción, no es precisamente el que podríamos considerar más aconsejable para un western. Sin embargo, lo borda tras la cámara. Berg mantiene la tensión en todo momento, hasta en un simple diálogo, hay una constante sensación de peligro en pantalla. No hay ni un solo episodio cómodo, como decía, siempre estas apretando los dientes. Pero lo que mejor funciona, incluso por encima de lo demás, o quizá, gracias a ello, es el reparto. Poblado de nombres de segunda fila o que al menos no están en su mejor momento, algunos de ellos habituales ya de la serie B, y que parece que se han propuesto aquí reivindicarse a base de bien. Betty Gilpin, Taylor Kitsch, Shea Whigham, Dane DeHaan, entre otros más desconocidos, todos están realmente bien. Una buena historia, dirigida con nervio y maravillosamente interpretada, aunque no muchos se hayan dado cuenta. 7’5.


  Sinceramente, no sabía ni de que iba, muy vagamente en todo caso, pero con ese reparto, captó rápidamente mi atención. No solo por Robert de Niro, que parece que se ha dejado de comedias tontas y ha vuelto a estar en forma. Es que está rodeado de muy buenos actores, como Jesse Plemons, Connie Britton, Matthew Modine, Angela Bassett, Joan Allen o Lizzy Caplan. Ya quisieran muchas películas. Pero es que resulta que la trama es bastante interesante, en torno a un ciberataque que pone en jaque al país de las barras y estrellas. Lo cual sirve como excusa para plantear una serie de dilemas éticos, reflexionando sobre los derechos de los ciudadanos y hasta donde es lícito recortarlos, cuantas licencias puede tomarse un gobierno para sacrificarlos en aras a enfrentarse a una amenaza terrorista. Algo así como la polémica que surgió sobre este aspecto tras el atentado del 11-S. Por cierto, coloca un ataque en forma de hackeo como uno de los peligros más devastadores que podrían ocurrir en la actualidad, lo que nos debe hacer pensar sobre la dependencia de la tecnología, de paso. No obstante, la serie tiene un aspecto de denuncia social, haciendo clara referencia al clima de extremismo político que vivimos en todas partes en general, y en Estados Unidos en particular. Más allá de eso, cumple perfectamente con su cuota de entretenimiento, con episodios muy adictivos, que si dispones de tiempo suficiente, puedes tragarte de una sola sentada sin problemas. Porque además tiene muy buen ritmo y está repleta de giros. Sin embargo, tampoco es que se haya hablado mucho de ella. 7.

martes, 8 de abril de 2025

Escenas Míticas: Terrorismo - Domingo negro

 

   Esta así es más plenamente un buen ejemplo de cine de terrorismo que la mencionada la semana pasada, “El puente de Cassandra”, que aunque tocaba inicialmente el tema, se desarrollaba más en las claves del género de catástrofes, tan de moda en los setenta. Esta también pertenece a esa época pero no va por ese camino. De hecho, lo hace más por el del género de espionaje.


   Es más, tiene ciertos paralelismos con “Chacal”, que se estrenó cinco años antes, en 1974, en cuanto a mostrar en paralelo la preparación del atentado por un lado y las investigaciones de los perseguidores para evitarlo por otro lado. Pero esta nos habla más de un terrorismo ideológico, con un atentado que precisamente pretende provocar el terror más que eliminar a una persona en concreto.


   De hecho, es la adaptación de la novela homónima de Thomas Harris, el cual se inspiró en el secuestro y asesinato del equipo de halterofilia israelí en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972. Es más, los antagonistas pertenecen al grupo terrorista palestino que perpetró ese atentado, Septiembre Negro, que estuvo en funcionamiento entre 1970 y 1988, cuando se disolvió.


   La novela de “Domingo negro” es la primera de la carrera del escritor Thomas Harris, el creador de Hannibal Lecter. De hecho, hasta 2019, que escribiera “Cari Mora”, era su única obra en la que no aparecía Lecter, el personaje al cual dedicó cuatro entregas, todas ellas adaptadas al cine. Así que, menos último libro, todos los demás han contado con sendas adaptaciones cinematográficas.


   La de esta, “Domingo negro”, me parece una película injustamente olvidada y el tratarla en este ciclo es un modo de reivindicarla. Porque aunque en su momento contara con críticas mayoritariamente positivas e incluso tenga cierta categoría de culto, es verdad que no se la recuerda demasiado. Económicamente tampoco es que fuera un exitazo aunque fue claramente rentable. Costó 8 millones de dólares y recaudó 15 en taquilla.


   Personalmente, a pesar de su extenso metraje, que sobrepasa ampliamente las dos horas, me parece una película entretenidísima, con tiroteos, persecuciones, espionaje, acción y un buen ejercicio de suspense. Para que todo eso funcionara hay que destacar la labor de un artesano tan efectivo como era John Frankenheimer.


   Porque no se puede decir que fuera un maestro pero si un cineasta especialmente resolutivo. Y tiene una colección de títulos que lo demuestran. Como “French connection 2”, “El mensajero del miedo”, “El hombre de Alcatraz”, “El tren”, “Siete días de mayo”. Incluso al final de su carrera tuvo una película tan destacable como “Ronin”. Aunque también un desastre como el remake de “La isla de él Dr. Moreau”, aunque no fuera culpa suya, precisamente.


   El protagonista era un Robert Shaw, un par de años después de enfrentarse al “Tiburón” de Steven Spielberg, que se exhibe con varias carreras atléticas que hoy rivalizarían con las de Tom Cruise en su saga “Misión imposible”. Al que acompañan un gran Bruce Dern y Marthe Keller, en cuyo personaje se inspiró el propio Thomas Harris para la creación de su Clarice Starling en “El silencio de los corderos”.


   Para el dirigible, la empresa Goodyear cedió tres zepelines. Que junto al hecho inédito de que les dejara rodar varias escenas mientras se disputaba la verdadera final de la Superbowl entre los Dallas Cowboys y los Pittsburgh Steelers, permiso concedido por la NFL, contribuyó a que la película contara con el realismo de rodar en un lugar real y no en una recreación cinematográfica.


   A pesar de ser una película concebida como un entretenimiento puro y duro, tiene una lectura más profunda. Sus personajes son hijos de una situación política. Una es un miembro de Septiembre Negro, dolida por la represión hacia Palestina. Otro es un agente del Mossad, cansado de atentados terroristas. Y otro un veterano de Vietnam resentido con su país, Estados Unidos.



domingo, 6 de abril de 2025

Adolescencia

 

   FICHA TÉCNICA


Título: Adolescencia.
Dirección: Philip Barantini.
País: Reino Unido.
Año: 2025.
Duración: 228 min.
Género: Drama, thriller.
Interpretación: Stephen Graham, Ashley Walters, Erin Doherty, Owen Cooper, Faye Marsay, Christine Tremarco, Mark Stanley,Jo Hartley, Amélie Pease.
Guion: Stephen Graham, Jack Thorne.
Producción: Jo Johnson.
Música: Aaron May, David Ridley.
Fotografía: Matthew Lewis.
Distribuidora: Netflix.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Un chico de trece años es arrestado por la policía. Se le acusa de apuñalar a una compañera de colegio. La investigación pone al descubierto la situación de los adolescentes en la actualidad.

   LO MEJOR: No se basa en un hecho real concreto pero si surge ante el incremento de la violencia entre jóvenes, especialmente con arma blanca mediante. Es, por tanto, una miniserie para el interés de todo el mundo pero que preocupará, y con razón, principalmente a los padres. Es importante señalar que no es un thriller policíaco, como a priori podría preverse si no un drama con claras intenciones de hacer reflexionar al espectador. No va por el camino del true crime. De hecho, ya sabemos quién es el culpable desde el primer episodio. Es decir, esto no va de descubrir quién es. En lo que se centra es en el porqué. La respuesta corta sería Internet y la un poco más desarrollada es que los jóvenes de hoy en día se enfrentan a una amenaza digital contra la cual los padres no pueden protegerles, por desconocimiento. Y me incluyo en esa ignorancia, me ha sorprendido descubrir que en redes sociales existe prácticamente un lenguaje en clave basado en emoticonos, colores y demás, que para la mayoría de adultos no tiene ningún significado. Un mundo digital con corrientes de pensamiento difusoras de odio, de ideologías misóginas, racistas y de toda clase de extremismos, tremendamente peligrosos para los adolescentes. Ese es el contenido pero la serie también se esmera en la forma. Los cuatro episodios han sido rodados en plano secuencia y, por tanto, en tiempo real, y no precisamente de los trucados, lo que supone una complejidad técnica brutal, un ejercicio de planificación fuera de lo normal. Todavía me hago cruces de como han logrado filmar ciertos desplazamientos, cómo han pasado de seguir a los personajes por pasillos a planos cenitales. No obstante, lo más importante es que este recurso no se utiliza con motivación estética sino para ofrecer al espectador una experiencia inmersiva con el mayor realismo posible. Le van a llover los premios.

   Interpretación: La cara más reconocible es la de un Stephen Graham que interpretativamente está hecho un coloso pero que además ejerce como coguionista. Graham da una máster class desde la contención. No obstante, la gran sorpresa es la del joven debutante Owen Cooper. De verdad que es alucinante lo que ha hecho este chico a nivel de actuación sin ninguna experiencia y encima lidiando con el difícil formato de rodaje del plano secuencia. También destacaría el trabajo de Erin Doherty en el tercer episodio.

   Escenas (SPOILERS!!): Cuatro episodios que representan cuatro horas en tiempo real pero separadas temporalmente. El primero muestra la detención e interrogatorio, con momentos especialmente dramáticos como el vídeo donde se confirma la culpabilidad del chico, asestando varias puñaladas a una chica. El segundo nos enseña el entorno estudiantil del agresor, con una visita a su escuela que resulta especialmente incómoda, que rebosa violencia y agresividad. El tercero nos sumerge en una de las sesiones de evaluación psicológica, donde vemos como la psicóloga hace uso de varias estrategias para analizar el comportamiento y reacciones de Jamie (Cooper). Y el cuarto nos cuenta la repercusión que ha supuesto para su familia. Quizá es el más flojo, pero tiene un momento tremendo, cuando el dependiente del centro comercial le muestra su apoyo al padre pero con unos argumentos que realmente dan miedo. Un apunte interesante es que la víctima ejercía bullying contra su posterior agresor, no como justificación o atenuación del crimen, sino como parte del problema subyacente.

   LO PEOR: Lo único que me parece reprochable es no ofrecer la visión de la víctima, de la que solo dan un par de apuntes y nunca desde el ángulo de su familia o de ella misma.

   REFERENCIAS: Aunque puedan aparecer referencias de series policiacas sobre jóvenes, como “Así nos ven” o “The night of”, creo que tiene más relación temática con películas como “Desconexión” o “Tenemos que hablar de Kevin”.

   CONCLUSIÓN: 8. Brillante en la profundidad dramática a la hora de tratar el tema en cuestión y brillante en la forma de exponerlo. Se perfila como una de las mejores series del año y es fácil vaticinarle una buena cosecha de premios.




miércoles, 2 de abril de 2025

Escenas Míticas: Terrorismo - El puente de Casandra

 

   Aprovechando el estreno de la nueva película de Rami Malek como protagonista desde que ganara el Oscar con “Bohemian Rhapsody”, pues hasta ahora venía apareciendo en buenas películas pero no en el papel principal, que toca los temas del terrorismo y el espionaje, vamos a dedicarle el ciclo de este mes precisamente a las películas de terroristas, que hay unas cuantas y algunas muy buenas.


   Aunque la que vamos a tratar hoy casi estaría más encuadrada en el género de catástrofes, que tan de moda estuvo en los años setenta con títulos como “El coloso en llamas” o “Terremoto”, ambas de las que hemos hablado aquí en el blog, de cuyo éxito se quiso beneficiar ésta, “El puente de Cassandra”.


   Pero si comienza con el ataque de dos terroristas, que terminan contagiándose de un peligrosísimo virus, y uno de ellos se traslada al interior de un tren. A partir de ahí es ese tren el personaje realmente protagonista y es cuando se desarrolla la trama más en el ámbito del cine de catástrofes.


   El escenario de un tren ha sido tan recurrente en el cine que casi podría considerarse un subgénero en sí mismo, como ya decíamos como el de submarinos, por ejemplo. Ejemplos como “Asesinato en el Orient Express”, “Desde Rusia con amor” (de la saga Bond), el slasher “El tren del terror” o “Pánico en el Transiberiano”, entre muchos otros títulos. Incluso más recientemente con “Rompenieves”, “Tren a Busan” o “Bullet train”.


   Un tren real que fue prestado por una compañía ferroviaria suiza. Por lo que todas las imágenes exteriores del medio de transporte son absolutamente reales a excepción de los interiores, que se rodaron en un estudio y los de la escena final que se reprodujo con una maqueta pero con muy aceptable realismo para la época.


   El responsable de la dirección era un George Pan Cosmatos que tenía una filmografía más bien corta y no precisamente muy reconocida pero con títulos muy molones de género como esta misma que tratamos hoy, la monster movie “Leviathan”, el western “Tombstone”, “Rambo 2” y “Cobra”.


   Cosmatos sufrió cólera cuando era niño y vivía en Egipto, y tenía un muy mal recuerdo de ello. Y quería hacer una película, coescrita por él mismo con lo que consideraba lo peor que podría crear la humanidad, los virus o bacterias, que producían enfermedades y potenciales pandemias. Murió en 2005, sin conocer que sus palabras se confirmarían con una pandemia, del Covid-19, probablemente manipulado por el hombre, que puso en peligro a la población mundial.


   La elección del reparto seguía en la línea del cine de catástrofes anteriormente mencionado, juntando varias estrellas en pantalla. Aunque es cierto que varias de ellas no precisamente en el punto más alto de sus carreras. No obstante, no dejaba de ser interesante ver en la misma película a Richard Harris, Sophia Loren, Ava Garner, Burt Lancaster, Martin Sheen u O.J. Simpson.


   Charlton Heston rechazó el papel protagonista por varias razones. Primero porque decía que las películas sobre enfermedades no solían gustar a la gente. Y segundo porque apenas dos años antes había protagonizado precisamente “Terremoto” y no quería encasillarse más en el subgénero de catástrofes.

   La película tuvo críticas bastante negativas. Sin embargo, tiene buenas opiniones por parte del público en las webs de cine. Tuvo un presupuesto inferior a lo que se terciaba en esta clase de películas, 6 millones de dólares, recaudó 15 en taquilla. A ver, buena buena, no es. Es cierto que en ocasiones tiene decisiones de guion terribles y una buena colección de gazapos en el rodaje.. pero me parece un thriller tremendamente disfrutable, muy entretenido y además con la maravillosa banda sonora de Jerry Goldsmith.

domingo, 30 de marzo de 2025

Los Libros de Zoe: Primera sangre

 


   AUTOR: David Morrell (Ontario, Canadá, 1943. Género: novela de acción. Publicación: 1972.


   SINOPSIS: Un veterano de Vietnam es detenido por el sheriff de una pequeña localidad de Kentucky. Pero consigue escaparse y a partir de ahí se emprenderá una persecución a muerte en la que la presa se convierte en el cazador.

   LO MEJOR: Cuando se lee una novela de forma tan tardía, que cuenta con una adaptación cinematográfica de la que hace más de cuarenta años y de la cual se desarrolló toda una saga, es difícil abstraerse de la comparación con la película, por lo que será un aspecto recurrente en la reseña. Y en ese sentido tengo que decir que “Acorralado” fue una muy digna adaptación del libro de David Morrell. En esencia y en la acción. Lo cual no quiere decir que no introduzca cambios notables. Esta planteada como la historia de un soldado que vuelve de Vietnam con evidentes secuelas psicológicas y que en su enfrentamiento con las autoridades establece una especie de duelo personal con el sheriff local. Muchos dirán que bueno, como en la película. Pero en la novela el personaje de Rambo le percibimos como más desquiciado. De hecho, no tiene ningún problema en matar a todo el que se encuentra, lo que es diametralmente contrario al personaje de la película. Además, es lo que se desprende de los pensamientos que nos describen en su versión literaria. Por lo demás, es un libro corto, que se lee con suma facilidad y que en su exhaustiva descripción de la persecución a la que es sometido el protagonista, se hace muy entretenido y cuando te quiere dar cuenta lo has terminado.

   LO PEOR: Literalmente no tiene un gran valor. Es básicamente una pormenorizada descripción de la acción. Hay poco espacio para la reflexión de los personajes, lo cual hace que no se cree la empatía que Rambo generaba en pantalla. Es de esas veces que dices que la película es mejor que el libro porque aporta más matices.

   CONCLUSIONES: Esos matices se los aportaba el propio Sylvester Stallone cuando se metió en el personaje en la adaptación cinematográfica de 1982. Suyas fueron las ideas de cambiar tanto el prólogo como el epílogo del guion, ya teniendo en la cabeza que de ahí podría hacerse una saga y para eso había que mejorar la imagen del personaje de cara al público. Dicho y hecho, la película fue uno de los mayores éxitos de los ochenta y se hicieron cuatro secuelas a día de hoy.



jueves, 27 de marzo de 2025

Microcríticas Express: El abismo secreto/Estado eléctrico

 



   Me llama la atención lo poco que se ha hablado de ella, aunque solo fuera por sus protagonistas. Pero ni por esas. Ha pasado sin pena ni gloria. Y hombre, no es que sea una obra maestra pero si una película bastante reivindicable. Al menos, curiosa. Porque es una pura serie B en cuanto a planteamiento pero con nivel mainstream. Lo que la hace más interesante es lo que a muchos les puede echar para atrás, porque tiene una original mezcla de géneros pero donde domina principalmente el romance. De hecho, casi toda su primera mitad es una trama romántica tan atípica como imposible pero que personalmente me funciona. Gracias, sobre todo, a la presencia en pantalla de sus actores principales, que están muy bien, Miles Teller y Anya Taylor-Joy. También aparece Sigourney Weaver pero en un papel muy corto. Más allá de esa historia romántica, la trama me parece muy interesante, aunque se explota más en la segunda mitad, más en el terreno de las monster movies. Ahí la recreación de ese submundo me ha parecido muy buena, recordándome incluso a “Aniquilación” pero más oscura. Ahí tiene mucho que ver en que funcione que el director es un especialista en terror, Scott Derrickson (“Sinister”) pero que además se maneja y muy bien en las secuencias de acción. Así que, tenemos amor, monstruos, acción, unas gotas de terror y unos protagonistas con carisma, que más se puede pedir. Lo sé, es una ensalada importante. Pero a mí me ha entretenido tanto en su primera fase como en la segunda. Sin ser más que eso, un entretenimiento bien servido. 6’5. 



   Ya que todos se han puesto de acuerdo para vapulearla y que Millie Bobby Brown se ha convertido en la nueva piñata de las redes sociales, pues voy a llegar yo a defenderla a capa y espada. No, tampoco es eso porque no me ha parecido ninguna maravilla. Pero confieso que no entiendo este ensañamiento cuando he visto salvar a películas de corte y calidad muy similar. Supongo, o quiero pensar, que es un tema de expectativas. Que a muchos las cifras del presupuesto que tenía y el hecho de que estaban detrás los hermanos Russo (bastante sobrevalorados, por cierto) pues les ha hecho esperar algo fuera de lo normal y ha acaecido la decepción. Personalmente, como no tengo en una alta valoración a los Russo, la peli no traía buenas críticas y simplemente esperaba una para toda la familia, pues no me ha decepcionado especialmente. De hecho, me ha entretenido. Pero ¿Qué esperabais? Si todas estas películas se hacen bajo la dictadura de un algoritmo, que hace que más que cine sean contenido consumible, que no es precisamente lo mismo. Así que a mí ese toque ochentero (habría tenido más éxito en esa época) me la ha hecho simpática. Y me encanta el diseño retro de los robots. Es divertido. En cuanto al guion, bueno, sabía que no iba a ser a lo Kubrick pero se lo podrían haber currado un poco más, porque más simple no puede ser. Tiene ideas interesantes como la lectura que hace sobre la guerra, la dependencia de la tecnología o sobre la pérdida de un familiar, pero las expone como si el destinatario no tuviera más de diez años. Y si, Chris Pratt vuelve a hacer de si mismo pero es que los demás también, tanto Giancarlo Expósito como Stanley Tucci. En cuanto al tema de la edad de Millie Bobby Brown no voy a entrar más porque me parece taaan absurdo . . . 6.

miércoles, 26 de marzo de 2025

Escenas Míticas: Clones - Logan

 

   Personalmente la considero la mejor película de Marvel pero de muy largo. Una de las más adultas del género superhéroes y de las muy pocas de Marvel con personalidad propia. Porque esto en DC, con mayor o menor acierto, se lleva más, el que el director le marque su estilo a la película. Y, vaya, casualmente es la mejor calificada de esa factoría.


   Porque tanto público como crítica profesional, alabaron el film, y así se mostró en sus puntuaciones en las webs de cine. Pero que además quedó constatado en la taquilla. Costó alrededor de 100 millones de dólares y recaudó 620 en salas. Lo que es un logro mayor si tenemos en cuenta la calificación R, que limita bastante al tipo de público. Por cierto, condición indispensable para Hugh Jackman retomara el personaje.


   La que suponía su despedida de él, al igual que de Patrick Stewart de su personaje de Charles Xavier. Y querían hacerlo con mayor fidelidad a la esencia de los cómics. Aunque luego Jackman lo volviera a interpretar, como hemos podido ver hace poco, en “Deadpool vs Wolverine”. Por cierto, “Logan” fue la segunda película de Marvel calificada con R, tras “Deadpool”.


   Para ello Hugh Jackman se redujo considerablemente su sueldo habitual. Por su parte, Patrick Stewart se sometía a una estricta dieta para acentuar su aspecto demacrado. Se especuló con la nominación de ambos a los Oscars pero finalmente no llegó. Ya sabemos que los superhéroes en los premios no son muy proclives.


   La tercera en discordia fue una por entonces niña Dafne Keen que supuso toda una sorpresa, con una personaje, X23, del que incluso los fans de la saga “X-Men” pidieron su propio spin-off. No llegó tampoco, pero sí retomó el personaje a modo de cameo precisamente en “Deadpool 3”. A Keen hemos tenido oportunidad de verla, con bastante acierto también, en la serie “La materia oscura”.


   Lo que sí fue nominado fue el guion, siendo la primera vez que una película de superhéroes era nominada en la categoría de guion adaptado. Aunque en honor a la verdad no era una adaptación. Si se inspira claramente en el cómic “Old man Logan”,de Mark Millar y Steve McNiven, pero es una interpretación muy libre de la historia.


   De hecho, hay un evidente y muy intencionado alejamiento de las claves que marcaban el género superhéroes, utilizando lo mínimo posible el CGI y acercándose más al género western (incluso hay un guiño al clásico “Raíces profundas”) y al subgénero de road movie. Incluso posteriormente hubo una edición en blanco y negro. Y no tiene ninguna escena post créditos, como era habitual en todas las películas de Marvel.


   Al cargo del asunto un James Mangold que ya había dirigido su segunda película del personaje, “Lobezno inmortal”, considerablemente mejor que la primera. Y con títulos tan interesantes como “Copland”, “El tren de las 3:10”, “En la cuerda floja”, “Le mans 66” y la reciente “Un completo desconocido”. Además, fue el encargado de cerrar la saga de Indiana Jones, con su quinta entrega, “Indiana Jones y el Dial del Destino”.


   Más allá del tema de la clonación, se quería hablar de la decadencia del héroe, presentando aún Lobezno envejecido y deteriorado por el envenenamiento que le produce el adamantium, muy radiactivo, al que no puede ya mantener a raya porque su poder de curación ya no es tan efectivo.




   Al igual que Charles Xavier, cuya vejez ya no le permite controlar sus propios poderes, siendo un peligro para el resto del mundo. Ambos representan el abandono de unos héroes que han quedado como viejas glorias. Hugh Jackman mencionaba como referentes las interpretaciones de Mickey Rourke en "El luchador" y la de Clint Eastwood en "Sin perdón".



   Pero ¿Dónde se encuadra esta historia en el universo de los X-Men? En realidad en ninguna parte. En teoría se supone  que en muchos años después "X-Men, Apocalipsis", pero verdaderamente no toma en cuenta nada de lo anterior, aunque haga referencia a cuando se conocieron Logan y Charles Xavier. Es una línea temporal alternativa que hace que la historia sea bastante independiente.

domingo, 23 de marzo de 2025

Mickey 17

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Mickey 17.
Dirección: Bong Joon-ho.
País: Estados Unidos.
Año: 2025.
Duración: 137 min.
Género: Ciencia ficción, comedia, aventuras.
Interpretación: Robert Pattinson, Steven Yeun, Naomi Ackie, Mark Ruffalo, Toni Collette, Anamaria Vartolomei, Thomas Turgoose, Daniel Henshall, Patsy Ferran, Steve Park, Spike White, Chelsea Li, Sam Woodhams, Stuart Whelan.
Guion: Bong Joon-ho. Libro: Edward Ashton.
Producción: Bong Joon-ho, Dede Gardner, Jeremy Kleiner, Dooho Choi.
Música: Jung Jae-il.
Fotografía: Darius Khondji.
Distribuidora: Warner Bros.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Durante la colonización de un planeta, Mickey, un trabajador “prescindible”, lleva cabo diversas misiones extremadamente peligrosas. Pero cada vez que muere haciéndolas, es vuelto a imprimir. El problema viene cuando coinciden dos versiones de si mismo.

   LO MEJOR: Bong Joon-ho sigue fiel a sí mismo, tanto en su compromiso temático como en la forma de trasladarlo, es decir, mezclando géneros. Porque es una sátira sobre la política (disparando hacia los líderes políticos actuales, presentándolos como meros bufones) y también sobre la religión. No deja títere con cabeza porque el capitalismo también tiene lo suyo. No obstante, donde parece focalizarse más es en la explotación de la clase trabajadora, especialmente en cuanto al tratamiento de los accidentes laborales. Y como ya hacía en algunas películas suyas anteriores, tiene hueco para el mensaje ecologista. Todo desde un marcado tono de comedia, diría que más que nunca en su filmografía, con toneladas de humor negro, en ocasiones, tan disparatado que llega a ser una puñetera locura. El resultado es muy divertido y, a pesar de su irregular ritmo y su elevado metraje, entretiene en todo momento. Esa comedia se enmarca en una historia de ciencia ficción que incluso tiene su punto de monster movie. En mi opinión todos esos elementos funcionan. Pero quizás lo más interesante es lo que plantea en relación a la clonación. El aspecto de que todos los Mickeys tengan connotaciones de personalidad distintas, reflexionando sobre lo que le hace al ser humano, ser humano. Y también respecto al hecho de que haya dos Mickeys a la vez. Todo esto está ya está insinuado en el tráiler.

   Interpretación: Tiene un gran reparto donde destaca por encima de todos un enorme Robert Pattinson del que deberían acordarse cuando lleguen las entregas de premios por muy lejanos que estemos ahora de ellos. Como decía Park Chan-wook, deberían nominarle tanto a actor principal como de reparto. Todo lo contrario que un Mark Ruffalo pasadísimo, desatado para mal. Entiendo que parte de lo que le ha pedido él propio director pero resulta un tanto insoportable. Se nota en la comparación con Toni Colette en un rol parecido pero mucho más acertada. Y me ha gustado especialmente Naomi Ackie.

   Escenas (SPOILERS!!): Bong Joon-ho juega constantemente con la exageración, con la parodia excesiva, sin complejos. Lo vemos en lacasi ingesta por parte de los bichos. Pero especialmente en toda la secuencia de la cena, sobre todo, cuando reacciona a lo que le han puesto a Mickey en el filete, por cierto, asqueroso. Pattinson está increíble en ese segmento. Como en el que se encuentran los dos Mickeys, mostrando dos variantes distintas del personaje. Y toda la parte final con los bichos alienígenas, aunque demasiado larga, es divertidísima. Aunque mi escena favorita es cuando Nasha (Ackie) entra con Mickey a la sala donde le han aplicado un virus mortal a estar con él mientras muere, aunque seguidamente le vayan a reimprimir.

   LO PEOR: No aburre nunca pero si es cierto que se va de metraje un poco. No debería haber sobrepasado las dos horas. En parte porque la parte final está demasiado alargada, queriendo remarcar el mensaje repetidamente. Porque no es que sea la crítica más sutil del mundo. Y, desde luego, abusa del narrador en off. Este es un recurso que si se te va de las manos, resulta redundante.

   REFERENCIAS: Está más cerca de su cine en Estados Unidos, con “Rompenieves” y “Okja” que en su versión coreana con “Parásitos”. Y también tiene ecos de “Brazil” y “Moon”.

   CONCLUSIÓN: 7’5. Bong Joon-ho vuelve con sus dosis de crítica social y su mezcla de géneros, en una divertida sátira que no deja títere con cabeza, para el lucimiento de un Robert Pattinson genial en cualquiera de sus versiones.




miércoles, 19 de marzo de 2025

Cobra Kai

 


   Tan poca era la confianza en este proyecto que ninguna plataforma de streaming quería acogerla, lo que provocó que su primera temporada se estrenara en YouTube. El recibimiento por parte del público hizo que despertara el interés de Netflix, que vio en ella la gallina de los huevos de oro y la posibilidad de desarrollar varias temporadas más, que en total han sido seis. Y efectivamente, ha sido un éxito.


   LA NOSTALGIA POR BANDERA

   La idea original era muy interesante, tomar como protagonista al que se supone era el villano de la primera película, “Karate kid” y tratarlo como un juguete roto que se ha convertido en perdedor. Además, la primera temporada hablaba del bullying, de la redención, de la amistad y de la familia, y de forma muy efectiva. Pero a medida que iban añadiendo temporadas se convertía más descaradamente en una exploitation, en una apuesta total por la nostalgia. La serie es puro fan service y tampoco es que lo esconda. Al contrario, hace de ello su bandera. La saga contaba con cinco películas, entre secuelas y reboots (por cierto, ahora hay uno en camino y que se estrenará en breve), han traído literalmente a todo el mundo para que retomara sus personajes, ya sea de forma recurrente, como en los casos de Martin Kove, Thomas Ian Griffith o Yuji Okumoto. O como simples cameos, como la mismísima Elizabeth Shue. La única que se negó a aparecer fue Hilary Swank. Aunque el alma de la serie es la relación entre el Ralph Macchio (LaRusso) y y William Zabka (Lawrence), rodeados por un maravilloso casting de jóvenes.


   PLACER CULPABLE

   Pero tampoco nos engañemos, no tiene una gran calidad. El guion está al servicio de la diversión, y cambia de dirección cincuenta veces. Todo vale con tal de proporcionar entretenimiento. Da igual porque la serie es una fiesta que se hace muy adictiva, con un final bastante digno y disfrutable, con continuos ecos, no disimulados, a “Rocky”. De todas formas, “Karate kid” ya lo era, hasta tenía el mismo director, John G. Avildsen. Tampoco es que la serie se tome muy en serio a sí misma, de ahí el tono de comedia que no tenían las películas. En cierto sentido es un tanto autoparódica. Además, se nota que el reparto se lo está pasando bien y eso se contagia al espectador. En mi caso, me la he pasado bomba.


   KARATE SIN KARATECAS

   Al igual que en las películas, los actores no saben más artes marciales que los aprendidos como coreografías para las escenas. Se nota y mucho. Aunque a medida que han ido avanzando las temporadas han mejorado el nivel. Pero cuando han cogido a alguien que sí sabe, como la espectacular Rayna Vallandingham, que los da sopa con onda a todos, la diferencia es asombrosa. Aunque eso es una mera anécdota.


   TEORÍAS LOCAS

   Algunos se apuntaron a la oportunista teoría de que el verdadero villano de la historia siempre había sido Daniel LaRusso y Johnny Lawrence su víctima. Cuidado con decir estas tonterías porque hay muchos chicos y chicas sufriendo bullying y leer eso no puede ser muy agradable. LaRusso recibió palizas de un grupo de malotes. Punto. No era el villano. Aprendió artes marciales para defenderse de los abusos, no para amargarle la vida a nadie. Un poquito más de seriedad con este tema.

martes, 18 de marzo de 2025

Escenas Míticas: Clones - Aniquilación

 


   Suele figurar en las listas de películas con finales más indescifrables (no lo es tanto) y como uno de esos títulos que dividen al público, en el que unos la consideran una obra maestra y otros un producto infumable. Es lo que tiene la ciencia ficción de autor, sesuda, de significado no masticado, reflexiva. Es verdad que es una película extraña, compleja, que además tiene su puntito de terror, en su parte de monster movie. Personalmente me parece fascinante.




   Gracias a uno de los realizadores más atrevidos e interesantes de la actualidad, Alex Garland. Que ya antes de lanzarse a la dirección, había destacado como guionista, tocando también la ciencia ficción, el terror y la distopía, escribiendo los libretos de películas como “La playa”, “28 días después” o “Sunshine” para Danny Boyle, o “Nunca me abandones”.



   Debutó como director con la aclamada “Ex-machina”, lo que elevó considerablemente las expectativas para su segundo proyecto que fue precisamente “Aniquilación”, que aunque dividiera la opinión pública, dejó su impronta personal, como nuevamente haría con la serie “Devs” o “Men”, también con opiniones muy polarizadas. Con su última película la crítica, tanto profesional como de público, ha sido muy unánime, “Civil War”, incomprensiblemente olvidada en los Oscars.



   Aun así, “Aniquilación” tuvo bastantes buenas críticas. En taquilla solo logró 40 millones de dólares, habiendo invertido 43 en ella. Pero aquí viene un matiz importante. Se estrenó simultáneamente en Netflix y en cines, y de forma muy limitada. De tal manera yo mismo no encontré un cine para verla. Algo que enfadó considerablemente a Alex Garland, que expresó que la película estaba hecha para estrenarse en salas, no en plataforma.



   Con el tiempo, y no ha pasado tanto, se ha quedado como título de culto. Garland, que también escribe el guion, adaptó (algo que ya había hecho en varias ocasiones), una novela, “Aniquilación”, que era la primera parte de una saga llamada “Southern Reach” escrita por Jeff VanderMeer, y que se completaba con otras dos entregas, “Autoridad” y “Aceptación”.



   El libro recibió el premio Nébula, distintivo para la literatura de ciencia ficción y fantasía, y fue el único que se adaptó. Una pena porque parecía muy interesante para continuar. VanderMeer afirmó que la interpretación que hace Garland de su historia es incluso más surrealista de lo que él la describía en su obra. Pero igualmente le dio su aprobación.



   Garland la enfocó como una especie de sueño de la novela. El tono onírico está muy presente y la representación visual de ello exigía de unos efectos especiales a la altura. Es sorprendente el buen resultado de estos con un presupuesto no demasiado alto, logrando una estética visualmente bellísima, para conseguir la recreación de un submundo lleno de criaturas y vegetales con múltiples mutaciones.



   Un mundo que transforma a los que allí están y, por supuesto, a sus visitantes. A los cuales copia, imita, clona. De ahí viene el hecho de figurar en este ciclo dedicado a las películas de “clones”. No obstante, la película tiene un significado más profundo. Es una metáfora sobre la transformación personal, que todos somos producto de nuestras experiencias, las cuales nos cambian, nos reconfiguran, donde hay un continuo ciclo de destrucción y nueva creación.



   Para el papel protagonista se consideró a Tilda Swinton y Julianne Moore pero finalmente fue para la oscarizada Natalie Portman. La acompañaban Jennifer Jason Leigh (inicialmente se pensó en Frances McDormand), Tessa Thompson, Oscar Isaacs, Gina Rodríguez o Benedict Wong. Curiosamente la mayoría de ellos habían participado en películas de superhéroes aunque eso no tuviera nada que ver en la elección. Además, este género ha ejercido como una aspiradora de actores durante las últimas dos décadas.



      Una de las grandes dudas sobre la historia está en torno al final. El "Resplandor", como lo llaman ellos, si parece de origen extraterrestre porque al principio hay una bola de energía que parece venir del cielo y se aloja en el faro. El "Resplandor" no es un ente maligno, no es destructor, solo transformador. Copia y replica todos los seres vivos. ¿Lo consigue con Lena (Portman)? No lo parece, ella misma destruye a su clon. Pero si ha afectado a su cuerpo la estancia allí, de ahí ese brillo en sus ojos al final. Sin embargo, a su marido si le han copiado.



domingo, 16 de marzo de 2025

Flow

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Flow.
Dirección: Gints Zilbalodis.
País: Letonia.
Año: 2024.
Duración: 83 min.
Género: Aventuras.
Interpretación: Animación.
Guion: Matiss Kaza, Gints Zilbalodis.
Producción: Matīss Kaža, Gints Zilbalodis, Ron Dyens, Gregory Zalcman.
Música: Rihards Zalupe, Gints Zilbalodis.
Fotografía: Gints Zilbalodis.
Distribuidora: Baltic Content Media.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: El mundo parece cubrirse de agua mientras un gato intenta sobrevivir. A lo largo del camino encontrará otros animales con los que ayudarse entre si, será vital para poder hacerlo.

   LO MEJOR: Antes de verla estaba totalmente convencido de la superioridad de “Robot salvaje”, la que me parecía insuperable el año pasado en cuanto a animación se refiere, por lo que me sorprendió notablemente que “Flow” ganara el Globo de Oro en su categoría y se presentara como seria aspirante al Oscar. Después de verla lo entiendo más e incluso me decanto a favor de que lo haya conseguido. No es la mejor técnica de animación pero una película no es solo eso. No solo es tremendamente positivo que no cuente con el respaldo de uno de los grandes estudios de animación, como Pixar, DreamWorks o Ghibli, o que se haya querido premiar el enorme trabajo de apenas un puñado de personas (por lo visto sólo cinco), es que además se sale bastante de lo típico visto en estas películas. De primeras la película es muda,  siempre se saca a los animales con un comportamiento totalmente humanizado y, por lo tanto, hablan y mantienen diálogos. Aquí no, aquí tanto en conducta como en movimientos, los animales son animales y se comportan como tal. Si, alguna concesión a la galería en favor de hacer avanzar la historia pero mayoritariamente sus acciones son las de animales. Y eso me ha parecido muy interesante. El sonido solo está compuesto por los ruidos de la naturaleza y los gruñidos, maullidos y demás de ellos. Lo que no impide la narración de un emocionante survival sobre la amistad, sobre que la unión hace la fuerza contra la adversidad y sobre la empatía. Y ojo, no tener tantos medios no le impide tener unos fondos hiperrealistas, con unos escenarios espectaculares. De hecho, visualmente es una película de una enorme belleza.

   Interpretación: Es animación y además muda, así que no tenemos actores en las voces siquiera.

   Escenas (SPOILERS!!): Vamos a teorizar sobre algunos de los enigmas. ¿Dónde están los humanos? O se han ido o han muerto como producto de alguna pandemia o algo así. Pero existir han existido porque han quedado sus edificaciones, herramientas y demás. Por no hablar de que todas esas estatuas que vemos de gatos en realidad son humanas. Hay un momento en que se puede ver una que inicialmente se nos presenta como la de un gato, pero es un humano. Eso apoya la teoría de que los gatos nos ven a los humanos como gatos gigantes. Y estamos siguiendo todo el rato la historia desde el punto de vista de un gato. ¿Qué le pasa a la grulla? La escena en la que es elevada al vuelo es una representación de la muerte, a lo cual está a punto de correr la misma suerte el gato, por eso es elevado pero finalmente se salva. Por cierto, hay algún error de continuidad. Cuando suben al barco los otros animales, hay planos en los que no se los ve. Pero es algo menor.

   LO PEOR: No te cuenta nada más que acompañar al gato protagonista en su aventura. No sabemos ni qué ha pasado previamente ni por qué. Ni siquiera sabemos dónde se desarrolla la acción.

   REFERENCIAS: Pues precisamente “Robot salvaje”, propone un mensaje parecido pero desde un punto de vista distinto. Y “Los perros de la plaga”.

   CONCLUSIÓN: 8. Viéndola no sorprende tanto que ganara el Oscar. Una buena película animada no es solo tener la mejor técnica de animación. Esta ofrece una preciosa historia de animales haciendo de animales, y lo hace sin apenas medios.




viernes, 14 de marzo de 2025

Microcríticas Express: Cassandra/Revancha

 



   Tiene buenas críticas y, por lo que veo, en general, le ha gustado a la gente. A ver, no es por llevar la contraria, pero no me ha entusiasmado tanto como a los demás. La idea está bien. Aunque el argumento de una IA que decide atacar a sus dueños no es ni mucho menos nueva, aquí le dan otro toque porque de primeras no es un robot sino una casa inteligente (con lo que ponen en aviso del peligro que puede ser en un entorno gobernado por una inteligencia artificial, de lo cual cada vez estamos más cerca). Por otro lado, su comportamiento no es de una máquina sino el de una auténtica psicópata. Esto es lo que me parece más interesante. De hecho, la historia está narrada desde dos líneas temporales distintas. Una en el pasado, la que viene a explicar como se llegó a esa IA, que acontecimientos se dieron lugar para llegar a ella, lo que no deja de ser una especie de historia de orígenes de una villana. Y esto si me ha creado curiosidad, es lo que me ha mantenido interesado. Además, de ese aire de ciencia ficción retro. Sin embargo, luego tienen otros aspectos en lo que no está tan acertada la miniserie. Su principal problema es un guion lleno de atajos, casualidades, situaciones forzadas, en el que parece que todo vale, y en el que hay personajes que literalmente parecen idiotas. Lo cual no ayuda a su siguiente gran problema, y es que las interpretaciones no son precisamente muy buenas. Solo puedo salvar a Lavinia Wilson. Por cierto, las expresiones que le ponen al robot, que básicamente es una aspiradora con un monitor encima, son supergraciosas, pero a la vez, perturbadoras. 5’5.


   Es muy curioso lo cinematográfico (sea en películas o series) que es el ajedrez y lo poco que es un deporte de mucha más acción como es el fútbol. Porque aunque es verdad que yo si soy un aficionado a este juego, no es necesario ser un apasionado del ajedrez para que te pueda interesar esta miniserie. De hecho, no es ni mucho menos un biopic de Garry Kasparov. Se centra exclusivamente en su doble enfrentamiento con el ordenador Deep Blue de IBM. Y la razón de este enfoque es porque lo que quiere contar realmente es lo que podría ser la primera inteligencia artificial de verdad. Si, ya sé que mucho antes había otros ejemplos de lo que podría considerarse protointeligencias artificiales. Pero es que Deep Blue tomó decisiones por si misma, escribió código propio, al margen de sus creadores. Es más, la serie habla tanto de este aspecto como del propio Kasparov, aunque este sea indiscutiblemente el protagonista. A este respecto, supongo que la descripción que hacen del que probablemente sea el mejor ajedrecista que haya existido es bastante libre y muchos de los detalles que nos exponen sean inventados. Si es verdad que tenía fama de un tanto neurótico y hasta paranoico pero a ciencia cierta tampoco es que se sepa. La cuestión es que ajedrez hay por un tubo, la mitad de la serie se cuenta desde a sala donde se jugaban las partidas, y eso si que es real porque fueron públicas. No hace falta entender demasiado, son emocionantes igualmente. Además, el trasfondo de todo esto es el enfrentamiento del hombre contra la máquina, y lo que supuso el resultado. Por cierto, lo siento por los amantes de los parecidos físicos, aquí eso les importa tres narices y media, y como a mí me pasa igual, no ha sido un problema. 7.
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