martes, 4 de noviembre de 2025

Escenas Míticas: Musicales - West side story

 


   El estreno de la segunda parte de “Wicked”, esa suerte de precuela de “El mago de Oz” que triunfó previamente en los teatros y que provocó su adaptación cinematográfica como gran superproducción, probablemente la última gran película en ese género, el musical, y que nos sirve para ampliar el repaso, que ya se inició en otro momento, de los musicales en el cine, comenzando con uno de los más exitosos que ha habido. 




   Porque “West Side Story” es, porque sigue siéndolo, una de las películas más oscarizadas de la historia del cine, llevándose diez de las once estatuillas a las que optaba, es decir, casi haciendo pleno. En su momento, se colocó solo por detrás de “Ben-Hur”, como película más galardonada en los Oscars. Un selecto club al que llegarían, sobrepasando también a la propia “West Side Story”, títulos como “Titanic” y “El Señor de los Anillos: el Retorno del Rey”.



   Por tanto, sobra decir que tuvo excelentes críticas. Pero es que también le fue de maravilla en lo económico. Costó sólo 6 millones de dólares y recaudó 43 en taquilla, convirtiéndose en la segunda película más taquillera de 1961, sólo por detrás de “101 dálmatas”. No le fue igual de bien al buen remake que realizó Steven Spielberg en 2021.



   Se trataba de la adaptación del musical de Broadway, cuyo libreto fue escrito, y era el primero para un musical, por Arthur Laurents. También participó en el guion de la película, aunque paradójicamente, fue el único Oscar que se le escapó a “West Side Story”. Ya había sido nominado al Tony (los Oscars del teatro) sin conseguirlo. Lo ganaría más tarde por “Hallelujah, baby” y “La jaula de las locas”.



   La historia no era otra cosa que una actualización de la obra de William Shakespeare, “Romeo y Julieta”, cambiando las familias de los Montesco y los Capuleto por las bandas callejeras de los Jets y los Sharks. Y la Verona italiana por la neoyorquina Manhattan. Además, tocando un tema que más de sesenta años después está más de rabiosa actualidad en Estados Unidos, por desgracia, el racismo, en concreto hacia los inmigrantes.



   Aunque en el reparto había pocos. De hecho, hubo que maquillar, oscureciéndoles la piel, a los actores que hacían de puertorriqueños. Un maquillaje que hoy, incluso, en su momento, se nota demasiado recargado. No en vano llegaron a gastar 45 kg de maquillaje. Más allá de eso a nadie le importó que Natalie Wood no tuviera nada de latina. Suerte que en esa época no había redes sociales, pues hoy la habrían despedazado antes de estrenarse la película.



   Pero allá por los sesenta, la gente estaba muy loca e iba al cine a ver la película, no a comentar memeces de lo que hoy conocemos como haters. La que sí era latina, y además puertorriqueña, fue Rita Moreno, que se convirtió en la primera actriz en ganar el Oscar de este origen. La actriz tuvo la dificultad añadida de superar una escena de tentativa de casi violación en grupo, circunstancia que le recordaba a una agresión sexual real sufrida por ella a cargo de su representante.



   El papel de Natalie Wood, el de María, fue ofrecido a Audrey Hepburn, pero finalmente no fue para ella por ser demasiado mayor para el personaje. Para el de Tony hubo una terna bastante variopinta de aspirantes; Elvis Presley, Warren Beatty, Robert Redford, Burt Reynolds y Richard Chamberlain. Finalmente fue para el desconocido Richard Beymer.



   Por cierto, prácticamente todo el reparto fue doblado, incluida la propia Natalie Wood, cuya voz fue suplantada por la de la soprano Marni Nixon, aunque ella se enteró poco antes del estreno de la película, lo que la molestó bastante. Sólo el actor George Chakiris puso su propia voz. Estas prácticas de doblaje eran muy habituales cuando no se usaban actores que además fueran cantantes.



   En la dirección estaba Robert Wise, un especialista del género de ciencia ficción, e incluso terror, con títulos como “Ultimátum a la tierra”, “La amenaza de Andrómeda”, “Star Trek, la película” o “La mansión encantada”. Aunque posteriormente a “West Side Story”, dirigió otro mítico musical, “Sonrisas y lágrimas”. Compartió la batuta con el director del musical original, Jerome Robbins, que se ocupó de todas las coreografías.



domingo, 2 de noviembre de 2025

Del cielo al infierno

 

   FICHA TÉCNICA


Título: Del cielo al infierno.
Dirección: Spike Lee.
País: Estados Unidos.
Año: 2025.
Duración: 133 min.
Género: Thriller, drama.
Interpretación: Denzel Washington, Jeffrey Wright, Ilfenesh Hadera, ASAP Rocky, Dean Winters.
Guion: Alan Fox. Novela: Evan Hunter.
Producción: Todd Black, Jason Michael Berman.
Música: Howard Drossin, ASAP Rocky.
Fotografía: Matthew Libatique.
Distribuidora: A24, Apple TV.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: El hijo de un magnate de la música es secuestrado. El pago del rescate interfiere en un ambicioso movimiento de negocios que se puede ver afectado por las decisiones que debe tomar respecto a ambas situaciones.

   LO MEJOR: No soy un admirador del cine de Spike Lee pero reconozco que hay bastantes películas suyas que me gustan, especialmente cuando incursionan el género negro. Sobre todo porque Lee rueda como se hacía antes, con un estilo, dentro de sus extravagancias narrativas personales ya conocidas, clásico, haciendo que cuando precisamente toca este género, recuerda a los thrillers de los setenta. Además que le echa valor cuando ha realizado un remake, cómo fue el caso de “Oldboy” (aunque no saliera del todo bien). Me refiero a que no se limita a replicar el original sino que utiliza la idea para contar lo que realmente quiere él. Y para muestra un botón, aquí lleva a cabo el remake de “El infierno del odio”, de Akira Kurosawa, donde el protagonista era un magnate del negocio de los zapatos, y cambia aquí por la música. Y de esa manera, en medio de una trama de secuestros, bolsas de dinero y hasta algún tiroteo, Spike Lee hace una reflexión sobre en lo que se ha convertido la industria de la música y de cómo afecta a un visionario de ese arte el convertirse en millonario, cómo le aleja de los valores que le llevaron al éxito. Ese hilo argumental del secuestro sirve para mostrar el camino de redención a sus orígenes. Y eso es de lo que realmente quiere hablar Lee. Por tanto, a la narración la acompaña casi omnipresentemente la música, lo que es verdad que ameniza el relato. Pues a pesar de sobrepasar las dos horas de metraje, no aburren en absoluto.

   Interpretación: Spike Lee vuelve a recurrir al que ha sido uno de sus actores fetiches, puede que el que más, de su filmografía, Denzel Washington. Y como para resistirse a no repetir. Qué actorazo. Da la sensación de que él solito sostiene la película y de que aunque fuera floja, que no lo es, él se bastaría para salvarla. Más cuando parece que Lee le ha dado manga ancha para soltarse. Pero por si acaso, por ahí anda de escudero, Jeffrey Wright. He leído que algunos consideran que Washington está excesivo, incluso sobreactuado. No me lo parece pero aunque fuera así, sigue siendo disfrutable verle actuar.

   Escenas (SPOILERS!!): Tiene momentos muy acertados, cómo plantea el dilema de si debe pagar el rescate cuando se sabe que el secuestrado no es el hijo del protagonista sino el de su mejor amigo. Ese pensamiento ronda durante una buena porción de la película. Porque ese dinero supone el futuro de su compañía discográfica. Pero luego Spike Lee demuestra lo bien que se desenvuelve en el género negro, en su vertiente policíaca incluso de acción, y el mejor ejemplo es toda la secuencia del intercambio, del rescate, sobre todo viendo cómo cambia de manos la bolsa del dinero como en un juego de trileros. En cuanto a que significa la última escena, representa la vuelta a los orígenes. David King (Washington), todo lo ocurrido le ha hecho reflexionar sobre su propia pérdida de valores dándose cuenta que debe volver al principio. Por cierto, hay una escena puramente Spike Lee, que es el duelo rapeando en el que King se luce de lo lindo.

   LO PEOR: Aunque peca de un ritmo irregular. Tiene fases que funcionan de maravilla pero otras que no tanto. Además, parece que haya dos películas en una, cambiando el tono aproximadamente a la mitad de la narración, lo que resulta bastante desconcertante. La película tiene dos fases muy claramente diferenciadas.

   REFERENCIAS: La novela de Evan Hunter, “El secuestro del Rey”, que ya sirvió a Akira Kurosawa para hacer una adaptación a su manera en “El infierno del odio”. En cuanto a Spike Lee, puede recordar en ocasiones a “Plan oculto”.

   CONCLUSIÓN: 7. Spike Lee vuelve a mirar al cine asiático a la hora de realizar un remake, esta vez a Akira Kurosawa, recurriendo a su pareja de baile más fiable, un Denzel Washington desatado en un papel ideal para lucirse.




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