Si ya en la mayoría de las space operas, en esa mezcla de géneros entre la ciencia ficción y las aventuras, habitualmente hay cierto tono de humor, también teníamos que tocar este subgénero pero en una comedia pura, que precisamente es una parodia de las space operas pero tomando como referencia principal la saga de “Star Wars”, aunque también riéndose de su rival, “Star Trek”.
Aunque no se quedaba ahí, porque también le daba a clásicos puros de la ciencia ficción, digamos, seria, como “El planeta de los simios”, “2001, una odisea del espacio”, o “Alien, el octavo pasajero”. Pero también haciendo referencia a películas tan variadas como “El mago de Oz”, “Acorralado” y “Lawrence de Arabia”. Vamos, que se queda bien a gusto dando a diestro y siniestro.
Claro que las parodias son tanto una burla como un homenaje a los originales. Y que mejor que el mayor especialista en la parodia, el gran Mel Brooks. Quien ya hacía lo propio con el western en “Sillas de montar calientes”, del cine de Hitchcock en “Máxima ansiedad”, de los clásicos del terror clásico en “El jovencito Frankenstein” (su mejor película), el género de capa y espada en “Las locas, locas aventuras de Robin Hood”, y hasta ya a toda la historia de la humanidad con “La loca historia del mundo”.
No tuvo un éxito arrollador aunque fue rentable. Costó 22 millones de dólares y recaudó 38 en taquilla. Y las críticas, siendo amables, se podría decir que fueron mixtas. Pero a lo largo de los siguientes años de su estreno tuvo muy buenos resultados en el mercado doméstico, especialmente en su alquiler en videoclubs. Lo que posibilitó que se hiciera una serie de animación bastante tiempo después.
Concretamente en 2008, con trece episodios de media hora que ampliaban la parodia a éxitos más modernos como “Harry Potter”, “Terminator”, “Resident Evil” o videojuegos como “Super Mario Bros”. Durante bastante tiempo se especuló con una secuela pero siempre terminaba desbaratándose la idea. Cuando más cerca estuvo fue en 2013. Sin embargo, parece que finalmente va a darse, y llegará 2027, recuperando al creador de la original, Mel Brooks, y a varios integrantes del reparto.
Concretamente a Rick Moranis, que no quiso volver a la saga de “Cazafantasmas”, recientemente pero parece ser que sí a esta. Y a Bill Pullman, que cuando fue elegido para esta película era totalmente desconocido, de hecho, era su segunda película. Aunque Brooks si quería algunas caras conocidas en el reparto, ofreciendo papeles a Tom Hanks y Tom Cruise, aunque ambos los rechazaron. Pero si consiguió la participación de John Candy, muy popular en los ochenta. También aparecía Daphne Zúñiga y John Hurt haciendo un cameo.
Contrariamente a lo que muchos podían esperar, George Lucas apoyó y hasta ayudó a hacer la película, con la única condición de que no se hiciera merchandising de la película porque rivalizaría con la de “Star Wars” y además se beneficiarían de ella. Claro que sería el propio Lucas quien se beneficiaría de la popularidad de la película de Mel Brooks.
Merchandising que a su vez también era parodiado en la película en homenaje a esa forma de explotar las películas que transformó el propio George Lucas. Por reírse, se reían hasta de sí mismos, con varios ejemplos de metacine y de ruptura de la cuarta pared. Como en una ocasión que abren un armario y encuentran todas las películas anteriores de Mel Brooks, incluyendo la propia “La loca historia de las galaxias”.
Aunque el título original es “Space Balls”, lo que viene a ser como “Las pelotas del espacio”. O como en otra ocasión, en una pelea de espadas láser que sale como si hubiera sido herido un miembro del rodaje. Y es que el buen humor en este fue generalizado y muchos de los chistes, de las frases de los actores e incluso de algunas escenas, fueron improvisadas e incluidas sobre la marcha. Vamos, que se lo pasaron bien haciendo la película.
Algunas curiosidades. El nombre del personaje, Skroobs, no es más que un anagrama del apellido del director, Brooks. La marca de coches, Tesla, utiliza los calificativos de la película de la velocidad, para los modos de aceleración de sus modelos; velocidad luz, velocidad ridícula y velocidad absurda.
Personalmente, me parto con esta película. Me parece el “Aterriza como puedas” de las space óperas.

