sábado, 9 de agosto de 2025

Microcríticas Express: Dept. Q/El juego del calamar T2-T3/Indomable

 



   La saga de novelas policiacas de Jussi Adler-Olsen de la serie “Departamento Q” ya habían sido adaptadas pero en forma de películas y, al menos en las primeras, con buenos resultados. De hecho, el caso que se trata aquí correspondería a la que llegó con el título “Misericordia”. Al desarrollarse esta vez en formato de serie desde luego que es mucho más completa la historia. Aunque al tener mucha más información, la trama es bastante más complicada de seguir pero también más interesante. Además que se mezcla con otra que no se había visto en las películas y que parece que va a ser la que se continúe más adelante, porque supongo que harán más temporadas, cada una de ellas dedicada a uno de esos casos. En películas se adaptaron hasta seis novelas pero la saga literaria tiene diez, así que tienen material suficiente si la audiencia acompaña. Debería porque la serie tiene muy buen nivel, se nota que es una producción británica esta vez, aunque el texto original sea danés. También que uno de sus creadores, que también dirige y guioniza la serie, Scott Frank, fue el responsable de dos buenísimas miniseries, como “Godless” y “Gambito de dama”. Sinceramente me gustaría que continuara porque tiene un muy curioso casting, encabezado por un sorprendente Matthew Goode, que está magnífico. Me encanta el grupo de personajes que conforman ese Departamento Q al final, estaría muy bien seguir viéndoles. 7.


   Sinceramente me daba pereza ponerme con la segunda porque es de las series que tenía bastante claro que con una temporada era más que suficiente. Desde luego no debieron pensar lo mismo, pues no solo hicieron otra más sino que también una tercera (aunque es más la segunda parte de la segunda temporada que otra cosa). No obstante, es cierto si han ofrecido, al menos, una vuelta de tuerca. No solo porque se hayan cambiado las pruebas y estas sean incluso más violentas y haya un mayor despliegue de sangre y crueldad. Sino porque el enfoque es más profundo y hay variantes argumentales respecto a lo mostrado en su primera entrega. Y, sorprendentemente, no ha perdido ni un ápice de su capacidad adictiva, y eso a pesar que hay muchos elementos del guion que chirrían tanto que, en ocasiones, amenazan con sacarte de la historia. Porque, yo lo siento pero, todo lo relativo a cierto bebé no se lo puede creer nadie, y toda la trama del policía se confirma lo que ya apuntaba desde el principio, que no sirve absolutamente para nada. Además, muchas veces resulta reiterativa (no era necesario que nos mostraran todas las votaciones y encima al completo). Bueno, pues con todos esos pecados, sigue teniendo el talento de crear personajes con los que te es fácil empatizar, tal vez porque están basados en personas normales, como nosotros. Me decía un conocido que ha viajado muchas veces a Corea, que es cierto que existe mucho el problema de las deudas y esa desesperación por jugársela a lo que sea. Así que si es una buena representación de su sociedad, que viene a mostrar hasta donde puede llegar la miseria humana. Ahora resulta que lejos de terminar, va a seguir en forma de spin off americano. Veremos. 7.


   Es de esos productos que de no tener un protagonista de cierto estatus, habría pasado más bien desapercibida. No porque no tenga nivel, está bien hecha, la narración es firme y la trama es interesante. Pero no absorbente, sobre todo porque es un thriller plagado de tópicos, utilizando la tan manida investigación de un crimen en un lugar un poco al margen de todo, con el personaje principal intenta resolverla mientras lidia con sus propios demonios. Y para ya poner cruces en todas las casillas también se cumple lo de la pareja de inspectores en la que uno es un veterano no muy agradable y otro es novato y tiene que aguantarlo hasta que se van haciendo amigos. Todo eso os suena evidentemente. No obstante, como decía, uno de sus principales atractivos es tener a Eric Bana, un actor muy claramente infraexplotado, que hubo un tiempo en el que parecía que sería uno de los grandes actores de la industria, sobre todo tras “Munich” y “Troya”, pero que después, no se sabe porque, se desvaneció. Pues aquí está en plena forma y además está acompañado de Sam Neill y Lily Santiago. El otro atractivo es el propio escenario natural del Parque Nacional de Yosemite, que es un poco lo que se sale de la norma. A pesar de ser ciertamente previsible, por mucho que intente confundir al espectador en cuanto a la resolución del caso, resulta moderadamente entretenida y no le ha debido de ir mal porque la ha renovado por un segunda temporada aunque quedara plenamente cerrada. Pero si hacen otra, es muy posible que la vea. 6’5.

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