jueves, 14 de agosto de 2014

Escenas Míticas: Robots Gigantes - Transformers




    Ya sé que Michael Bay recibe una generosa cantidad de críticas por hacer un cine de consumo rápido y falto de profundidad. Pero también sé que sus películas son unos taquillazos a cual mayor. "El rey del blockbuster" he leído dicho con connotación negativa. Pues sinceramente no sé que tiene de malo. No siempre uno quiere ver películas de enorme trasfondo existencial y lleno de reflexiones. A veces uno va al cine a que le ofrezcan un espectáculo tal que merezca lo que ha pagado por la entrada y que le dé rendimiento a verlo en una pantalla grande. Y, mal que les pese a algunos, este hombre lo hace de maravilla.




   La primera vez que vi esta escena, literalmente, flipé. Cada transformación del vehículo en robot es única. Quiero decir que se hizo independiente y personalizada para cada transformer, lo que supuso todo un desafío para los encargados de los efectos especiales, ni más ni menos de Industrial Light & Magic.



    Michael Bay domina el ritmo de este género. Las secuencias de acción están rodadas excepcionalmente. Algo que se le critica es su marcado estilo videoclip, con un excesivo aceleramiento del montaje de imágenes. Es posible que pueda pasarse alguna vez pero, en general, creo que consigue su propósito de hacer un cine de altas pulsaciones.



   Creo que Shia Labeouf fue una decisión acertada como protagonista humano de la historia. No olvidemos que el film tenía como objetivo llegar a toda la familia y para ello se le dio un tono muy acentuado con toques de humor, y este actor se desenvolvió muy bien en ese apartado.
   


   Por supuesto, la presentación de los Autobots en el tinglado. No quiero repetirme demasiado pero es que la recreación de cada robot me parece de sobresaliente. Por cierto, que Megan Fox fue despedida a la hora de rodar la tercera parte y sustituída por Rosie Huntington-Whiteley, que en mi opinión no le llegaba a la suela a Megan y que no tenía ni la mitad de química con Shia Leboef.



   El protagonista robotizado está claro que es Optimus Prime. De hecho, yo que no fuí muy fan de estos juguetes y no conocía los nombres de los distintos transformers, solo me sabía que Optimus era el líder de los Autobots y que éstos eran los buenos; y que Megatrón era el de los malos, es decir, los Decepticons.



   El combate final entre Autobots y Decepticons por la Chispa Vital en plena ciudad me pareció impresionante. Bay controla como nadie las escenas con múltiples explosiones y mobiliario urbano destruyéndose por todos lados. En la segunda parte el desenlace fue rodado en las Pirámides de Egipto y, aunque fue una elección muy exótica y estéticamente llamativa, para mí no fue lo mismo. Ya en la tercera volvieron al escenario de ciudad con un despliegue mucho mayor y espectacular que en la primera parte.
   En fin, que yo soy de los que disfruta con estas películas, de los que ver una película de vehículos flipantes transformándose en robots gigantes que se pelean entre edificios le mola. Y parece que hay mucha gente más. Así que no me perderé la cuarta


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